EVANGELIO DEL DIA
¿ Señor, a quién iremos?. Tú tienes palabras de vida eterna. Jn 6, 68
Evangelio según San Lucas 11,29-32.
Al ver Jesús que la multitud se apretujaba, comenzó a decir: "Esta es una
generación malvada. Pide un signo y no le será dado otro que el de Jonás.
Así como Jonás fue un signo para los ninivitas, también el Hijo del hombre lo será
para esta generación.
El día del Juicio, la Reina del Sur se levantará contra los hombres de esta
generación y los condenará, porque ella vino de los confines de la tierra para
escuchar la sabiduría de Salomón y aquí hay alguien que es más que Salomón.
El día del Juicio, los hombres de Nínive se levantarán contra esta generación y la
condenarán, porque ellos se convirtieron por la predicación de Jonás y aquí hay
alguien que es más que Jonás.
Comentario del Evangelio por :
San Justino (c. 100-160), filósofo y mártir
Diálogo con Trifon, 106-107
El signo de Jonás
El Hijo sabía que su Padre, según su designio, se lo daría todo, que lo despertaría
de entre los muertos, y exhortó a todos los que temen a Dios a que lo alaben por
haber tenido lástima de toda la raza humana, por el misterio del Crucificado (cf
Sal.21, 24). Además, apareció en medio de sus hermanos los apóstoles después de
su resurrección de entre los muertos, y se arrepintieron de haberse alejado de él
durante su crucifixión…
Debía resucitar el tercer día después de la crucifixión; por eso está escrito en los
Hechos de los apóstoles [los evangelios] que los judíos que discutían con él
dijeron…: "Muéstranos un signo". Les respondió: " no se os dará otro signo que el
de Jonás". Con estas palabras veladas, los que le escuchaban podían comprender
que después de su crucifixión, al tercer día, resucitaría. Les mostraba así que sus
compatriotas eran más malos que la ciudad de Nínive; porque después de pasar
tres días en el vientre del cetáceo, Jonás anunció a los Ninivitas que pasados tres
días perecerían en masa (3,4 LXX), proclamaron un ayuno para todos los seres
vivos, hombres y animales, con trajes de duelo, violentas lamentaciones, penitencia
verdadera y renuncia a la injusticia. Creyeron que Dios es misericordioso, que es
"amigo de los hombres" (Sb 1,6) frente a aquellos que hacen el mal. Puesto que
cuando el rey de esta ciudad, él mismo en persona y los grandes se vistieron con
trajes de luto y perseveraron en el ayuno y la oración, su ciudad fue destruida.
Entonces, como Jonás se entristecía… Dios le reprochó por haberse desanimado
injustamente de que la ciudad de Nínive todavía no había sido destruida. Y le dijo: "
¿Y no me he de compadecer, yo de Nínive, la gran ciudad, donde hay más de veinte
mil personas, que no distinguen la derecha de la izquierda y muchísimos
animales?”(Jon 4,11).
servicio brindado por el Evangelio del Día, www.evangeliodeldia.org”