CICLO C
TIEMPO DE NAVIDAD
SOLEMNIDAD DE SANTA MARÍA MADRE DE DIOS
Celebramos la fiesta de Santa María Madre de Dios. Es realmente madre no sólo de
la naturaleza humana de Cristo. Lo es, sobre todo, de su Persona, la de Dios Hijo.
También hoy se nos propone el misterio del nacimiento del Señor y la
trascendencia que tiene para nosotros. La segunda lectura completa el mensaje del
evangelio: Cuando llegó la plenitud de los tiempos, envió Dios a su Hijo, nacido de
una mujer para que recibiéramos el ser hijos por adopción.
Dios se hace hombre: la eternidad entra en el tiempo y la historia humana se abre
a la plenitud de Dios. En Cristo se unen el tiempo y de la eternidad. “El Eterno
comparte nuestra vida temporal” (Prefacio II de Navidad). Y “por esta unión
admirable nos hace a nosotros eternos” (Prefacio III de Navidad). Injertados en
Cristo, el Hijo eterno de Dios, recibimos la vida eterna de Dios. Nuestro tiempo es
ya el tiempo de Dios: la eternidad.
El nacimiento de Jesús es el centro de la historia. Contamos el tiempo «antes» y
«después» de Cristo. Es el punto de referencia para los años y los siglos en los que
se desarrolla la acción salvadora de Dios. Con su vida, con su muerte y con su
resurrección, Cristo reveló de modo inequívoco que el ser humano no existe para la
muerte sino «para la inmortalidad ».
El tiempo del hombre participa de la eternidad divina. Este destino se nos propone
al comienzo de cada año. Y así se Ilumina el valor del tiempo que pasa rápido. Nos
preguntamos: ¿Qué sentido tiene el tiempo? No hay lugar para la angustia frente al
tiempo: Hoy arranca un nuevo año de la historia de nuestra salvación. Somos hijos
de Dios: su Espíritu que es amor ha sido derramado en nuestros corazones, gracias
al nacimiento en el tiempo de su Hijo único. También Hijo verdadero de Santa María
siempre virgen. En el comienzo de este año hemos de confiar en Dios, que nos
ama infinitamente, por quien vivimos y a quien nuestra vida se orienta, caminando
por este valle de lágrimas bajo el amparo y la protección de la Madre de Dios,
Santa María.
Hoy es también la Jornada Mundial de la Paz: Cristo es nuestra paz. Es el Hijo de
María, Reina de la Paz. Él ha traído la semilla de la paz: el amor, que es más fuerte
que el odio y la violencia. Recibiremos el don de la paz, si nos abrimos a Cristo. Y
nos acogemos a la Madre de Dios, Santa María, Reina de la Paz.
Dichosos los que trabajan por la paz es el lema de la Jornada Mundial de la Paz
de este año 2013.
¡Feliz Año Nuevo a todos!
MARIANO ESTEBAN CARO