EVANGELIO DEL DIA
¿ Señor, a quién iremos?. Tú tienes palabras de vida eterna. Jn 6, 68
sábado 31 Agosto 2013
Sábado de la vigésima primera semana del tiempo ordinario
Primera Carta de San Pablo a los Tesalonicenses 4,9-12.
Acerca del amor fraterno, no es necesario que les escriba, porque Dios mismo les
ha enseñado a amarse los unos a los otros,
y así lo están haciendo con todos los hermanos de Macedonia. Pero yo los exhorto,
hermanos, a hacer mayores progresos todavía.
Que sea cuestión de honor para ustedes vivir en paz, cumpliendo cada uno sus
obligaciones y trabajando con sus manos, de acuerdo con mis directivas.
Así llevarán una vida digna a la vista de los paganos y no les faltará nada.
Salmo 98(97),1.7-8.9.
Entonen al Señor un canto nuevo,
pues ha hecho maravillas,
la salvación provino de su diestra,
de su brazo de santidad.
¡Rujan el mar y todo lo que contiene,
el mundo y todos los que lo habitan!
Aplaudan los ríos y los montes
griten de alegría delante del Señor,
porque ya viene, porque ya viene a juzgar la tierra.
Juzgará al mundo con justicia
y a los pueblos según su derecho.
Evangelio según San Mateo 25,14-30.
El Reino de los Cielos es también como un hombre que, al salir de viaje, llamó a sus
servidores y les confió sus bienes.
A uno le dio cinco talentos, a otro dos, y uno solo a un tercero, a cada uno según
su capacidad; y después partió. En seguida,
el que había recibido cinco talentos, fue a negociar con ellos y ganó otros cinco.
De la misma manera, el que recibió dos, ganó otros dos,
pero el que recibió uno solo, hizo un pozo y enterró el dinero de su señor.
Después de un largo tiempo, llegó el señor y arregló las cuentas con sus servidores.
El que había recibido los cinco talentos se adelantó y le presentó otros cinco.
'Señor, le dijo, me has confiado cinco talentos: aquí están los otros cinco que he
ganado'.
'Está bien, servidor bueno y fiel, le dijo su señor, ya que respondiste fielmente en lo
poco, te encargaré de mucho más: entra a participar del gozo de tu señor'.
Llegó luego el que había recibido dos talentos y le dijo: 'Señor, me has confiado dos
talentos: aquí están los otros dos que he ganado'.
'Está bien, servidor bueno y fiel, ya que respondiste fielmente en lo poco, te
encargaré de mucho más: entra a participar del gozo de tu señor'.
Llegó luego el que había recibido un solo talento. 'Señor, le dijo, sé que eres un
hombre exigente: cosechas donde no has sembrado y recoges donde no has
esparcido.
Por eso tuve miedo y fui a enterrar tu talento: ¡aquí tienes lo tuyo!'.
Pero el señor le respondió: 'Servidor malo y perezoso, si sabías que cosecho donde
no he sembrado y recojo donde no he esparcido,
tendrías que haber colocado el dinero en el banco, y así, a mi regreso, lo hubiera
recuperado con intereses.
Quítenle el talento para dárselo al que tiene diez,
porque a quien tiene, se le dará y tendrá de más, pero al que no tiene, se le quitará
aun lo que tiene.
Echen afuera, a las tinieblas, a este servidor inútil; allí habrá llanto y rechinar de
dientes'.
Comentario del Evangelio por:
San [Padre] Pio de Pietrelcina (1887-1968), capuchino
Buona giornata 5, 3/1
“Mucho después, llegó su amo.” (cf Mt 24,50)
“Hermanos míos, hasta ahora no hemos hecho nada todavía. ¡Empecemos hoy!”
San Francisco se hizo a sí mismo esta exhortación. ¡Hagamos nosotros lo mismo!
Es verdad, todavía no hemos hecho nada, o casi nada. Los años se han seguido uno
tras otro sin que nos hubiéramos preguntado qué hemos hecho con el tiempo. ¿No
hay nada en nuestra conducta que necesite modificarse, nada que añadir, nada que
quitar? Hemos vividos despreocupados, como si nunca tuviera que llegar aquel día
en que el juez eterno nos llame para dar cuenta de nuestras acciones y de cómo
hemos aprovechado nuestro tiempo.
¡No perdamos el tiempo! No hay que dejar para mañana lo que se puede hacer hoy.
¡Las tumbas rebosan de buenas intenciones! Y desde luego ¿quién nos asegura que
mañana viviremos? ¡Escuchemos la voz de nuestra conciencia. Es la voz del
profeta: “Ojalá escuchéis hoy la voz del Se￱or, no endurezcáis el coraz￳n!” (Sal
94,7.8)
No poseemos más que el momento presente. Vigilemos, pues, y vivámoslo como
un tesoro que nos ha sido confiado. El tiempo no nos pertenece. No lo
malgastemos.
servicio brindado por el Evangelio del Día, www.evangeliodeldia.org”