EVANGELIO DEL DIA
¿ Señor, a quién iremos?. Tú tienes palabras de vida eterna. Jn 6, 68
Evangelio según San Mateo 14,1-12.
En aquel tiempo, la fama de Jesús llegó a oídos del tetrarca Herodes,
y él dijo a sus allegados: "Este es Juan el Bautista; ha resucitado de entre los
muertos, y por eso se manifiestan en él poderes milagrosos".
Herodes, en efecto, había hecho arrestar, encadenar y encarcelar a Juan, a causa
de Herodías, la mujer de su hermano Felipe,
porque Juan le decía: "No te es lícito tenerla".
Herodes quería matarlo, pero tenía miedo del pueblo, que consideraba a Juan un
profeta.
El día en que Herodes festejaba su cumpleaños, la hija de Herodías bailó en público,
y le agradó tanto a Herodes
que prometió bajo juramento darle lo que pidiera.
Instigada por su madre, ella dijo: "Tráeme aquí sobre una bandeja la cabeza de
Juan el Bautista".
El rey se entristeció, pero a causa de su juramento y por los convidados, ordenó
que se la dieran
y mandó decapitar a Juan en la cárcel.
Su cabeza fue llevada sobre una bandeja y entregada a la joven, y esta la presentó
a su madre.
Los discípulos de Juan recogieron el cadáver, lo sepultaron y después fueron a
informar a Jesús.
Comentario del Evangelio por:
San Pedro Damián (1007-1072), benedictino, obispo de Ostia, doctor de la
Iglesia
Sermones 24-25; ; PL 144, 857
Precursor a través de su vida y de su muerte
Juan fue Precursor de Cristo por su nacimiento, por su predicación, por su bautismo
y por su muerte... ¿Se puede encontrar una sola virtud, un género de santidad, que
el Precursor no haya tenido en su más alto grado? Entre los santos ermitaños ¿cuál
se ha impuesto jamás por regla no comer otra cosa que miel silvestre o esa comida
incomible: los saltamontes? Algunos renuncian al mundo y huyen de los hombres
para vivir santamente, pero Juan es todavía un niño... cuando se adentra en el
desierto y escoge, resueltamente, habitar en la soledad. Renuncia al derecho de
sucesión del sacerdocio de su padre para poder anunciar, con toda libertad, al
verdadero y soberano Sacerdote. Los profetas han anunciado por adelantado la
venida del Salvador, los apóstoles y los demás que enseñan en la Iglesia dan
testimonio de que esta venida realmente tuvo lugar, pero Juan lo muestra ya
presente entre los hombres. Son muchos los que han guardado virginidad y no han
manchado la blancura de sus vestidos (cf Ap 14,4), pero Juan renuncia a toda
compañía humana a fin de arrancar las apetencias de la carne hasta sus mismas
raíces, y, lleno de fervor espiritual, habita entre las bestias salvajes.
Juan, en el centro del coro escarlata de los mártires, incluso lo preside como
maestro de todos: combatió valientemente y murió por la verdad. Llegó a ser el
jefe de todos los que combaten por Cristo, y fue el primero de todos a ir a plantar
en el cielo el estandarte triunfal del mártir.
servicio brindado por el Evangelio del Día, www.evangeliodeldia.org”