EVANGELIO DEL DIA
¿ Señor, a quién iremos?. Tú tienes palabras de vida eterna. Jn 6, 68
viernes 09 Agosto 2013
Viernes de la decimoctava semana del tiempo ordinario
Deuteronomio 4,32-40 .
Pregúntale al tiempo pasado, a los días que te han precedido desde que el Señor
creó al hombre sobre la tierra, si de un extremo al otro del cielo sucedió alguna vez
algo tan admirable o se oyó una cosa semejante.
¿Qué pueblo oyó la voz de Dios que hablaba desde el fuego, como la oíste tú, y
pudo sobrevivir?.
¿O qué dios intentó venir a tomar para sí una nación de en medio de otra, con
milagros, signos y prodigios, combatiendo con mano poderosa y brazo fuerte, y
realizando tremendas hazañas, como el Señor, tu Dios, lo hizo por ustedes en
Egipto, delante de tus mismos ojos?.
A ti se te hicieron ver todas estas cosas, para que sepas que el Señor es Dios, y
que no hay otro dios fuera de él.
El te hizo oír su voz desde el cielo para instruirte; en la tierra te mostró su gran
fuego, y desde ese fuego tú escuchaste sus palabras.
Por amor a tus padres, y porque eligió a la descendencia que nacería de ellos, el
Señor te hizo salir de Egipto con su presencia y su gran poder;
desposeyó a naciones más numerosas y fuertes que tú, te introdujo en sus
territorios y te los dio como herencia, hasta el día de hoy.
Reconoce hoy y medita en tu corazón que el Señor es Dios - allá arriba, en el cielo
y aquí abajo, en la tierra - y no hay otro.
- Observa los preceptos y los mandamientos que hoy te prescribo. Así serás feliz, tú
y tus hijos después de ti, y vivirás mucho tiempo en la tierra que el Señor, tu Dios,
te da para siempre.
Salmo 77(76),12-13.14-15.16.21.
Recuerdo las hazañas del Señor,
recuerdo tus milagros de otros tiempos.
En tus obras medito, una a una,
y pienso en tus hazañas.
¡Oh Dios, en tus obras todo es santo!
¿Qué dios es tan grande como nuestro Dios?
Tú eres el Dios que hace maravillas,
tú demuestras tu fuerza entre los pueblos.
Por tu brazo a tu pueblo rescataste,
a los hijos de Jacob y de José.
Tú guiabas a tu pueblo, a tu rebaño,
por la mano de Moisés y de Aarón.
Evangelio según San Mateo 16,24-28.
Entonces Jesús dijo a sus discípulos: "El que quiera venir detrás de mí, que
renuncie a sí mismo, que cargue con su cruz y me siga.
Porque el que quiera salvar su vida, la perderá; y el que pierda su vida a causa de
mí, la encontrará.
¿De qué le servirá al hombre ganar el mundo entero si pierde su vida? ¿Y qué podrá
dar el hombre a cambio de su vida?
Porque el Hijo del hombre vendrá en la gloria de su Padre, rodeado de sus ángeles,
y entonces pagará a cada uno de acuerdo con sus obras.
Les aseguro que algunos de los que están aquí presentes no morirán antes de ver
al Hijo del hombre, cuando venga en su Reino".
Comentario del Evangelio por :
San Paulino de Nola ( 355- 431), obispo.
Carta 38, 3-4.6
«El que tome su cruz que me siga»
Al cumplirse el misterioso designio de su bondad, el Señor tomó la condición de
esclavo y se digno rebajarse hasta la muerte de cruz(Fl 2,8). Para realizar en
nuestro corazón, por medio de una humillación visible, aquella celestial
sublimación, para nosotros invisibles. Considera pues, de qué altura nos
precipitamos desde el principio, y comprenderás que por voluntad de la divina
sabiduría y por su bondad somos restituidos a la vida. Con Adán caímos en la
soberbia; por eso somos humillados en Cristo para poder cancelar la antigua culpa
con el remedio de la virtud contraria, de modo que los que con la soberbia
ofendimos a Dios, le aplaquemos poniéndonos a su servicio.
Alegrémonos, y gocemos en aquel que nos ha hecho objeto de su lucha y de su
victoria, diciendo:»Tened valor, oye vencido al mundo»(Jn16,33)... El invencible,
peleará por nosotros y vencerá en nosotros. Entonces el príncipe de las tinieblas
será echado fuera, aunque no ciertamente fuera del mundo, sino fuera del hombre,
cuando al penetrar en nosotros la fe, es obligado a salir fuera y dejar libre el puesto
a Cristo; cuya presencia pone en fuga al pecado y significa el destierro de la derrota
de la serpiente...
Que los oradores guarden su elocuencia, los filósofos su sabiduría, los reyes sus
reinos; para nosotros la gloria las riquezas y el reino, es Cristo; nuestra sabiduría,
es la locura del Evangelio; la fuerza es, la debilidad de la carne, y la gloria, es el
escándalo de la cruz.
servicio brindado por el Evangelio del Día, www.evangeliodeldia.org”