HOMILIA DEL XII DOMINGO ORDINARIO.- CICLO C
“LA NEGACIÓN DE SI MISMO Y CARGAR CON LA CRUZ”
1.- INTRODUCCIÓN
A partir de la confesión de la divinidad de Cristo por Pedro, comenzó Jesús a
predecir que él tenía que morir a manos de sus enemigos y después resucitar en
cumplimiento de la voluntad del Padre.
No debió comunicarles antes esta noticia, porque se hubieran escandalizado y
quizá le hubieran abandonado sus discípulos.
Pero una vez que le reconocieron como Hijo de Dios era conveniente que les
anunciase su pasión, muerte y Resurrección para que cuando le vieran sufrir y
morir a manos de sus enemigos no dudasen de su divinidad.
Con lo cual les enseñaba también de modo claro y definitivo que él no era el
Mesías político y nacionalista que ellos esperaban , sino el Mesías profético del
dolor, el Siervo de Yahvé profetizado por Isaías.
2.- JESÚS EXPONE LAS CONDICIONES QUE DEBE TENER QUIEN QUIERA SER
SU DISCÍPULO
Después de reprender a Pedro porque no quería aceptar esta revelación de su
muerte, Jesús les expone las condiciones para ser discípulo suyo. Estas palabras
van dirigidas a todo creyente en Jesús; dicen San Lucas y San Marcos que llamó
así al pueblo, este pueblo representa a cuantos han de escuchar el mensaje de
Jesús. Por lo cual se debe pensar que estas palabras las dirige Jesús a cada uno
de nosotros.
Cuando Jesús se dirigía a los apóstoles para que le siguieran les exigía que lo
dejasen todo; aquí en cambio , no exige el abandono efectivo de los bienes
porque se dirige a todos los creyentes en él .
Pero si exige a todos el desprendimiento de nuestro dinero cuando podamos ayudar
al prójimo necesitado, sobre todo a los niños y niñas huérfanas de padre y madre,
como ha hecho siempre la Iglesia.
3.- EL FUNDAMENTO DE LAS DOS EXIGENCIAS
Cristo Con su muerte glorificadora se hizo nuestra salvación que consiste en
participar de la vida trinitaria de amor y esto no lo podemos conseguir sino
uniéndonos al acto de su entrega total y definitiva de su muerte glorificadora.
a) Cargando con la Cruz de cada día
b) Negándose a si mismo.
4.- CARGAR CON SU CRUZ DE CADA DÍA
En la redacción de esta frase se pensó en el Cireneo llevando la cruz detrás de
Jesús (M. Tuya)
Jesús pudo prever, aún humanamente, su condena a muerte por crucifixión, pero no
habló de la crucifixión porque no era necesario; lo esencial era que iba a ser matado
y el espectáculo de criminales camino de los calvarios llevando cada uno su cruz era
tan frecuente en Palestina que bien pudo Jesús acudir a esa metáfora para exponer
lo radical de sus exigencias.
Cargar con la cruz de cada día significa:
4.1 Imitar a Cristo en la entrega total de nuestra vida a la voluntad del
Padre en el amor sacrificado.
Porque sólo en el Hijo se ha agradado el Padre y el que a él más se
parece, más satisface al Padre.
4.2 Unir nuestros sacrificios, sufrimientos y dolores a los de Cristo
a) En el cumplimiento del deber.
b) En la atención a aquel que nos necesita.
c) En los dolores que nos vienen sin nosotros buscarlos.
d) En la lucha contra la injusticia.
Creyendo, como nos enseña San Pablo, que:
1) Los sufrimientos de esta vida no son comparables con los bienes que Dios tiene
preparados para aquellos que le aman.
2) Si morimos con Cristo viviremos por él.
3) Si nos unimos a la pasión y muerte de Cristo con la cruz de cada día
participaremos de la gloria de su Resurrección.
Para comprender esta exigencia de Cristo de cargar con la Cruz hay que conocer que
“LA CIENCIA SUPREMA DE LA CRUZ ES LA MISTICA DEL AMOR”
tal como lo explica Chiara Lubich cofundadora de los Hermanos de Foucault dice ella:
A) Recuerdo que cuando te encontré , amarte no me resultaba difícil . Quizás
porque eras Tú quién me encontró y Tú mismo te ocupabas de llenar mi corazón,
recuerdo que a veces me sentía como una llama y sabía que esa llama era un
don tuyo porque ya entonces comprendía un poco, por tu gracia, quién era yo y
quién eras Tú.
B) Después me indicaste el Camino de la Cruz , un camino para encontrarte:
En la Cruz , bajo toda Cruz - me dijiste - allí estoy Yo , abrázala y me
encontrarás ”.
