Palabra de Dios
para alimentar tu día
Fr. Nelson Medina F., O.P
Tiempo Ordinario, Año Impar,
Semana No. 26, Jueves
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Lecturas de la S. Biblia
Temas de las lecturas: Esdras abrió el libro de la Ley, bendijo al Señor, y todo el
pueblo respondió: Amén, amén * Los mandatos del Señor son rectos y alegran el
corazón. * Envió por delante setenta y dos a los lugares donde pensaba ir él
Textos para este día:
Nehemías 8,1-4a.5-6.7b-12:
En aquellos días, todo el pueblo se reunió como un solo hombre en la plaza que se
abre ante la Puerta del Agua y pidió a Esdras, el escriba, que trajera el libro de la
Ley de Moisés, que Dios había dado a Israel. El sacerdote Esdras trajo el libro de la
Ley ante la asamblea, compuesta de hombres, mujeres y todos los que tenían uso
de razón. Era el día primero del mes séptimo. En la plaza de la Puerta del Agua,
desde el amanecer hasta el mediodía, estuvo leyendo el libro a los hombres, a las
mujeres y a los que tenían uso de razón. Toda la gente seguía con atención la
lectura de la Ley. Esdras, el escriba, estaba de pie en el púlpito de madera que
había hecho para esta ocasión. Esdras abrió el libro a la vista de todo el pueblo -
pues se hallaba en un puesto elevado- y, cuando lo abrió, toda la gente se puso en
pie. Esdras bendijo al Señor, Dios grande, y todo el pueblo, levantando las manos,
respondió: "Amén, amén." Después se inclinaron y adoraron al Señor, rostro en
tierra.
Los levitas explicaron la Ley al pueblo, que se mantenía en sus puestos. Leían el
libro de la ley de Dios con claridad y explicando el sentido, de forma que
comprendieron la lectura. Nehemías, el gobernador, Esdras, el sacerdote y escriba,
y los levitas que enseñaban al pueblo decían al pueblo entero: "Hoy es un día
consagrado a nuestro Dios: No hagáis duelo ni lloréis." Porque el pueblo entero
lloraba al escuchar las palabras de la Ley. Y añadieron: "Andad, comed buenas
tajadas, bebed vino dulce y enviad porciones a quien no tiene, pues es un día
consagrado a nuestro Dios. No estéis tristes, pues el gozo en el Señor es vuestra
fortaleza." Los levitas acallaban al pueblo diciendo: "Silencio, que es un día santo;
no estéis tristes." El pueblo se fue, comió, bebió, envió porciones y organizó una
gran fiesta, porque había comprendido lo que le habían explicado.
Salmo 18:
La ley del Señor es perfecta / y es descanso del alma; / el precepto del Señor es
fiel / e instruye al ignorante. R.
Los mandatos del Señor son rectos / y alegran el corazón; / la norma del Señor es
límpida / y da luz a los ojos. R.
La voluntad del Señor es pura / y eternamente estable; / los mandamientos del
Señor son verdaderos / y eternamente justos. R.
Más preciosos que el oro, / más que el oro fino; / más dulces que la miel / de un
panal que destila. R.
Lucas 10,1-12:
En aquel tiempo, designó el Señor otros setenta y dos y los mandó por delante, de
dos en dos, a todos los pueblos y lugares adonde pensaba ir él. Y les decía: "La
mies es abundante y los obreros pocos; rogad, pues, al dueño de la mies que
mande obreros a su mies. ¡Poneos en camino! Mirad que os mando como corderos
en medio de lobos. No llevéis talega, ni alforja, ni sandalias; y no os detengáis a
saludar a nadie por el camino. Cuando entréis en una casa, decid primero: "Paz a
esta casa". Y si allí hay gente de paz, descansará sobre ellos vuestra paz; si no,
volverá a vosotros. Quedaos en la misma casa, comed y bebed lo que tengan,
porque el obrero merece su salario. No andéis cambiando de casa. Si entráis en un
pueblo y os reciben bien, comed lo que os pongan, curad a los enfermos que haya,
y decid: "Está cerca de vosotros el reino de Dios". Cuando entréis en un pueblo y
no os reciban, salid a la plaza y decid: "Hasta el polvo de vuestro pueblo, que se
nos ha pegado a los pies, nos lo sacudimos sobre vosotros. De todos modos, sabed
que está cerca el reino de Dios." Os digo que aquel día será más llevadero para
Sodoma que para ese pueblo."
