EVANGELIO DEL DIA
¿ Señor, a quién iremos?. Tú tienes palabras de vida eterna. Jn 6, 68
Evangelio según San Lucas 12,32-48.
No temas, pequeño Rebaño, porque el Padre de ustedes ha querido darles el
Reino. Vendan sus bienes y denlos como limosna. Háganse bolsas que no se
desgasten y acumulen un tesoro inagotable en el cielo, donde no se acerca el
ladrón ni destruye la polilla.
Porque allí donde tengan su tesoro, tendrán también su corazón.
Estén preparados, ceñidos y con las lámparas encendidas.
Sean como los hombres que esperan el regreso de su señor, que fue a una boda,
para abrirle apenas llegue y llame a la puerta.
¡Felices los servidores a quienes el señor encuentra velando a su llegada! Les
aseguro que él mismo recogerá su túnica, los hará sentar a la mesa y se pondrá a
servirlo.
¡Felices ellos, si el señor llega a medianoche o antes del alba y los encuentra así!
Entiéndanlo bien: si el dueño de casa supiera a qué hora va llegar el ladrón, no
dejaría perforar las paredes de su casa.
Ustedes también estén preparados, porque el Hijo del hombre llegará a la hora
menos pensada".
Pedro preguntó entonces: "Señor, ¿esta parábola la dices para nosotros o para
todos?".
El Señor le dijo: "¿Cuál es el administrador fiel y previsor, a quien el Señor pondrá
al frente de su personal para distribuirle la ración de trigo en el momento oportuno?
¡Feliz aquel a quien su señor, al llegar, encuentre ocupado en este trabajo!
Les aseguro que lo hará administrador de todos sus bienes.
Pero si este servidor piensa: 'Mi señor tardará en llegar', y se dedica a golpear a los
servidores y a las sirvientas, y se pone a comer, a beber y a emborracharse,
su señor llegará el día y la hora menos pensada, lo castigará y le hará correr la
misma suerte que los infieles.
El servidor que, conociendo la voluntad de su señor, no tuvo las cosas preparadas y
no obró conforme a lo que él había dispuesto, recibirá un castigo severo.
Pero aquel que sin saberlo, se hizo también culpable, será castigado menos
severamente. Al que se le dio mucho, se le pedirá mucho; y al que se le confió
mucho, se le reclamará mucho más.
Comentario del Evangelio por :
San Cipriano (c. 200-258), obispo de Cartago, mártir
De la unidad, 26-27
“Estad a punto”
El Señor pensaba en este nuestro tiempo cuando dijo: “Cuando vendrá el Hijo del
hombre ¿encontrará fe en la tierra?” (Lc 18,8). Vemos como se realiza esta
profecía. El temor de Dios, la ley de la justicia, la caridad, las buenas obras, ya
nadie cree en ellas…todo lo que temería nuestra conciencia, si creyera; no lo teme
porque no cree. Porque si creyera, viviría vigilante; y si vigilara, se salvaría.
Despertémonos, pues, hermanos muy amados, tanto como seamos capaces.
Sacudamos el sueño de nuestra inercia. Estemos atentos a observar y practicar los
preceptos del Señor. Seamos tal como él nos ha prescrito ser cuando ha dicho:
“Permaneced en actitud de servicio y conservad encendidas vuestras lámparas. Sed
como los que esperan la llegada de su amo a su regreso de bodas para abrirle la
puerta en cuanto llegue y llame a la puerta. Dichosos los siervos que a su llegada,
el amo los encontrará en vela”.
Sí, permanezcamos en actitud de servicio, por miedo a que cuando venga el día de
salida, no nos encuentre preocupados y enredados. Que nuestra luz brille y
resplandezca en buenas obras, que nos conduzca de la noche del mundo a la luz de
la caridad eterna. Esperemos con solicitud y prudencia la llegada repentina del
Señor a fin de que, cuando llame a la puerta, nuestra fe esté despierta para recibir
del Señor la recompensa de su vigilancia. Si observamos estos mandatos, si
conservamos estas advertencias y estos preceptos, las astucias engañosas del
Acusador no nos abatirán durante nuestro sueño. Sino que, reconocidos como
siervos vigilantes, reinaremos con Cristo triunfante.
servicio brindado por el Evangelio del Día, www.evangeliodeldia.org”