Entonces cuando llegaba cada dolor, pensaba en ti y “ con un acto de voluntad
te decía mi “SI”…. Pero”la Cruz permanecía”: La tiniebla que oscurecía el alma , la
aflicción que la desgarraba. Así años y años, gimnasia la Cruz, ascética del amor.
C) Pero más tarde, Tú me enseñaste que amarte en el hermano y entonces
cuando encontraba el dolor (en el servicio al hermano) no me detenía en él (En el
dolor) sino que aceptándolo y “olvidándome de mi misma”, pensaba en quién
estaba a mi lado, después de pocos instantes, volviendo dentro de mí,
encontraba que el dolor se había diluido . La Cruz ya no permanecía.
D) Ahora el amor es algo distinto : No es solo voluntad , es todo mí ser entregado,
porque está transformado, poseído totalmente por el Amor, por el Espíritu y
participa de la Realidad Divina . Esta es la mística del Amor , ciencia suprema
de la Cruz . Sabía que Dios es Amor pero no creía que fuera así , eso es amar a
Dios y al prójimo con todo el ser , también así debe ser el amor de los esposos
4.- EL QUE QUIERA VENIR EN POS DE MI NIEGUESE A SI MISMO
Negarse a sí mismo no significa rechazar “lo que Dios nos concede ser como
vocación y misión” , sino todo lo contrario, llevarlo a su consumación .
No es renegar de la propia vida , sino encontrar lo que ella tiene de más preciado,
y gozarla con la mayor de las interioridades .
La negación de si mismo quiere decir dos cosas :
4.1 En primer lugar ponerse por completo a disposición divina posponiendo la
voluntad propia a la voluntad de Dios.
Preguntándome siempre ¿que es lo que Dios quiere de mi en cada momento?
4.2 Segundo significa:
- Renunciar a todo egoísmo
No enfocar la vida desde una postura egocéntrica.
4.3 Finalmente
- Renunciar al propio YO
A su modo mundano de sentir, de pensar, de actuar para adoptar el estilo de
vida de Jesús de manera que sienta, piense y actúe como él , hasta llegar
a amar a Dios con todo el corazón, con toda el alma, con todas sus fuerzas,
con todo su espíritu y con todo su ser .
Para llegar a ese amor pleno “con todo el ser” de ordinario se requiere un proceso largo
que es el camino de la vida espiritual, que consiste:
1º) En primer lugar desasimiento de todo apego a los objetos de los sentidos.
Purificar el gozo de los sentidos no significa despreciar las cosas sensibles sino
para no mirarlas egoísticamente, para poder verlas en su auténtica verdad y
dignidad esto es, como creación de Dios y don de Dios para nosotros .
Palacio para la esposa de Cristo, su Iglesia, eso es el mundo; vestigios del Verbo
divino son las cosas, llenas de esplendor y hermosura como dice San Juan de la
Cruz
Mil gracias derramando pasó por estos sotos con presura y lléndolos
mirando con sola su figura vestidos los dejó de su hermosura
2º) En segundo lugar desasimiento de todo apego a los bienes espirituales.
Purificando la memoria , el entendimiento y la voluntad.
Con esto se consigue ya un vacío total de sí pero es un vaciarse de sí, no para
quedar vacío sino para que pueda el amor de Dios llenar todo su ser.
Así se da la paradoja que la negación cristiana es plenitud; es para llenarse el
hombre del amor de Dios y así poder hacerse donación d e amor a Dios y a los
hermanos , llegando así a realizar, su vida en plenitud .
En síntesis: el amor es el principio y el fin de todo (San Juan de la Cruz)
De igual manera que la ciencia de la Cruz es la mística del amor, también la ciencia de
la negación cristiana es la mística del amor que Dios ha revelado a la gente sencilla
como dijo Jesús, sobre todo a las madres que aman a sus hijos hasta el olvido de sí
mismas.
Por ejemplo:
Mi madre una noche oyó los gritos de dolor de un hermano mío a quién le había salido
un tumor blanco en la espinilla de un pie, mi madre acudió inmediatamente y tuvo lacia
de acariciar con sus cabellos el lugar del pie donde sentía el dolor y al observar que
esto aliviaba su dolor se pasó toda la noche acariciando el pie con sus cabellos,
olvidándose de si misma
MATERIAL DE TRABAJO
Carta a los amigos de la Cruz de San Luís María Grignon
No basta sufrir, el demonio y el mundo también tienen sus mártires.
