CICLO C
TIEMPO ORDINARIO
XVII DOMINGO
Cuando terminó Jesús de orar, uno de sus discípulos le dijo: Señor, enséñanos a
orar (Evangelio) . Les enseñó el Padrenuestro, sacándolo de su propia oración al
Padre Dios. El Padrenuestro brota de la oración personal de Cristo .
San Lucas pone el Padrenuestro en relación con esta oración personal de Jesús. Así
nos hace partícipes de su propia oración, introduciéndonos en el diálogo del Amor
trinitario. “Dado que el Padrenuestro es una oraci￳n de Jesús, se trata de una
oraci￳n trinitaria: con Cristo, mediante el Espíritu Santo oramos al Padre”
(Benedicto XVI).
Por el bautismo fuisteis sepultados con Cristo y habéis resucitado con él: Dios os
dio vida en Cristo (segunda lectura) . Somos incorporados a Cristo, hechos hijos de
Dios en el Hijo eterno de Dios. Por el bautismo Dios nos dio el ser filial de Cristo.
Solamente en comunión con Cristo, unidos a Él, podemos dialogar como hijos con
Dios nuestro Padre. La prueba de que sois hijos es que Dios ha enviado a nuestros
corazones el Espíritu de su Hijo que clama:¡Abbá, Padre! (Gál 4,3-7): un diminutivo
cari￱oso y familiar era “abbá” (papa, papá) en arameo, la lengua del Nazareno.
Jesús habla con su Padre con intimidad y confianza. Y enseña a sus discípulos a
orar así.
La oración será eficaz si se hace con fe inquebrantable en la bondad de Dios,
nuestro Padre, que quiere lo mejor ( cosas buenas ) para nosotros. Debemos pedir
con insistencia, como el amigo importuno de la parábola; y sin desanimarnos, como
Abrahán en su regateo. “El hombre es un mendigo de Dios” (San Agustín). La
oración será auténtica si nace del corazón: Un corazón filial: viviendo como
verdaderos hijos de Dios, Un corazón fraterno: viviendo como verdaderos
hermanos.
Orar a nuestro Padre Dios nos exige asemejarnos a Él. Comportarnos como hijos de
Dios. La oración cristiana, participación en la oración de Jesús, es experiencia filial.
Por otra parte, la palabra “nuestro” entra￱a otra verdad fundamental: la
fraternidad. Es el «nosotros» de los hijos de Dios. Al orar entramos en comunión
con Dios y con todos sus hijos.
Termina el Señor diciendo: ¿Cuánto más vuestro Padre celestial dará el Espíritu
Santo a los que se lo pidan? (Evangelio).El Espíritu Santo viene sobre todo en la
oración. “Es hermoso y saludable pensar que, en cualquier lugar del mundo donde
se ora, allí está el Espíritu Santo, soplo vital de la oraci￳n” (Juan Pablo II).
MARIANO ESTEBAN CARO