Palabra de Dios
para alimentar tu día
Fr. Nelson Medina F., O.P
Tiempo Ordinario, Año Impar,
Semana No. 24, Lunes
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Lecturas de la S. Biblia
Temas de las lecturas: Que se hagan oraciones por todos los hombres a Dios,
que quiere que todos se salven * Bendito el Señor, que escuchó mi voz suplicante.
* Ni en Israel he encontrado tanta fe
Textos para este día:
1 Timoteo 2,1-8:
Querido hermano: Te ruego, lo primero de todo, que hagáis oraciones, plegarias,
súplicas, acciones de gracias por todos los hombres, por los reyes y por todos los
que ocupan cargos, para que podamos llevar una vida tranquila y apacible, con
toda piedad y decoro. Eso es bueno y grato ante los ojos de nuestro Salvador, Dios,
que quiere que todos los hombres se salven y lleguen al conocimiento de la verdad.
Pues Dios es uno, y uno solo es el mediador entre Dios y los hombres, el hombre
Cristo Jesús, que se entregó en rescate por todos: éste es el testimonio en el
tiempo apropiado: para él estoy puesto como anunciador y apóstol -digo la verdad,
no miento-, maestro de los gentiles en fe y verdad. Quiero que sean los hombres
los que recen en cualquier lugar, alzando las manos limpias de ira y divisiones.
Salmo 27:
Escucha mi voz suplicante / cuando te pido auxilio, / cuando alzo las manos / hacia
tu santuario. R.
El Señor es mi fuerza y mi escudo: / en él confía mi corazón; / me socorrió, y mi
corazón se alegra / y le canta agradecido. R.
El Señor es fuerza para su pueblo, / apoyo y salvación para su Ungido. / Salva a tu
pueblo y bendice tu heredad, / sé su pastor y llévalos siempre. R.
Lucas 7,1-10:
En aquel tiempo, cuando terminó Jesús de hablar a la gente, entró en Cafarnaún.
Un centurión tenía enfermo, a punto de morir, a un criado a quien estimaba mucho.
Al oír hablar de Jesús, le envió unos ancianos de los judíos, para rogarle que fuera
a curar a su criado. Ellos, presentándose a Jesús, le rogaban encarecidamente:
"Merece que se lo concedas, porque tiene afecto a nuestro pueblo y nos ha
construido la sinagoga." Jesús se fue con ellos. No estaba lejos de la casa, cuando
el centurión le envió unos amigos a decirle: "Señor, no te molestes; no soy yo
quién para que entres bajo mi techo; por eso tampoco me creí digno de venir
personalmente. Dilo de palabra, y mi criado quedará sano. Porque yo también vivo
bajo disciplina y tengo soldados a mis órdenes, y le digo a uno: "Ve", y va; al otro:
"Ven", y viene; y a mi criado: "Haz esto", y lo hace." Al oír esto, Jesús se admiró de
él y, volviéndose a la gente que lo seguía, dijo: "Os digo que ni en Israel he
encontrado tanta fe." Y al volver a casa, los enviados encontraron al siervo sano .
Homilía
Temas de las lecturas: Que se hagan oraciones por todos los hombres a Dios,
que quiere que todos se salven * Bendito el Señor, que escuchó mi voz suplicante.
* Ni en Israel he encontrado tanta fe
1. Orar por el mundo
1.1 El apóstol Pablo nos llama a orar; a orar en serio. Nos apoyamos en algunas
reflexiones de Noel Quesson. De él son las palabras que sigue.
1.2 Cuántos hombres y mujeres, desgraciadamente, están "atados", inmovilizados
por limitaciones físicas o sociológicas o morales... de las cuales no pueden
liberarse.Cada uno conoce la terrible red en que se encuentra atrapado: este
sufrimiento tenaz, este fracaso lacerante, este hábito que no logramos erradicar,
este rasgo de temperamento que nos pesa, este pecado que nos tiene atados, esta
situación sin aparente salida humana, esta preocupación por el dinero o el porvenir,
esta preocupación ante los comportamientos de los niños, de los bebés. ¡Pobre
humanidad! Habría que taparse los ojos, para no ver tanta angustia.
1.3 Recitar los salmos, celebrar el Oficio, no es de ninguna manera marginarse de
la realidad de este mundo. Nuestro "oficio" es justamente orar por el mundo. La
condición humana en su totalidad está presente en los salmos. ¡El grito de mi
oración! La Biblia es con frecuencia más "veraz" que nosotros. En occidente, a
menudo hemos suavizado la religión, la hemos civilizado, la hemos hecho culta. No
hay que hacer ruido, no hay que gritar. ¡Vamos pues! Dios, escucha nuestros
gritos. No se escandaliza por ellos. Los salmos están llenos de gritos (Salmos 27,1;
29, 9; 30, 23; 54, 17; 56, 3; 68, 4; 76, 2; 80, 8; 94, 1; 106, 6; 119, 1; 129, 1,
etc...). En este momento, sube desde la tierra un gran clamor. No nos tapemos los
oídos. Hagamos que resuenen hacia Dios. Comprometámonos a "hacer alguna
cosa", en favor de aquellos que gritan así... ¿Lo hacemos?
1.4 "¡Señor, te lo ruego, libérame!". Oración que debemos repetir. "Líbranos del
mal". "Líbrame de todo mal". Jesús nos sugirió orar de esta manera.
1.5 Nuestro Dios es ternura, defiende a los pequeños. Nuestro Dios no es
insensible. El mal le hace mal. Sufre con sus hijos. Como una madre que se siente
personalmente herida por todo lo que se relaciona con los suyos. Nuestro Dios es
un Dios vulnerable.
2. Dios nos hace dignos
2.1 Con tanta fe como humildad el centurión romano del evangelio de hoy dijo una
hermosa profesión de fe: "yo no soy digno de que entres en mi casa; con que digas
una sola palabra, mi criado quedará sano".
2.2 Y aunque se creía indigno, recibió elogio de Jesucristo, que con su palabra de
admiración lo hizo digno no sólo de aquel milagro esperado sino también digno de
habitar para siempre las páginas del evangelio, junto a nuestro Divino Salvador.
Jesús lo hizo digno.
2.3 El centurión estaba seguro del poder de Jesús. Miraba a Nuestro Señor como
uno que tiene autoridad en su palabra, pues entendía que la enfermedad y el mal
tenían que obedecer a Cristo así como los soldados de un regimiento obedecen a su
general. Este tipo de fe trasciende el hecho puntual de la enfermedad de aquel
criado. Es verdaderamente una manera de mirar el mundo.
2.4 Si Cristo es el gran comandante de todas las fuerzas del universo, si la
enfermedad y el mal finalmente tienen que obedecer a su palabra, entonces
debemos entender que todo mal tiene un lugar y un sentido dentro del conjunto de
un plan más amplio que nosotros no vemos pero que nuestro Rey y Emperador,
nuestro Jefe y General sí está viendo. Es maravilloso entender esto.