EVANGELIO DEL DIA
¿ Señor, a quién iremos?. Tú tienes palabras de vida eterna. Jn 6, 68
sábado 21 Septiembre 2013
Fiesta de san Mateo, apóstol y evangelista
Carta de San Pablo a los Efesios 4,1-7.11-13.
Yo, que estoy preso por el Señor, los exhorto a comportarse de una manera digna
de la vocación que han recibido.
Con mucha humildad, mansedumbre y paciencia, sopórtense mutuamente por
amor.
Traten de conservar la unidad del Espíritu mediante el vínculo de la paz.
Hay un solo Cuerpo y un solo Espíritu, así como hay una misma esperanza, a la que
ustedes han sido llamados, de acuerdo con la vocación recibida.
hay un solo Señor, una sola fe, un solo bautismo.
Hay un solo Dios y Padre de todos, que está sobre todos, lo penetra todo y está en
todos.
Sin embargo, cada uno de nosotros ha recibido su propio don, en la medida que
Cristo los ha distribuido.
El comunicó a unos el don de ser apóstoles, a otros profetas, a otros predicadores
del Evangelio, a otros pastores o maestros.
Así organizó a los santos para la obra del ministerio, en orden a la edificación del
Cuerpo de Cristo,
hasta que todos lleguemos a la unidad de la fe y del conocimiento del Hijo de Dios,
al estado de hombre perfecto y a la madurez que corresponde a la plenitud de
Cristo.
Salmo 19(18),2-3.4-5.
Los cielos cuentan la gloria del Señor,
proclama el firmamento
la obra de sus manos.
Un día al siguiente le pasa el mensaje
y una noche a la otra se lo hace saber.
No hay discursos ni palabras
ni voces que se escuchen,
mas por todo el orbe se capta su ritmo,
y el mensaje llega hasta el fin del mundo.
Evangelio según San Mateo 9,9-13.
Al irse de allí, Jesús vio a un hombre llamado Mateo, que estaba sentado a la mesa
de recaudación de impuestos, y le dijo: "Sígueme". El se levantó y lo siguió.
Mientras Jesús estaba comiendo en la casa, acudieron muchos publicanos y
pecadores, y se sentaron a comer con él y sus discípulos.
Al ver esto, los fariseos dijeron a los discípulos: "¿Por qué su Maestro come con
publicanos y pecadores?".
Jesús, que había oído, respondió: "No son los sanos los que tienen necesidad del
médico, sino los enfermos.
Vayan y aprendan qué significa: Yo quiero misericordia y no sacrificios. Porque yo
no he venido a llamar a los justos, sino a los pecadores".
Comentario del Evangelio por :
San Beda el Venerable (c.673-735), monje benedictino, doctor de la
Iglesia
Homilías sobre los evangelios, I, 21; CCL 122, 149-151 (trad. cf breviario
21/09)
“Sígueme!” (Mt 8,22)
“Jesús vio a un hombre sentado al mostrador de los impuestos...” Su nombre era
Mateo. “Sígueme” le dice. Lo vio más con la mirada interna de su amor que con los
ojos corporales. Jesús vio al publicano y, porque lo amó, lo eligió, y le dijo:
“Sígueme, que quiere decir: “Imítame”. Le dijo: Sígueme, más que con sus pasos,
con su modo de obrar. Porque, quien dice que permanece en Cristo debe vivir como
vivió él (cfr. Jn 2,6)...
Mateo “se levant￳ y lo sigui￳”. No hay que extra￱arse del hecho de que aquel
recaudador de impuestos, a la primera indicación imperativa del Señor, abandonase
su preocupación por las ganancias terrenas y, dejando de lado todas sus riquezas,
se adhiriese al grupo que acompañaban a aquel que él veía carecer en absoluto de
bienes. Es que el Señor, que lo llamaba por fuera con su voz, lo iluminaba de un
modo interior e invisible para que lo siguiera, infundiendo en su mente la luz de la
gracia espiritual, para que comprendiese que aquel que aquí en la tierra lo invitaba
a dejar sus negocios temporales era capaz de darle en el cielo un tesoro
incorruptible (Cfr. Mt 6,20).
Y sucedió que, estando Jesús a la mesa en casa de Mateo, muchos publicanos y
pecadores vinieron a colocarse junto a él y a sus discípulos. La conversión de un
solo publicano fue una muestra de penitencia y de perdón para muchos otros
publicanos y pecadores. Ello fue un hermoso y verdadero presagio, ya que Mateo,
que estaba destinado a ser apóstol y maestro de los gentiles, en su primer trato
con el Señor arrastró en pos de sí por el camino de la salvación a un considerable
grupo de pecadores.
servicio brindado por el Evangelio del Día, www.evangeliodeldia.org”