HOMILIA DE LA FIESTA DE TODOS LOS SANTOS
CICLO C
I.- INTRODUCCIÓN
a) La Solemnidad de todos los Santos abarca a todos los fieles que están el cielo
aunque no estén beatificados o canonizados. Se refiere por tanto a todos los
bienaventurados
b) Esta solemnidad ha sido establecida por la Iglesia para celebrar el misterio de
la Comunión de los Santos que es un artículo importantísimo del Credo y es el
fundamento de nuestra debida devoción a ellos.
c) “ LA RAIZ DE LA COMUNIÓN DE LOS SANTOS ESTÁ EN LA TRINIDAD
Dios es Trinidad de personas cuya vida es donación total de si mutua .
El Padre por su infinito amor tuvo el designio eterno de hacer partícipes a los
hombres de esa comunión trinitaria de amor.
d) Pero no individualmente y aislados entre sí, sino comunitariamente
constituyendo una unidad misteriosa de los fieles con Cristo por su Espíritu , y
su efecto en nosotros la caridad, que llamamos la comunión de los santos, en
su Iglesia, en virtud de la cual los cristianos se van haciendo unos a otros y
crecen juntos.
Después de Pentecostés el sacramento de la fe que es el Bautismo nos
incorpora a la Iglesia que es comunión de los santos .
Pero el Bautismo está ordenado a una plenitud mayor que es la Eucaristía , el
Sacramento que Cristo instituyó en orden a realizar en su Iglesia la comunión de
los Santos.
II.- LA EUCARISTIA
La Eucaristía es el sacramento por excelencia de la comunión de los santos ,
(este es su fin primordial):
Esta comunión aparece en la Eucaristía en sus dos aspectos esenciales:
Sacrifico y Comunión
1) La Misa es el sacrificio del Cuerpo Místico .
Esto es, de Cristo y de su Iglesia que es su cuerpo. En él Cristo
asume el sacrificio de nuestras vidas realizadas en su Espíritu de
amor y lo une al suyo y se lo ofrece al Padre.
Así Cristo nos une a todos en su sacrificio y nosotros todos nos
unimos a Cristo en su sacrificio en unión con los ángeles y santos al
servicio de la reconciliación y el restablecimiento de la fragmentada
unidad . Por tanto la Eucaristía como sacrificio es el fundamento
íntimo del carácter comunitario de la Iglesia .
2) Debido a la Comunión personal de cada uno con Cristo .
En su mismo cuerpo vivificado y vivificante por el Espíritu, todos
formamos un solo cuerpo con ÉL .
Esta es la finalidad primordial de la Eucaristía: la constitución,
profundización e intensificación de la comunidad como cuerpo
de Cristo y una ofrenda cada vez más agradable al Padre
(Benedicto XVI)
III.- COMUNIÓN DE LOS SANTOS
Significa la participación de los bienes de la comunidad de salvación
solidariamente con los miembros de ésta comunidad .
El principio de esta participación es el amor de Dios “ Que ha sido derramado
en nuestros corazones por el Espíritu Santo que nos ha sido dado ” (Rom
5,5)
Ama el alma a Dios por el Espíritu Santo como el Padre y el Hijo se aman, como
dijo Jesús : “ La dilección con que me amaste esté en ellos y yo en ellos
(Jn 17,26) y San Juan de la Cruz
Este amor que es la gracia increada produce para ser verdaderamente nuestro
un efecto en nosotros, la caridad llamada la gracia creada. Por la caridad todos
somos uno en Cristo.
La Caridad produce la unidad por la que se realiza, entre los fieles, una
comunicación de los bienes espirituales , lo que hay en uno se inscribe para
beneficio del otro, como la salud de un miembro beneficia a la totalidad del
cuerpo en razón de la comunicación de todos, los unos con los otros por la raíz
de sus actos de caridad.
La caridad, con su principio radical, el Espíritu Santo al encontrase en todos los
miembros del cuerpo comunional de Cristo hace posible entre ellos una
intercomunicación de energía espiritual.
Porque los principio de unidad son tan reales y firmes, podemos creer más allá
del mundo y amar hasta el mundo de Dios, hasta en su corazón y con su
corazón. Por esta razón, la comunión de los santos se extiende hasta los
bienaventurados del cielo y a nuestros difuntos.
La oración por los difuntos se apoya en que la muerte no puede separarnos del
amor de Dios manifestado en Cristo comunicado a nosotros por su Espíritu.
La eficacia de esta oración se fundamenta en la unidad de la caridad .
IV.- “ LA ACCION DE LA GRACIA
La gracia es la que crea la comunión de los santos, la gracia es la
participación en el modo de ser del espíritu.
4.1 La gracia además de ser un vínculo de amor es fecundidad
santificadora
Todo el que vive en Cristo , Espíritu vivificante, se hace también él
espíritu que da vida, que santifica a aquellos a los que está unido en la
medida de su propia santificación . Santifica a otros con el poder de
la caridad que es el amor del Espíritu Santo en cada uno y que lo
santifica a él mismo .
