XXI Domingo del Tiempo Ordinario, Ciclo C
“NO BALCONEEN”
Esta expresión criolla y tan familiar de Francisco en Río es un hondo llamado a
los bautizados del mundo entero, a dejar de ser espectadores y tomar en serio
su FE CRISTIANA. Basta de sentarse ante el Televisor o escuchar Radio o tal vez
leer algún diario para simplemente saber qué está pasando en nuestro mundo
local, nacional o internacional. Basta de simples protestas o lamentos por lo que se
ve o se escucha…
Lo que acontece en este mundo me compromete como cristiano . La
indiferencia ante los hechos no es cristiana…ni siquiera humana… Cada bautizado
ante lo bueno o malo es tocado en su propia identidad y se ha de decir ¿si no es a
mí? ¿a quién? y ¿sino es ahora?…¿cuando?… y ¿si no es así? ¿cómo?
Todo lo que me rodea me interpela para agradecer y alabar al Creador lo
bueno…para transformar lo malo en bien para los demás… La vida de un cristiano
es la del que no vive para sí sino para servir haciendo el bien como el mismo Jesús
del que se dijo: “pasó haciendo el bien” La vida cristiana, la existencia de un
bautizado es una existencia para hacer el bien a los demás. Es misión . Claro, es
seguimiento a Jesús quién convoca para hacer discípulos quienes a su vez han de
hacer discípulos a quienes tratan o encuentran en la propia existencia. Jesús reúne
discípulos para enviarlos en misión de testigos de su Evangelio. Es lo que se llama
evangelizar- catequizar- misionar Por eso, San Pablo hablando a los cristianos de su
tiempo les decía “Hay de mi sino evangelizo” y los demás apóstoles y las primeras
comunidades cristianas concientes que Jesús los convocaba pasaban a la categoría
de seguidores de Jesús y de seguidores a discípulos y de discípulos a testigos con
frecuencia hasta dar la vida por Jesús y su Evangelio. En fin, se bautizaban como
signo de estar capacitados por el mismo Jesús de vivir su mandato vayan por el
mundo que les toque vivir para dar testimonio hasta derramar su propia sangre.
Con la muerte y resurrección de Jesús se ha abierto para la humanidad un nuevo
modo de vivir. En lugar de pasar indiferente ante el mal ajeno, interesarse por lo
que está aconteciendo alrededor para mejorar la vida de los demás y no solo
pensar en uno mismo. Ha aparecido una nueva raza de hombres y mujeres,
escribía el historiador pagano Suetonio en los primeros siglos de la era cristiana,
que se separan del resto de la ciudadanía romana, pero, se distinguen por su
bondad, amor solidario, entre ellos y con la gente que no tiene lo necesario para
una vida humana digna. Esta “nueva raza” fueron los primeros hombres y mujeres
romanos bautizados porque creyeron en el Judío crucificado a las afueras de
Jerusalén bajo el poder del gobernador Pilato pero ahora era el VIVIENTE que
estaba presente en medios ellos dándoles poder de hacer surgir condiciones de vida
dignas, fraternas, solidarias, una vida humana y humanizante.
Han pasados siglos y la humanidad ha progresado a nivel técnico en forma
increíble…Pero ahí están los adelantos técnicos que maravillan pero que también se
temen… porque destrozan dividen y matan…La humanidad progresa y se
deshumaniza.
Los discípulos-testigos-misioneros de Jesús (los bautizados) no podemos quedar
indiferentes ante el abismo inquietante que se está abriendo entre el progreso
técnico y nuestro desarrollo espiritual. Un dato elemental; ¿los bautizados del siglo
XXI están preparados para ver y escuchar la noticia del día? ¿Miran y escuchan con
la mirada y el oído de Jesús? Acaso la mayoría ¿no son más bien mentalizados por
las diversas ideologías y pensamientos de los que “arman” los noticieros y demás
programas ? ¿Están impregnados del pensamiento y actitudes de Jesús ante la vida
humana para ser capaces de discernir entre la verdad o el error para vivir cada día
con más humanidad? ¿ Cómo encontrar a Jesús enviado por el Padre Dios
para humanizar nuestro mundo tecnificado? (En próximas homilías intentaré
dialogar sobre estos interrogantes esperando la opinión de Uds. al respecto)
Miguel Esteban Hesayne – Obispo
mehm@fibertel.com.ar