HOMILIA DEL DOMINGO XXIII.- CICLO C
Jesús establece tres condiciones para ser discípulo suyo, y por tanto para ser cristiano:
I.- La primera condición es un amor a El como el que exigió Yahvé a su pueblo
elegido , con dos propiedades:
a) Que sea sobre todas las cosas
b) Que sea absoluto , con todo tu corazón, con toda tu mente, con todas tus fuerzas, y
con todo tu ser. Hay que fijarse bien en que no basta amar a Dios sobre todas las cosas,
sino que hay que amarle también de modo absoluto. Pero este amor no es , como a
primera vista parece, un amor excluyente , sino incluyente : porque Dios Padre ha querido
poner en nosotros el Amor que en su Hijo tiene , para que con ese mismo amor
nosotros amemos a El y a los demás, empezando por nuestros padres y demás familiares
y también para que los esposos se amen entre sí, con el mismo Amor con que Cristo amó
a su Iglesia. En síntesis Dios Padre quiso que el amor que tiene en su Hijo , sea el
fundamento y el motor de todos nuestros auténticos amores.
Nosotros podemos comprender esto mejor que la multitud que escuchó a Cristo antes de
su muerte, porque debemos centrar nuestro amor en Cristo crucificado . ( El resucitado es
el crucificado, la muerte de Cristo fue eternizada en su Gloria ) por eso Cristo es
siempre el crucificado . En su muerte por amor se nos ha revelado de verdad, el amor
infinito de Dios en Cristo y por tanto este amor está por encima de cualquier otro amor,
por ser el infinito.
Esto se lo hizo comprender Dios a la Beata Ángela de Foligno, cuando estaba meditando
sobre la Pasión, sintió resonar en su mente con gran fuerza estas palabras:” Ángela, yo
no te he amado de broma”. Empezó a llorar al darse cuenta de que su amor para con
Jesús no había sido hasta entonces mas que una broma, comparado con el de Cristo
para con ella. Desde aquel momento decidió entregarse a Cristo de veras y a amarle
con todo su ser .
Solo Dios basta , porque teniéndole a EL , es tener su Amor y además se tiene el
fundamento y el motor de toda Vida plenamente humana y de todos nuestros auténticos
amores. El alma no recogida en un solo apetito de Dios pierde al calor y el vigor en
la virtud ” 1SX, 1. No se empieza por la renuncia sino por el amor a Cristo, centro de
nuestra vida.
II.- El que no toma su Cruz …..
¿En que consiste nuestra Cruz con la que debemos cargar?
Hay que distinguir otras cruces de esta cruz :
A) Hay cruces que atrapan al hombre , la droga, el placer por el placer, la pasión, el
falso amor, el juego vicioso, las neurosis obsesivas y los bloqueos psíquicos, de
estas cruces hay que huir.
B) Hay cruces que te endosa la gente, la calumnia, la ingratitud, la infidelidad, la
traición del amigo, etc. Estas cruces hay que evitarlas si es posible y si no, hay
que saber soportarlas con entereza .
C) Hay cruces que son casi inevitables, los climas adversos, los trabajos, las crisis de
cada edad, los caracteres diversos y a veces hasta el propio carácter nos hace
sufrir, las enfermedades, los achaques. Estas cruces uno debe asumirlas con
paciencia .
La cruz con la que uno debe cargar voluntariamente , no consiste en ir en busca de
sufrimientos, en buscar el dolor, porque ni siquiera Jesús fue a buscarse su Cruz del
calvario , el tomó en obediencia a la voluntad del Padre, la que le pusieron los hombres
sobre sus hombros.
Por eso la cruz con la que el cristiano debe cargar voluntariamente consiste en:
1º.- Optar por la Justicia, la verdad y la libertad
Aceptando las consecuencias de esta opción que son, el sacrificio que esto
exige y la cruz que los hombres ponen sobre los que trabajan por la justicia, la
verdad y la verdadera libertad.
2º.- Seguir el dictado de la recta conciencia
Renunciando a la violencia, el aborto, a la eutanasia, al divorcio sin fundamento,
al ejercicio de la sexualidad desorbitada y anormal, etc.