Hay que sufrir y llevar la cruz en pos de Jesucristo, es decir, llevar la cruz como él la
llevó, para ello he aquí las “ Reglas que deben guardarse ”:
NO BUSCARSE CRUCES DE PROPÓSITO Y POR CUENTA PROPIA
No hay que hacer las cosas mal para atraerse el desprecio de los hombres sino
imitar a Jesucristo de quien se dijo “ Que todo lo hizo bien ”.
Si os dedicáis a cumplir vuestros deberes lo mejor posible, no os faltarán
contradicciones, persecuciones ni desprecios.
TENER EN CUENTA EL BIEN DEL PRÓJIMO
Si os disponéis a hacer algo en si diferente que –aunque sin motivo- pudiera
escandalizar al prójimo, absteneos de hacerlo.
Este acto de caridad que hacéis vale infinitamente más de lo que queríais hacer.
Ni se debe pedir una muerte dolorosa para imitar a Cristo porque esto haría sufrir a
los familiares.
PEDIR A DIOS LA SABIDURÍA DE LA CRUZ
Debéis pedir la sabiduría de la Cruz , ciencia sabrosa y experimental de la verdad
que permite contemplar a la luz de la fe los misterios más ocultos, entre ellos, el de
la cruz. Sabiduría que no se consigue sino mediante duros trabajos , profundas
humillaciones y fervientes oraciones .
Pedir la sabiduría incesantemente sin temor de no alcanzarla e infaliblemente la
obtendréis. Entonces comprenderéis por experiencia propia, como se puede llegar a
desear, buscar y saborear la cruz en la parte superior del alma.
HUMILLARSE POR LAS PROPIAS FALTAS PERO SIN TURBACIÓN
Cuando cometáis alguna torpeza que os acarree alguna cruz humillaos dentro de
vosotros mismos sin ninguna turbación voluntaria diciendo por ejemplo en vuestro
interior ¡Señor! Estos son los frutos de mi huerto, y si en vuestra falta hubiere algún
pecado, aceptad la humillación como castigo de vuestro orgullo.
Muy a menudo, Dios permite que sus mejores servidores , los más elevados en
gracia, cometan faltas de las más humillantes para quitarles el pensamiento
orgulloso de las gracias que él les comunica y el bien que hace .
DIOS NOS HUMILLA PARA PURIFICARNOS
Debido a que los pensamientos humanos por la corrupción del pecado echan a
perder las mejores acciones y los dones más excelentes, por eso Dios oculta a los
suyos el amparo de sus rostros. ¡Cuantas humillaciones les procura! ¡Cuantos
tropiezos permite! ¡En cuantas tentaciones permite que se vean envueltos como San
Pablo! Cuan admirable es Dios en sus santos y en los caminos por los cuales los
conduce a la humildad y a la santidad.
EVITAR LOS ENGAÑOS DEL ORGULLO
¡Mucho cuidado! No vayáis a creer – como los devotos orgullosos y engreídos –
a) Que vuestras cruces son grandes
b) Que son prueba de vuestra fidelidad
c) Que son testimonio de un amor singular de Dios por vosotros
Pensad más bien:
1) Que es vuestro orgullo el que os lleva a considerar lo que es en realidad
una nadería, como una injuria atroz y un cruel abandono.
2) Que las cruces que Dios os manda no son en realidad sino castigos
amorosos por vuestros pecados (de orgullo) y no pruebas de benevolencia
especial.
3) Que por más cruces que Dios os envíe os perdona infinitamente más, pues
habéis merecido el infierno por vuestros pecados.
4) Que mezcláis lo humano y lo natural con la paciencia con que padecéis.
Prueba de ello son:
- Esa velada búsqueda de consuelos
- Esas disculpas rebuscadas e inmediatas
- Esas quejas – o más bien – maledicencias contra quienes os han hecho daño,
también formuladas y tan caritativamente dichas
- Ese volver y revolver deleitosamente los propios males
- Esa creencia luciferina de que sois de gran valía, etc.
-
APROVECHAR LOS SUFRIMIENTOS PEQUEÑOS MAS QUE LOS GRANDES
No desperdiciéis ni la menor partícula de cruz verdadera aunque solo sea las
insignificantes singularidades del vecino, una pequeña injuria voluntaria, la pérdida
de unos centavos, un ligero malestar, etc. sacad provecho de todo
A la menor contrariedad que os sobrevenga decir :
Bendito sea Dios, Gracias Dios mío .
SUFRIR TODA CLASE DE CRUCES
Estar dispuestos a padecer toda clase de pobreza, humillación, contradicción,
sequedad, abandono, dolor psíquico o físico, diciendo siempre.
