EVANGELIO DEL DIA
¿ Señor, a quién iremos?. Tú tienes palabras de vida eterna. Jn 6, 68
Evangelio según San Mateo 22,1-14.
Jesús les habló otra vez en parábolas, diciendo:
"El Reino de los Cielos se parece a un rey que celebraba las bodas de su hijo.
Envió entonces a sus servidores para avisar a los invitados, pero estos se negaron a
ir.
De nuevo envió a otros servidores con el encargo de decir a los invitados: 'Mi
banquete está preparado; ya han sido matados mis terneros y mis mejores
animales, y todo está a punto: Vengan a las bodas'.
Pero ellos no tuvieron en cuenta la invitación, y se fueron, uno a su campo, otro a
su negocio;
y los demás se apoderaron de los servidores, los maltrataron y los mataron.
Al enterarse, el rey se indignó y envió a sus tropas para que acabaran con aquellos
homicidas e incendiaran su ciudad.
Luego dijo a sus servidores: 'El banquete nupcial está preparado, pero los invitados
no eran dignos de él.
Salgan a los cruces de los caminos e inviten a todos los que encuentren'.
Los servidores salieron a los caminos y reunieron a todos los que encontraron,
buenos y malos, y la sala nupcial se llenó de convidados.
Cuando el rey entró para ver a los comensales, encontró a un hombre que no tenía
el traje de fiesta.
'Amigo, le dijo, ¿cómo has entrado aquí sin el traje de fiesta?'. El otro permaneció
en silencio.
Entonces el rey dijo a los guardias: 'Atenlo de pies y manos, y arrójenlo afuera, a
las tinieblas. Allí habrá llanto y rechinar de dientes'.
Porque muchos son llamados, pero pocos son elegidos".
Comentario del Evangelio por:
San Agustín (354-430), obispo de Hipona (África del Norte), doctor de la
Iglesia, Padre de la Iglesia Latina
Sermón 90,5-6.
«El vestido de boda»
¿Cuál es el vestido de boda, el traje nupcial? El Apóstol nos dice:»Los preceptos no
tienen otro objeto que el amor, que brota del corazón limpio, de la buena
conciencia y de la fe sincera»(1Tm 1,5). Este es el traje de fiesta. Pero no un amor
cualquiera, pues muchas veces parecen amarse incluso hombres cómplices de una
mala conciencia. Pero en ellos no hallamos ese amor. Pero estos que se someten
juntos al bandidaje, a los maleficios, estos que se reúnen comediantes del amor,
cocheros y gladiadores, se aman generalmente entre ellos, pero no es la caridad
que nace de un corazón puro, de la buena conciencia y de la fe sincera: pues, un
amor así es el traje de fiesta.
Revestios pues del traje nupcial, si es que aún no lo tenéis. Ya vosotros habéis
entrado en la sala del festín, podéis acercaros a la mesa del Señor, pero no tenéis
todavía el honor del esposo, el traje nupcial: buscáis aún vuestros intereses y no
los de Jesucristo. El vestido nupcial tiene como finalidad honrar la unión conyugal,
es decir, al Esposo y la Esposa. Conocéis al Esposo: es Cristo. Conocéis a la Esposa:
es la Iglesia. Rendid honor a la que es esposa, rendid honor también al que es el
esposo.
servicio brindado por el Evangelio del Día, www.evangeliodeldia.org”