HOMILIA DEL II DOMINGO ORDINARIO.- CICLO B
CORDERO DE DIOS QUE QUITA EL PECADO DEL MUNDO (Jn 1,35-42)
I.- INTRODUCCIÓN
En este evangelio debemos contemplar tres escenas:
1ª) Juan presenta a Jesús como el Cordero de Dios
2ª) La conversación de Jesús con sus dos discípulos
3ª) El testimonio que ellos dieron de Jesús.
1º) JUAN LLAMA A JESUS CORDERO DE DIOS :
El Bautista usó la palabra aramea (talja) que significa siervo y cordero y al traducirse
al griego se puso cordero pero son dos conceptos empleados por Isaías en sus
cánticos del Siervo de Yahvé (Cap.52) y del Siervo de Yahvé sufriente como cordero
llevado al matadero. (Cap.53)
A).- El Espíritu de Yahvé reposará sobre el Mesías , (como dice Isaías en la 1ª
lectura)” HE PUESTO SOBRE EL MI ESPÍRITU ” para que lleve la Ley a las
naciones (Isa 42,1ª).
B).- El derramará su Espíritu sobre el pueblo que hará a sus miembros tener una
vida santa y la fidelidad a Dios se hará universal.
C).- La supresión del pecado (será la característica de los tiempos mesiánicos) y
se deberá al triunfo de la ley, de la sabiduría y del conocimiento de Dios.
El Siervo de Yahvé trae sobre todo un conocimiento, como dice Isaías de él
(49,6) “ Te hago luz de las naciones para que mi salvación alcance hasta el
confín de la tierra
En síntesis el Bautista quería decir:
Ofrecemos cada día en el Templo dos corderos por los pecados del pueblo.
En adelante Jesús es el verdadero Cordero de Dios, es decir, el que Dios nos da, el
Siervo de Yahvé profeta, el mesías enviado por Dios para la supresión del “ pecado
del mundo ” por el conocimiento de Dios, y el cumplimiento de la ley.
El apóstol y evangelista San Juan retomó este tema del Bautista sobre el siervo de
Yahvé profeta que quita el pecado por medio de la verdad.
Se trata de una purificación por medio de la verdad que es como una semilla que
Dios pone en el corazón del hombre, como un germen de vida nueva; por la palabra
aceptada en fe se nace a la vida.
Pero es menester no dejarse arrebatar esa semilla de la palabra sino permanecer en
ella como principio de purificación y santificación (cf 1 Pe 2,2) para conocer mejor la
verdad y vivir más profundamente de ella.
Cristo dijo :
SI, PERMANECÉIS EN MI PALABRA, CONOCERÉIS LA VERDAD Y LA
VERDAD OS HARÁ LIBRES DE LA ESCLAVITUD DEL PECADO ” (Jn 8, 31-32)
San Juan apóstol repite esto en sus cartas (1 Jn 3, 4-8)
Sin embargo aun considerando las palabras del Bautista como una apelación a la
profecía de Isaías (52,13) no debemos excluir otras dos referencias.
1) La del Cordero Pascual
Porque el Cordero Pascual, en un sentido era la base de todos los sacrificios del
A.T.
a) No sólo por su importancia redentora para Israel
b) Sino como lo que los hacía el Pueblo de Dios, la Iglesia del A.T. (cf Act 7,38)
2) La del sacrificio diario en el Templo de un cordero, estas son sino directas por lo
menos implicadas.
De ahí que la institución del Cordero Pascual era ampliada y aplicada en el
sacrificio diario de un cordero, en el cual se mostraba esta doble idea de la
redención y la comunión de todo un pueblo.
Finalmente la profecía de Isaías 53 era la realización completa de estas dos ideas
en el Mesías. (Y el cordero pascual con el sacrificio diario que lo completaba, no
podía ser entendido sin la profecía de Isaías, y esta profecía no podía ser
entendida sin referencia a estos dos grandes tipos.
Hay un comentario judío del mismo tiempo de Jesús que explica que los
sacrificios de la mañana y de la tarde tenían por objeto expiar, el uno los pecados
de la noche y el otro los del día y de modo expreso los adscribe a la eficacia de un
Paráclito.
3) Finalmente si Jesús muere en la Cruz como el verdadero cordero pascual
Quiere decir, que es esta la hora de la salvación definitiva.
La expresión Cordero de Dios que quita el pecado del mundo significó para el
apóstol San Juan y posteriormente para toda la Iglesia que Cristo, verdadero
cordero pascual salva al mundo del pecado por medio de su muerte glorificadora
en la Cruz .
Esto se explicará más detenidamente en la homilía sobre la Resurrección.
El quitar el pecado presupone el llevar sobre sí mismo el pecado del mundo.
Pero no es necesario suponer que el Bautista entendiera claramente la manera en
que nuestro Salvador lo realizaría, algo que sólo mucho más adelante no sin gran
resistencia entendieron los seguidores del Cordero.
