Palabra de Dios
para alimentar tu día
Fr. Nelson Medina F., O.P
Tiempo Ordinario, Año Impar,
Semana No. 27, Viernes
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Lecturas de la S. Biblia
Temas de las lecturas: El día del Señor, día de oscuridad y tinieblas * El Señor
juzgará el orbe con justicia. * Si yo echo los demonios con el dedo de Dios,
entonces es que el reino de Dios ha llegado a vosotros
Textos para este día:
Joel 1,13-15;2,1-2:
Vestíos de luto y haced duelo, sacerdotes; llorad, ministros del altar; venid a dormir
en esteras, ministros de Dios, porque faltan en el templo del Señor ofrenda y
libación. Proclamad el ayuno, congregad la asamblea, reunid a los ancianos, a todos
los habitantes de la tierra, en el templo del Señor, nuestro Dios, y clamad al Señor.
¡Ay de este día! Que está cerca el día del Señor, vendrá como azote del Dios de las
montañas. Tocad la trompeta en Sión, gritad en mi monte santo, tiemblen los
habitantes del país, que viene, ya está cerca, el día del Señor. Día de oscuridad y
tinieblas, día de nube y nubarrón; como negrura extendida sobre los montes, una
horda numerosa y espesa; como ella no la hubo jamás, después de ella no se
repetirá, por muchas generaciones.
Salmo 9:
Te doy gracias, Señor, de todo corazón, / proclamando todas tus maravillas; / me
alegro y exulto contigo / y toco en honor de tu nombre, oh Altísimo. R.
Reprendiste a los pueblos, destruiste al impío / y borraste para siempre su apellido.
/ Los pueblos se han hundido en la fosa que hicieron, / su pie quedó prendido en la
red que escondieron. R.
Dios está sentado por siempre / en el trono que ha colocado para juzgar. / Él
juzgará el orbe con justicia / y regirá las naciones con rectitud. R.
Lucas 11,15-26:
En aquel tiempo, habiendo echado Jesús un demonio, algunos de entre la multitud
dijeron: "Si echa los demonios es por arte de Belzebú, el príncipe de los demonios."
Otros, para ponerlo a prueba, le pedían un signo en el cielo. Él, leyendo sus
pensamientos, les dijo: "Todo reino en guerra civil va a la ruina y se derrumba casa
tras casa. Si también Satanás está en guerra civil, ¿cómo mantendrá su reino?
Vosotros decís que yo echo los demonios con el poder de Belzebú; y, si yo echo los
demonios con el poder de Belzebú, vuestros hijos, ¿por arte de quién los echan?
Por eso, ellos mismos serán vuestros jueces. Pero, si yo echo les demonios con el
dedo de Dios, entonces es que el reino de Dios ha llegado a vosotros. Cuando un
hombre fuerte y bien armado guarda su palacio, sus bienes están seguros. Pero, si
otro más fuerte lo asalta y lo vence, le quita las armas de que se fiaba y reparte el
botín. El que no está conmigo está contra mí; el que no recoge conmigo
desparrama. Cuando un espíritu inmundo sale de un hombre, da vueltas por el
desierto, buscando un sitio para descansar; pero, como no lo encuentra, dice:
"Volveré a la casa de donde salí." Al volver, se la encuentra barrida y arreglada.
Entonces va a coger otros siete espíritus peores que él, y se mete a vivir allí. Y el
final de aquel hombre resulta peor que el principio."
Homilía
Temas de las lecturas: El día del Señor, día de oscuridad y tinieblas * El Señor
juzgará el orbe con justicia. * Si yo echo los demonios con el dedo de Dios,
entonces es que el reino de Dios ha llegado a vosotros
1. Llamado a la conversión
1.1 El oráculo de Joel es fuerte: un grito de dolor y de denuncia; también un
llamado a emprender el camino de la penitencia y del temor del Señor. ¿Qué
destacar en esta palabra vigorosa que nos ofrece la liturgia de hoy en la primera
lectura? Subrayemos simplemente algunos elementos.
1.2 Estamos ante un llamado esencialmente comunitario. Lo personal, lo
genuinamente personal, como es la conversión, no riñe con lo genuinamente
comunitario, cual es el caso en las obras de penitencia que nos describe el profeta,
donde todo va en plural: "Hagan penitencia y lloren...; giman, ministros del altar;
vengan, acuéstense en el suelo... Promulguen un ayuno...". Nuestro tiempo,
marcado por el individualismo también a la hora de las conversiones, mira a veces
el encuentro con Dios como un hecho aislado y casi aislante. El resultado es que
muchas veces esa conversión en soledad nunca llega. Ahí está Joel pare indicarnos
un camino.
1.3 Es un llamado al dolor, pero también a la reflexión. No hay penitencia sin dolor
del alma por haber ofendido a Dios, eso está claro, pero el dolor de que aquí se
trata no enceguece, no obnubila, no cierra sino que abre. Es el sentido de aquel
clamor: "reúnan a los ancianos". En ellos se espera la sabiduría, como expresa Is
9,15: " El anciano y venerable es la cabeza, y el profeta que enseña la mentira, es
la cola" (cf. Sal 119,100). En medio de la perplejidad, una reunión de ancianos:
signo de una deliberación, de un buscar y preguntar: "¿qué nos quiere decir Dios
con este dolor?".
2. El Espíritu Santo es más fuerte
2.1 Pasemos al evangelio de hoy. Un mensaje debe quedar claro: estamos en
batalla. Batalla espiritual. Y en esa batalla hay un ganador: Cristo Jesús, con el
poder del Espíritu Santo.
2.2 Cristo es el lugar de la victoria de Dios. El enemigo es fuerte y puede hacer
mucho daño. Pero Cristo es más fuerte y puede hacer mucho bien. Mayor es su
bien que el mal que puede infligirnos el enemigo.
2.3 Por otro lado: no reconocer el bien que nos llega en Cristo es potencialmente
peligroso. Puede llevarnos a perder la salvación después de que ya era nuestra. Es
en este contexto en donde podemos comprender la gravedad en que incurre el que
se acerca a Dios pero con un corazón dividido. Su suerte queda bien descrita en la
imagen impresionante del que arregló su casa sólo para que fuera más
confortablemente destruida.
2.4 Dos cosas entonces hemos de pedir a Dios: confianza en su poder y resolución
en nuestro camino de conversión hacia él.