Palabra de Dios
para alimentar tu día
Fr. Nelson Medina F., O.P
Tiempo Ordinario, Año Impar,
Semana No. 20, Miércoles
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Lecturas de la S. Biblia
Temas de las lecturas: Pedisteis un rey, siendo así que el Señor es vuestro rey *
Señor, el rey se alegra por tu fuerza. * ¿Vas a tener tú envidia porque soy yo
bueno?
Textos para este día:
Jueces 9,6-15:
En aquellos días, los de Siquén y todos los de El Terraplén se reunieron para
proclamar rey a Abimelec, junto a la encina de Siquén. En cuanto se enteró Yotán,
fue y, en pie sobre la cumbre del monte Garizín, les gritó a voz en cuello: "¡Oídme,
vecinos de Siquén, así Dios os escuche! Una vez fueron los árboles a elegirse rey, y
dijeron al olivo: "Sé nuestro rey." Pero dijo el olivo: "¿Y voy a dejar mi aceite, con
el que engordan dioses y hombres, para ir a mecerme sobre los árboles?" Entonces
dijeron a la higuera: "Ven a ser nuestro rey." Pero dijo la higuera: "¿Y voy a dejar
mi dulce fruto sabroso, para ir a mecerme sobre los árboles?" Entonces dijeron a la
vid: "Ven a ser nuestro rey." Pero dijo la vid: "¿Y voy a dejar mi mosto, que alegra
a dioses y hombres, para ir a mecerme sobre los árboles?" Entonces dijeron a la
zarza: "Ven a ser nuestro rey." Y les dijo la zarza: "Si de veras queréis ungirme rey
vuestro, venid a cobijaros bajo mi sombra; y si no, salga fuego de la zarza y devore
a los cedros del Líbano.""
Salmo 20:
Señor, el rey se alegra por tu fuerza, / ¡y cuánto goza con tu victoria! / Le has
concedido el deseo de su corazón, / no le has negado lo que pedían sus labios. R.
Te adelantaste a bendecirlo con el éxito, / y has puesto en su cabeza / una corona
de oro fino. / Te pidió vida, y se la has concedido, / años que se prolongan sin
término. R.
Tu victoria ha engrandecido su fama, / lo has vestido de honor y de majestad. / Le
concedes bendiciones incesantes, / lo colmas de gozo en tu presencia. R.
Mateo 20,1-16:
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos esta parábola: "El reino de los cielos se
parece a un propietario que al amanecer salió a contratar jornaleros para su viña.
Después de ajustarse con ellos en un denario por jornada, los mandó a la viña.
Salió otra vez a media mañana, vio a otros que estaban en la plaza sin trabajo, y
les dijo: "Id también vosotros a mi viña, y os pagaré lo debido." Ellos fueron. Salió
de nuevo hacia mediodía y a media tarde e hizo lo mismo. Salió al caer la tarde y
encontró a otros, parados, y les dijo: "¿Cómo es que estáis aquí el día entero sin
trabajar?" Le respondieron: "Nadie nos ha contratado." Él les dijo: "Id también
vosotros a mi viña."
Cuando oscureció, el dueño de la viña dijo al capataz: "Llama a los jornaleros y
págales el jornal, empezando por los últimos y acabando por los primeros." Vinieron
los del atardecer y recibieron un denario cada uno. Cuando llegaron los primeros,
pensaban que recibirían más, pero ellos también recibieron un denario cada uno.
Entonces se pusieron a protestar contra el amo: "Estos últimos han trabajado sólo
una hora, y los has tratado igual que a nosotros, que hemos aguantado el peso del
día y el bochorno." Él replicó a uno de ellos: "Amigo, no te hago ninguna injusticia.
¿No nos ajustamos en un denario? Toma lo tuyo y vete. Quiero darle a este último
igual que a ti. ¿Es que no tengo libertad para hacer lo que quiera en mis asuntos?
¿O vas a tener tú envidia porque yo soy bueno?" Así, los últimos serán los primeros
y los primeros serán los últimos
Homilía
Temas de las lecturas: Pedisteis un rey, siendo así que el Señor es vuestro rey *
Señor, el rey se alegra por tu fuerza. * ¿Vas a tener tú envidia porque soy yo
bueno?
1. ¿Qué tan bueno es reinar?
1.1 La pregunta ofende en un mundo ávido de poder. Es en cambio pertinente en el
contexto de un pueblo elegido sin merecerlo y amado más allá de sus rebeldías,
como es el caso con el pueblo de Israel. Un pueblo amado y bendecido; un pueblo
desagradecido y rebelde. ¿Para qué ser rey en un pueblo así?
1.2 En cierto modo este es el enfoque que nos presenta, con pintoresco ropaje
literario, la primera lectura de hoy: ¿es que acaso es DESEABLE reinar? Los
distintos personajes —árboles, en este caso—caricaturizan las mentiras que nos
decimos para hacer deseable el poder.
1.3 El olivo representa el engaño de quien deja el espacio en donde es útil para ser
presuntuosamente inútil. La higuera hace el papel de quien deja de ser grato para
cargarse con la antipatía del que se levanta sobre todos. La vid representa el que
pierde el sentido de la gratuidad y la alegría por embriagarse en la codicia de
dominar a otros.
1.4 Por otro lado, está la zarza. Carece de la utilidad del olivo, la dulzura de la
higuera y la alegría de la vid. No es realmente provechosa ni amable, y lo que
ofrece, su sombra, es más una burla que otra cosa. Sólo una cosa tiene clara esta
zarza: su orgullo. Si es que están tratando de burlarse, ya tiene preparado su fuego
para acabar hasta con los cedros del Líbano. Un mensaje que debiéramos escuchar
todos.
2. Los últimos y los primeros
2.1 Parece cosa comprobada que Jesús utilizó algunos de los recursos
"pedagógicos" que eran de uso frecuente entre los maestros rabinos. Expresiones
como "los últimos serán los primeros, y los primeros, los últimos" tienen una fuerza
mnemotécnica muy grande. Resultan fáciles de recordar por su estilo paradójico y
por la multitud de situaciones a los que pueden aplicarse. Jesús utilizó varias de
esas expresiones paradójicas. Otra, por ejemplo, es: "el que se humilla será
ensalzado y el que se ensalza será humillado". Y otra semejante: "nada hay oculto
que no llegue a saberse". Este modo de hablar hacía que las enseñanzas del Señor
quedaran grabadas pronta y profundamente en el corazón de sus oyentes, incluso
si no podían escuchar completos largos discursos.
2.2 El evangelio de hoy pone en escena un pequeño drama que ilustra por qué hay
primeros que resultan últimos y últimos que quedan de primeros.
2.3 Los "primeros" en este caso son los que fueron contratados en primer lugar;
consiguientemente, los "últimos" corresponden a los que llegaron al caer de la
tarde. Para todos el poder trabajar fue en sí mismo un regalo, porque todos
estaban perdiendo la vida sin dirección ni sentido, pero ese regalo dejó de serlo en
la mente de aquellos que lo recibieron primero. Para ellos el regalo se volvió tedio,
y la oportunidad, una tarea. Llegar de primeros no aumento su gratitud sino su
capacidad de crítica y su sensibilidad al propio dolor o incomodidad. Por eso
acabaron de últimos.
2.4 A nosotros puede sucedernos lo mismo. En ocasiones sucede que quien ha
tenido menos ocasiones de pecar no por ello cuenta en su balance más ocasiones
para agradecer. Y pasa también que quien llevó una vida lejana al Señor cuando le
descubre avanza más y mejor que los que siempre estuvieron cercanos a él.