2º) LA CONVERSACIÓN DE JESÚS CON SUS DOS DISCÍPULOS
Puesto que todos los hechos de Cristo tienen un simbolismo transcendente, en este
encuentro de Jesús con sus discípulos podemos ver simbolizado todo seguimiento
de Cristo, también el nuestro, en las siguientes frases:
¿Qué buscáis? ¿Dónde moras? Venid y veréis. Si se fija uno en ellas, se observa
que están puestas con un simbolismo. Veámoslo
El punto de partida es la noticia sobre Jesús o el conocimiento testimonial de Cristo
en virtud del cual se decide seguirle para conocerle mejor y amarle más.
Y cuando un alma se acerca a Jesús para entablar amistad con él, oye allá en el
fondeo del corazón una voz que pregunta.
1º) ¿ Qué buscas? ¿Cuáles son tus deseos? ¿Me buscas de veras a mí? O
buscas al mismo tiempo algo que no te atreves a declarar ?
Dichoso el que puede responder. “ Te busco sólo a ti ”, pero
2º) ¿ Dónde moras? ¿Dónde te hallaré ?
Las primeras respuestas las da la fe: Jesús está en su Palabra, en la
Eucaristía, en la Iglesia, en el fondo de tu alma.
La novedad de los primeros hallazgos encubre y disimula sus deficiencias,
pues estas presencias invisibles y espirituales de Cristo no sacian al alma que,
llena de amor, ansía “ sentirle presente
Entonces siente aquella nostalgia tan maravillosamente cantada por San Juan
de la Cruz:
¿A dónde te escondiste
Amado y me dejaste con gemido?
Como el ciervo huiste,
Habiéndome herido
Salí tras ti clamando, y eras ido…….
Descubre tu presencia
Y muéstrame tu vista y hermosura,
Mira que la dolencia
De amor, no se cura
Sino con la presencia y la figura
3º) Venid y veréis
Dichoso aquel que oye, la invitación amorosa a sus discípulos “venid y veréis”,
que aplicándola a cada uno de nosotros es, “ vente conmigo y verás
a) Vente conmigo equivale a decir: Déjate a ti, a tu egoísmo y me hallarás a mí.
b) Y verás: Al acompañamiento amoroso sigue la visión o progresivo
conocimiento de Cristo. Este crecimiento del conocimiento de Cristo tiene
claridades siempre crecientes pero acompañadas de crecientes
oscuridades.
Cuánto más se ve, más se conoce lo que falta por ver como expresó San
Juan de la Cruz diciendo:
Cuánto más alto subía
Tanto menos entendía…..
Cuanto sabía primero
Mucho bajo le parece;
Y su ciencia tanto crece,
Que se queda no sabiendo,
Toda ciencia, trascendiendo.
Pero, con mayor o menor claridad, con mayores o menores tinieblas, hay que empeñarse
por conocer internamente a Jesús y crecer continuamente a ese “bienaventurado
conocimiento” como le llama San Pedro (2 Pe 3,18) y en su correspondiente amor.
Es el amor el que te irá iluminando de claridad en claridad hasta que llegues a la total
claridad de la luz eterna de la gloria.
Te irá haciendo ver como Cristo es camino verdad y vida, irá saciando tu sed de felicidad
y llenará de sentido tu existencia.
3º) EL TESTIMONIO QUE LOS DOS DICÍPULOS DIERON DE JESÚS
La tercera escena que tenemos que contemplar es que nosotros también debemos
dar testimonio de Jesús.
Es el amor a Jesús quién te impulsará a atraer otras almas al amor a Cristo que se
para ellas camino, verdad y vida, que sacie su sed de felicidad, y llene de sentido su
vida.
Así participarás más intensamente de su amor en el cielo porque dice Jesús:
El que practica estas cosas y las enseña así a los hombres será grande en el
reino de los cielos
En un mundo en el que se va perdiendo la fe en el amor y va aumentando la
seducción del placer sexual, cada uno de nosotros los cristianos, con nuestra vida
debemos ser testigos del amor y con nuestra palabra debemos proclamar:
He nacido para cosas mayores que para ser esclavo de mis pasiones, he nacido
para el amor
II.- APLIQUEMOS ESTE EVANGELIO A NUESTRA VIDA
1º) PERMANEZCAMOS FIELES A LA PALABRA DE CRISTO
Para que ella nos purifique y santifique, sea nuestro escudo contra los ataques del
maligno.
2º) MEDITEMOSLA CADA DÍA
Para que adoptemos los sentimientos y actitudes de Cristo, y vivamos los valores
evangélicos de la justicia, el amor y la fraternidad.
3º) QUE LA CELEBRACIÓN EUCARÍSTICA DOMINICAL DE LOS MISTERIOS DE
CRISTO ALIENTE NUESTRO COMPROMISO DE AMOR SERVICIAL AL
PRÓJIMO .
TERMINEMOS CON LA SIGUIENTE ORACIÓN :
Gracias Señor, por la misión que me confías de ser con Cristo signo de tu amor. Ayúdame
a mostrar en mi conducta que Jesús resucitado ha vencido el pecado en mi vida ; y que he
adoptado sus criterios y actitudes.
Y así poder proclamar con pleno convencimiento:
He nacido para cosas mayores que para ser esclavo de mis pasiones, he nacido
para el amor
Padre Manuel Benito Fernández