HOMILIA DEL DOMINGO XXIX.- CICLO C
NECESIDAD Y DEBER DE ORAR SIEMPRE
I.- INTRODUCCIÓN
Previamente a esta parábola los fariseos , (que no creían que en Jesús se esté
inaugurando el tiempo del Reinado de Dios) le preguntaron a Jesús ¿cuándo iba a
llegar el Reinado de Dios? (Luc 17, 20).
1º) Jesús no solo declara que el Reino ya está actuando entre ellos (17,21) sino
también que el “Hijo del Hombre” es quién ya ha inaugurado su
advenimiento .
Pero antes de que llegue la plenitud de este advenimiento el Hijo del Hombre
padecerá la persecución y el rechazo (17, 25) y por tanto también a ellos les
pasará lo mismo .
Sólo la venida del Hijo del Hombre proporciona la salvación definitiva .
Entre tanto es necesario :
a) Orar con fe, siempre y sin desfallecer para que venga el Reinado de Dios .
b) Estar cada uno empeñado en experimentar y ayudar a experimentar a otros
la acción del Reino que ya está actuando para esto les propuso la parábola
del juez injusto y de la viuda abandonada.
2º) La equivocación más común es considerar que tal como la propia viuda
consiguió que se la hiciera justicia debido a su insistencia, del mismo modo los
discípulos van a ser oídos, a causa de su persistencia.
Pero esta interpretación es totalmente falsa. Hay que descartar toda clase de ideas
meramente mecánicas sobre la oración, como si Dios nos escuchara por nuestra
mucha repetición.
La lección que hay que sacar de la parábola no es que la insistencia en la oración
sea la causa de que la Iglesia va a ser vindicada últimamente sino que la certeza de
obtener lo que se pide debe impulsar a la comunidad a la continuidad en la oración
incluso cuando alrededor todo parezca excluir la esperanza de que hay respuesta.
La moraleja de la parábola se expresa al principio y al fin de la misma que es
necesario orar siempre sin desfallecer porque Dios sin tardar hará justicia a
los elegidos .
La parábola comienza presentando como un principio general, la necesidad y deber
de los discípulos de orar siempre, para que venga el Reinado del amor de Dios.
La parábola “ siempre ”, no debe ser entendida aquí como si significara
continuamente ” como en otros textos sino “ en todo tiempo ”, en el sentido de bajo
todas las circunstancias, por adversas que parezcan, cuando puede parecer que no
va a venir ninguna respuesta de parte de Dios y, por tanto nos hallamos en peligro
de desmayar, de cansarnos.
Y al final en la parábola se dice: “ Oíd lo que dice el juez injusto , como esta viuda
me causa molestias le voy a hacer justicia ” “Pues ¿ no hará Dios justicia a sus
elegidos que están clamando día y noche? ¿Les hará esperar? Os digo que le hará
justicia pronto ”.
La palabra pronto no está en contradicción con la espera . Es un modo
hiperbólico de asegurar la certeza del logro de la oración perseverante (Is 65,24).
En el Eclesiástico (35, 18-19) donde parece inspirarse este versículo se dice:
Que Dios …. No tardará en hacer justicia a los oprimidos ya en esta tierra .
Pero el Bien y la Justicia necesitan de nuestra actividad y compromiso.
Si el mal es un misterio, también lo es el hecho de que la justicia pase por nuestras
manos , lo que hacemos o dejamos de hacer en el terreno de la defensa de la justicia
depende no sólo de la credibilidad de la Iglesia sino también del Dios que predicó
Jesús como libertador y que nos pide mantengamos la esperanza .
Denunciar con valor las injusticias que se oponen a las promesas de liberación de Dios
forma parte de la evangelización porque da a los pueblos la esperanza que Dios no les
abandona y que es su Padre.
El cristiano es consciente de la compañía de Dios en su marcha hacia la justicia y la
fraternidad, y por ello no debe desfallecer . Y, puesto que esto no es posible sin la
ayuda de Dios, debe pedir fuerza en la oración para perseverar hasta implantar su
Reinado que es un Reinado de verdad y de vida, de justicia y de paz .
Si perseveramos en la oración pidiendo ayuda en la lucha por la justicia, Dios
hará justicia a sus elegidos .