Homilía
Temas de las lecturas: Esdras abrió el libro de la Ley, bendijo al Señor, y todo el
pueblo respondió: Amén, amén * Los mandatos del Señor son rectos y alegran el
corazón. * Envió por delante setenta y dos a los lugares donde pensaba ir él
1. Laicos y sacerdotes unidos
1.1 En la primera lectura de hoy son posibles varias reflexiones. Una que tiene su
importancia es el trabajo conjunto de laicos y sacerdotes. Nehemías era un laico,
un hombre de gobierno, una persona práctica; Esdras, en cambio, era un
sacerdote, un hombre del culto y el templo, una persona de estudio y oración.
Ambos fueron necesarios para ayudar a la restauración y renovación del pueblo
elegido, una vez pasados los años espantosos del destierro en Babilonia.
1.2 A veces pasa en la Iglesia que se trata a los laicos como si fueran creyentes de
menor categoría o como si su derecho o su deber de aspirar a la perfección no
fuera comparable con el que tienen los consagrados. Otras veces pasa que se trata
a los sacerdotes como si fueran sólo un "mal necesario" que sólo tiene sentido si
aparece lo menos posible y lidera lo menos posible. Todavía otras veces hay
quienes pretender clericalizar a los laicos (hasta sugerir que presidan la eucaristía,
por ejemplo) mientras que otros no quieren descansar hasta que el clero se
secularice al máximo, teniendo un trabajo civil, esposa e hijos.
1.3 Estos libros, como Esdras y Nehemías en la Biblia, nos recuerdan que el plan de
Dios es más complejo, más bello y más eficiente a la vez. Así como no hay que
suprimir a los hombres para que las mujeres encuentren su lugar en la sociedad (ni
lo contrario), así tampoco hay que eliminar a los laicos para que el clero se sienta
bien, ni quitar a los sacerdotes para que el laico respire.
2. Consignas para Misioneros
2.1 En el evangelio de hoy vemos a Cristo enviando en misión a sus discípulos. Las
consignas básicas podrían condensarse en las palabras: pobreza, agilidad, y
anuncio del Reino de Dios. Las tres cosas van íntimamente relacionadas: el
desprendimiento da agilidad, la agilidad facilita que se esparza el anuncio, el
anuncio proclama riquezas que aventajan a las de esta tierra.
2.2 Destaquemos que estos discípulos irán "como corderos en medio de lobos,"
según la expresión de Jesús. ¿Qué les quería decir él con esto? Varias
interpretaciones se han propuesto: (1) Que sepan que no pueden fiarse de quienes
les escuchan sino que toda su fortaleza viene de quien les envía. (2) Que, aunque
vean que suceden prodigios por medio suyo, jamás han de considerarse demasiado
fuertes. (3) Que entiendan que su mensaje no es el único mensaje, pues así como
ellos quieren ganar gente para la causa del Reino de Dios, muchos de los que se
van a encontrar querrán ganarlos a ellos para el reino de las tinieblas: es la lucha
de dos mensajes o anuncios que no pueden coexistir y que se devoran el uno al
otro.
2.3 Cristo considera el evento del rechazo a los predicadores. Lo ve sin dramatismo
para ellos pero con gran seriedad frente a lo que está implicado. Pienso que aquí
hay una lección para los que estamos involucrados en la evangelización. La idea es
no enredarnos demasiado por los fracasos, aunque sin trivializar la trascendencia
del mensaje que hemos sido llamados a predicar.