Pronto está mi corazón ¡Dios mío! Está mi corazón dispuesto. (Sal 57,8)
AMAR LA CRUZ CON SABOR SOBRENATURAL
9.1 Cuando se habla de amor a la cruz no se habla de un amor sensible, esto es
imposible a la naturaleza en esta materia. Dios no nos pide amar la cruz con un
amor sensible.
9.2 Existe un amor racional del sufrimiento que nace del conocimiento de la felicidad
que hay que sufrir por Dios. Este amor no siempre es necesario para sufrir con
alegría.
9.3 Existe otro amor de la cima o ápice del alma que es el entendimiento iluminado
por la fe, mediante este amor, aun sin sentir alegría alguna en los sentidos, sin
percibir gozo razonable alguno en el alma amamos y saboreamos mediante la
luz de la fe la cruz que llevamos.
Mientras tanto la parte inferior se queja y busca alivio, entonces decimos Padre
si es posible pase de mí este cáliz pero no se haga mi voluntad sino la tuya o,
con la Santísima Virgen, aquí está la esclava del Señor, hágase en mí según tu
palabra.
Con uno de estos últimos amores hemos de aceptar y amar la cruz.
Padre Manuel Benito Fernández
CONTINUACIÓN DE SAN LUIS Mª GRIGNON
Hay cuatro motivos para sufrir como se debe:
1º) LA MIRADA DE DIOS
Como un gran rey, desde lo alto de una torre, contempla a sus soldados en medio
de la pelea complacido y alabando su valor.
¿Que es lo que contempla Dios complacido sobre la tierra?, las grandes victorias de
los ejércitos? Las piedras preciosas? En una palabra ¿las cosas que los hombres
consideran grandes?
“Lo que es grande para los hombres, es abominable ante Dios” (Luc 16, 15).
Entonces ¿qué es lo que mira con gozo y complacencia?, Dios mira al hombre que
lucha por EL contra el mundo, contra Satán y contra si mismo; al hombre que lleva
la cruz con alegría. El Señor dice a Satán en el libro de JOB:
¿Te has fijado en mi siervo JOB que sufre por mí?
2º) LA MANO DE DIOS
En segundo lugar considerad la mano del Señor. Permite todo el mal que nos
sobreviene de la naturaleza, nada sucede sin la voluntad de vuestro Padre celestial.
Así pues cuando alguien os injuria, decid como el Rey David :
No nos venguemos, pues se lo ha mandado el Señor . Reconozco que tengo
merecida toda esta clase de ultrajes y que Dios me castiga con justicia ; es un
embajador de Dios, viene enviado por su misericordia” que con ello me quiere
purificar” . No menospreciemos su misericordia , resistiendo a sus amorosos
golpes.
Con una mano todopoderosa e infinitamente prudente, Dios os sostiene , mientras os
corrige con la otra . Con una mano mortifica, con la otra vivifica .
Con su brazo todopoderoso, esto es, con su poder omnipotente alcanza del uno al
otro extremo de vuestra vida, de forma:
Suavemente , porque no permite que seáis tentados y afligidos por encima de
vuestras fuerzas.
Poderosamente, porque os ayuda por una gracia poderosa y proporcionada a la
fuerza y duración de la tentación o aflicción.
3º) LAS LLAGAS Y LOS DOLORES DE JESUS CRUCIFICADO
En tercer lugar contemplad las llagas y dolores de Jesucristo crucificado, el nos
dice:” Mirad si hay un dolor tan grande como mi dolor”.
Cuando la pobreza, la abyección, el dolor, la tentación y otras cruces os ataquen
armaos con el pensamiento de Cristo crucificado que os servirá de escudo. Coraza,
casco y espada con lo que conseguiréis la victoria sobre cualquier enemigo.
4º) EL CIELO DE LA HERMOSA CORONA
En cuarto lugar mirar en el cielo la hermosa corona que nos espera con tal que
llevemos debidamente la cruz.
Los patriarcas decían con Moisés : “Preferimos ser afligidos con el pueblo de Dios,
para ser felices con él eternamente, a disfrutar de las ventajas pasajeras del pecado”
(Heb 11, 24-26).
Los profetas decían con David :”Sufrimos grandes afrentas a causa de la
recompensa” (Sal 69, 8); (Jer.15, 16).
Los apóstoles y mártires decían con San Pablo :” NO tienen comparación los
sufrimientos de este mundo con aquello que Dios tiene preparado para aquellos que
le aman”.
Con nuestros dolores y sufrimientos, completamos lo que falta a la Pasión de Cristo.
Jesús con su muerte y Resurrección fue constituido en nuestra salvación, pero para
que esta se efectiva en nosotros, debemos unir a su muerte y Resurrección, el
sacrificio de nuestra vida.