3º.- Optar por el cumplimiento del deber
Procurando la obra bien hecha .
4º.- La cruz del ejercicio de la caridad para con el prójimo
Cuanto cuesta a veces saber perdonar y tratar al próximo como te gustaría que te
trataran a ti.
5º.- El sacrificio de nuestra vida cristiana realizada en el amor
San Pablo decía: Cada día estoy muriendo con Cristo, esto es una exigencia
interna de la inserción del bautizado en la muerte de Cristo.
Todas estas cruces son mi Cruz , que debo cargar con alegría, porque sin la
Cruz, no podemos realizarnos en el Amor, con ellas llegamos a nuestra perfección
que consiste en asemejarnos a Cristo.
Con estas cruces completo lo que falta a la pasión de Cristo . La Pasión de Cristo
que culminó en su muerte por amor, es un sacrificio perfecto y no se le puede añadir
nada para perfeccionarlo, pero para su aplicación a nosotros necesita nuestra
cooperación y así es como completamos lo que le falta a la pasión de Cristo, para la
formación de su cuerpo que es la Iglesia.
Por ellas avanzamos en nuestra unión con Dios por medio de nuestra unión con
Cristo, uniéndonos al sacrificio de su muerte .
Con ellas construimos un mundo mejor : La civilización del Amor.
Finalmente los sufrimientos de todas estas cruces no tienen comparación con los
gozos que Dios tiene preparados para aquellos que le aman , y aún en esta vida nos
reporta la Paz de Cristo , el gozo de su am or y una providencia especial del Padre y
así mismo recibiremos en esta vida el ciento por uno.
III.- QUIEN NO RENUNCIE A TODO LO QUE POSEE
No se trata de carecer de cosas, porque eso no libera al alma, pero no si tiene un afán
inmoderado de ellas, se trata de renunciar a todas las cosas que con la voluntad se
posee tanto materiales como espirituales.
Se trata de la renuncia al apego que el alma tiene a las criaturas, renuncia a todo afán
inmoderado no rectamente ordenado, según la recta razón. ¿ Por qué hemos de
renunciar a este apego ? Para que nuestro amor a Dios sea absoluto y para que
haciendo en nosotros el vacío total con el desapego de toda criatura y con la plenitud
de su amor Dios lo puede llenar.
No dañan al alma las cosas de este mundo pues no entran en ella , sino la mala
voluntad y el afán inmoderado por poseerlas, o el gozo no rectamente ordenado.
Dios no excluyó el gozo correcto , al contrario, todas las cosas las ha creado para
nosotros. Estas renuncias son purificaciones del alma y progresos en el amor y
conocimiento de Dios en Cristo que nos capacita para poder gozar de ellas por lo
que son en sí mismas; a saber:
Como reflejos de la sabiduría de Dios en Cristo
Como huellas de su hermosura
Como dones de su amor .
El ejemplo de la Beata Ángela de Foligno nos puede clarificar este evangelio:
Un día (cuando ya estaba adelantada en santidad), reflexionado sobre como era su
amor a Dios, se dio cuenta que El no era aún el absoluto, el único.
Amaba sí a Dios sobre todas las cosas, pero junto con Dios (amaba), tenía apegado
su corazón a otras cosas, por ejemplo los consuelos que Dios la enviaba, se buscaba
así misma en Dios pero no buscaba a Dios sólo. En aquel momento oyó una voz de
Cristo que le decía Ángela ¿que quieres? Y ella concentrándose con todas sus
fuerzas dijo: ¡ Quiero a Dios ! Ojala también nosotros en este día imitando a la beata
Ángela digamos de todo corazón:
Como la cierva sedienta busca corrientes de agua así mi alma te busca a ti Dios
mío, tiene sed de Dios, del Dios vivo .
Que yo te ame de veras y no de broma como hasta ahora, purifícame más y más
mediante el desasimiento de todo, para que tu amor sea el fundamento, el
centro y el motor de mi vida y de todos los amores de mi vida .
Padre Manuel Benito Fernández