La seguridad que les da de que Dios hará justicia, se expresa en el contraste entre el
juez injusto y el Juez justo divino, que fundamenta el argumento de lo menor a lo
mayor: Si el juez injusto hizo justicia a la viuda …….
El juez de toda justicia ” la hará con sus elegidos
1) El juez injusto se mantenía a distancia, nuestro juez justo es un padre que nos
pide nos acerquemos a Él. (Heb 4,16).
2) El juez de la parábola es un juez injusto, el nuestro es un Padre justo.
3) El juez injusto no estaba comprometido con la causa de la viuda, mientras que
Dios está comprometido con la misma causa por la que nosotros pedimos su
ayuda.
II.- LAS CONDICIONES DE LA ORACIÓN
La perseverancia de la oración es una de las condiciones, además de
atención, humildad, confianza y paciencia .
Esta virtud es necesaria porque Dios respeta la libertad del hombre y no quiere
imponerse a él, por eso muchas veces demora la concesión :
a) Para que conozcamos mejor nuestra necesidad.
b) Para que intensifiquemos nuestra fe y acudamos con más fe y fervor en la
oración.
c) Para que fortificados con la oración nuestros deseos de virtudes y dones de
gran valor, sean después más agradecidos, estimados y guardados con mayor
cuidado.
d) Para que hagamos en nuestra vida los cambios necesarios para poder recibir
los bienes pedidos.
III.- CUANDO VENGA EL HIJO DEL HOMBRE ¿CRÉEIS QUE HALLARÁ FE SOBRE
LA TIERRA?
Habiendo dicho que librará Dios a sus elegidos, da ahora la razón de que muchas
veces no lo hace, porque no había la fe requerida .
De modo que cuando venga el Hijo del Hombre al juicio, apenas encontrará a
quienes librar de esta manera, pues apenas hallará fe sobre la tierra .
La fe es como el alma de la oración que la hace eficaz y alcanza lo que le
pide .
Para que Dios cumpla ésta (la salvación) que es la más grande de todas las
promesas, es necesario orar siempre y sin desfallecer .
La venida del día de Dios se acelera:
- Mediante una vida moral (2Pe 3,12).
- Mediante penitencia (Act 3,19).
- Mediante la oración perseverante.
Jesús enseño a sus discípulos a implorar que venga el Reino de Dios en el Padre
nuestro, y por eso la oración continua de los primeros cristianos era:
¡ VEN, SEÑOR JESÚS !
IV.- OBJECCIONES MAS FRECUENTES CONTRA LA ORACIÓN PERSEVERANTE
Una de las objeciones más frecuentes y más fuertes contra la oración perseverante
es la que le hizo el demonio a Santa Teresa, le decía:
¿ Por qué te esfuerzas continuamente en el camino de la santidad y en la
oración perseverante ? Hagas lo que hagas Dios ya tiene decidido desde siempre
el curso de los acontecimientos, ¿ porqué intentas tú con tu oración cambiar una
decisión eterna ?
Santa Teresa le contestó :
Dios tiene previsto que yo me salvaré porque no te voy a hacer caso a ti en
esta tentación .
En esta frase Santa Teresa ha sintetizado la doctrina de Santo Tomás, que ella
aprendió del célebre teólogo Báñez.
La providencia divina no se limita a disponer la producción de tal o cual efecto sino
que también fija de que causas se ha de originar y en qué orden.
Entre las muchas causas existentes una de ellas son los actos humanos. Si los
hombres, por tanto son causa de algo esto no quiere decir que sus actos cambien
la disposición divina sino que, al hacer tal cosa, ejecutan un efecto que está de
antemano dispuesto por Dios .
Nuestra oración no tiende a cambiar la disposición divina , sino a obtener todo
aquello que Dios tenía dispuesto conceder por las oraciones nuestras y de las
almas santas .
Con nuestra petición merecemos recibir lo que Dios desde toda la eternidad tenía
pensado darnos, como dice San Gregorio.
Con ella la criatura viene admitida al mismo momento decisorio de Dios:
Es elevada a una dignidad increíble “ la dignidad de su causalidad ”.
Orar significa gestionar el propio destino y la propia libertad del modo más
profundo y auténtico , más que una obligación orar es un privilegio, una
concesión .
Padre Manuel Benito Fernández