EVANGELIO DEL DIA
¿ Señor, a quién iremos?. Tú tienes palabras de vida eterna. Jn 6, 68
Evangelio según San Mateo 19,23-30.
Jesús dijo entonces a sus discípulos: "Les aseguro que difícilmente un rico entrará
en el Reino de los Cielos.
Sí, les repito, es más fácil que un camello pase por el ojo de una aguja, que un rico
entre en el Reino de los Cielos".
Los discípulos quedaron muy sorprendidos al oír esto y dijeron: "Entonces, ¿quién
podrá salvarse?".
Jesús, fijando en ellos su mirada, les dijo: "Para los hombres esto es imposible,
pero para Dios todo es posible".
Pedro, tomando la palabra, dijo: "Tú sabes que nosotros lo hemos dejado todo y te
hemos seguido. ¿Qué nos tocará a nosotros?".
Jesús les respondió: "Les aseguro que en la regeneración del mundo, cuando el Hijo
del hombre se siente en su trono de gloria, ustedes, que me han seguido, también
se sentarán en doce tronos, para juzgar a las doce tribus de Israel.
Y el que a causa de mi Nombre deje casa, hermanos o hermanas, padre, madre,
hijos o campos, recibirá cien veces más y obtendrá como herencia la Vida eterna.
Muchos de los primeros serán los últimos, y muchos de los últimos serán los
primeros.
Comentario del Evangelio por:
San Gregorio Magno (c. 540-604), papa y doctor de la Iglesia
Homilía 5 sobre el Evangelio.
«He aquí que nosotros hemos dejado todo por seguirte»
Vosotros habéis entendido, mis queridos hermanos, que Pedro y Andrés han
abandonado sus redes para seguir al Redentor a la primera voz de su llamada (Mt
4, 20)... Puede ser que alguno se diga todo bajo: Para obedecer a la llamada del
Señor, ¿ que es lo que estos dos pescadores han abandonado, ellos que no tenían
casi nada? Pero en esta materia, nosotros debemos considerar las disposiciones del
corazón antes que la fortuna. Ha dejado mucho, el que nada retenía para él; ha
dejado mucho el que ha abandonado todo, lo mismo si es poca cosa. Nosotros que
poseemos, lo conservamos con pasión, y esto que no tenemos, lo perseguimos
nosotros con el deseo. Sí, Pedro y Andrés han dejado mucho, puesto que el uno y
el otro han abandonado el deseo de poseer. Ellos han abandonado mucho, puesto
que han renunciado a sus bienes y también han renunciado a sus codicias.
Siguiendo al Señor, ellos han renunciado a todo lo que habrían podido desear si no
le hubieran seguido.
servicio brindado por el Evangelio del Día, www.evangeliodeldia.org”