Teniendo alguna experiencia del amor, el hombre sabe que el amor
une a unos con otros haciendo posible el mutuo enriquecimiento.
4.2 LA GRACIA CREADA AFECTA AL NUCLEO PERSONAL DEL
HOMBRE
El Espíritu Santo que es el Espíritu de Cristo transforma las
dimensiones fundamentales del ser del hombre que son: creer, esperar
y amar y las convierte en fe, esperanza y caridad como nuevo
fundamento de la existencia humana.
Y lo que era en el hombre una inclinación al infinito lo transforma en
tendencia activa hacia Dios-Padre de nuestro Señor Jesucristo.
El Espíritu Santo pone en el núcleo de nuestro ser el amor de Cristo y
surge el “ YO ” cristiano, la interioridad cristiana que vivifica todas las
potencias del hombre y santifica al hombre que a su vez santifica a
aquellos a los que está unido en la medida de su propia
santificación .
Por eso María se sitúa en el corazón de esta comunión por la plenitud de
santidad de amor que le es concedida y que la une a todos los fieles.
V.- LOS BIENAVENTURADOS
Por estar más íntimamente unidos a Cristo , consolidan más eficazmente a toda
la Iglesia en la santidad, ennoblecen el culto que ella misma ofrece a Dios en la
tierra y contribuyen de múltiple maneras a su dilatada edificación.
Los santos del cielo poseen e l poder de amar, de darse y de unirse y lo ejercen
en una intercesión permanente con los hombres que han conocido y amado y
con los que los invocan.
VI.- LOS SANTOS NOS ESTIMULAN CON EL EJEMPLO DE SU VIDA EN EL
CAMINO DE LA SANTIDAD
Debemos meditar y orar leyendo su biografía para:
1) Participar en su intimidad con Dios
2) Para que al mirar la vida de quienes siguen fielmente a Cristo,
encontremos nuevos motivos que nos impulsen a buscar la ciudad
celeste (Hech 13, 14-11, 10).
3) De ellos aprendemos cual sea el camino seguro que nos conduzca a
la perfecta unión con Cristo , o sea, a la santidad.
Dios manifiesta a los hombres en forma viva su presencia y su rostro, en
la vida de aquellos hombres que con mayor perfección se transformaron
en la imagen de Cristo .
VII.- LOS SANTOS NOS AYUDAN CON SU INTERCESIÓN DE DOBLE MANERA
1) Primero por una intercesión permanente
Consideremos primero su intercesión permanente por la fuerza del Espíritu
que brota de ellos. El Espíritu no es solo una fuerza de atracción hacia Dios y
de unión con él, es también una fuerza de envío por ser, la fecundidad divina ;
así es el Espíritu que glorificó a Cristo en Dios, lo resucitó en su Iglesia
que es su cuerpo; los santos del cielo son cooperadores de Cristo en ese
doble movimiento, son glorificados por el Espíritu y por él son dirigidos
hacia la tierra .
Nunca se es santo sólo para sí mismo : El don del espíritu, se manifiesta
siempre en el hombre para el bien del conjunto, el poder de amar, de darse,
de unirse a otro, lo poseen sobre todo los santos del cielo y lo ejercen
con los hombres terrestres con una permanente intercesión .
2) Segundo los santos son mediadores en Cristo ante Dios cuando los
invocamos en nuestra oración de petición .
Invocamos a los santos no, porque si no lo hacemos no intercederían por
nosotros, sino porque mediante los diversos actos que hacemos en su honor
para obtener una virtud o una gracia nos disponemos a recibir los efectos de
esa intercesión que existe permanentemente .
Cuando Dios nos lo concede, podemos decir que ha sido por mediación del
Santo porque ha sido su ejemplo el que ha estimulado nuestro deseo de
tener esa virtud o esa gracia , y pedirla por su mediación .
Con frecuencia nos imaginamos la oración por el estilo de las peticiones que
se dirigen a los hombres: Informándoles, inclinándoles a la bondad, para
obtener su intervención.
Pero Dios no tiene necesidad de nuestras oraciones ni para quedar informado,
ni para mostrase generoso . Dios quiere nuestra oración de petición para
que dilatemos nuestro corazón con los buenos deseos .
En la oración es el hombre el que sube a Dios , el que entra en comunión
con Él, con buenos deseos, y así es como Dios lo escucha , elevándolo hasta
comulgar con él y en esa comunión, el fiel participa de la acción salvífica de
Dios en el mundo .
El auténtico culto a los santos no consiste en la multiplicidad de los actos
exteriores, sino en la intensidad de un amor práctico por el cual buscamos
en los santos :
El ejemplo de su vida
La participación en su intimidad
Y la ayuda de su intercesión para obtener la virtud en que ellos
sobresalieron en su imitación de Cristo.
.
Sobre todo para que nos ayuden en el camino de la santidad a la que todos
estamos llamados .
ASI SEA
Padre Manuel Benito Fernández