Palabra de Dios
para alimentar tu día
Fr. Nelson Medina F., O.P
Tiempo Ordinario, Año Impar,
Semana No. 29, Jueves
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Lecturas de la S. Biblia
Temas de las lecturas: Ahora, emancipados del pecado, habéis sido hechos
esclavos de Dios * Dichoso el hombre que ha puesto su confianza en el Señor. * No
he venido a traer paz, sino división
Textos para este día:
Romanos 6,19-23:
Hermanos: Uso un lenguaje corriente, adaptándome a vuestra debilidad, propia de
hombres; quiero decir esto: si antes cedisteis vuestros miembros como esclavos a
la inmoralidad y al desorden, para el desorden total, ponedlos ahora al servicio de
la justicia para vuestra santificación. Cuando erais esclavos del pecado, la justicia
no os gobernaba. ¿Qué frutos dabais entonces? Frutos de los que ahora os
avergonzáis, porque acaban en la muerte. Ahora, en cambio, emancipados del
pecado y hechos esclavos de Dios, producís frutos que llevan a la santidad y acaban
en vida eterna. Porque el pecado paga con muerte, mientras que Dios regala vida
eterna por medio de Cristo Jesús, Señor nuestro.
Salmo 1:
Dichoso el hombre / que no sigue el consejo de los impíos, / ni entra por la senda
de los pecadores, / ni se sienta en la reunión de los cínicos; / sino que su gozo es la
ley del Señor, / y medita su ley día y noche. R.
Será como un árbol / plantado al borde de la acequia: / da fruto en su sazón / y no
se marchitan sus hojas; / y cuanto emprende tiene buen fin. R.
No así los impíos, no así; / serán paja que arrebata el viento. / Porque el Señor
protege el camino de los justos, / pero el camino de los impíos acaba mal. R.
Lucas 12,49-53:
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: "He venido a prender fuego en el
mundo, ¡y ojalá estuviera ya ardiendo! Tengo que pasar por un bautismo, ¡y qué
angustia hasta que se cumpla! ¿Pensáis que he venido a traer al mundo paz? No,
sino división. En adelante, una familia de cinco estará dividida: tres contra dos y
dos contra tres; estarán divididos el padre contra el hijo y el hijo contra el padre, la
madre contra la hija y la hija contra la madre, la suegra contra la nuera y la nuera
contra la suegra."
Homilía
Temas de las lecturas: Ahora, emancipados del pecado, habéis sido hechos
esclavos de Dios * Dichoso el hombre que ha puesto su confianza en el Señor. * No
he venido a traer paz, sino división
1. Desenmascarando el mal
1.1 El pecado tiene atractivo, si no nunca pecaríamos. Y es ese atractivo lo que nos
empuja y luego nos retiene bajo su poder. La mentira produce utilidades, ser
soberbio acaricia el propio ego, la lujuria deleita los sentidos hasta enloquecerlos, la
codicia engendra sensación de poder y valer, y así sucesivamente.
1.2 Ahora bien, el pecado tiene un frente tan hermoso como desastroso es su
desenlace. Y esa es la clave para vencerle. La memoria del desenlace apaga el
encanto de las nuevas acometidas del mal. De ahí la pregunta de Pablo en la
primera lectura de hoy: "¿qué frutos recogieron entonces de aquello que ahora los
llena de vergüenza? Ninguno, pues son cosas que conducen a la muerte."
1.3 Aquí asoma la eficacia de la memoria, como POTENCIA del alma. Hay poder en
la memoria, porque en ella está la semilla de verdad que nos libera en profundidad
de las secuelas de la tentación y del pecado. Así el mal queda desenmascarado. Y
cuando el mal se ve obligado a mostrar su verdadero y monstruoso rostro ya no
tiene poder.
2. La Verdad, como una Espada
2.1 Hay en el Evangelio una verdad maravillosamente consoladora: el amor de Dios
que se ha manifestado en el sacrificio redentor de Cristo. Pero esta verdad necesita
muchas veces abrirse paso a través de las nubes y engaños que acarician y
adormecen nuestra conciencia.
2.2 En ese "abrirse paso" la verdad nos llama a despertar, y a veces es difícil
despertar, como lo habrá comprobado todo el que quiera llamar del sueño a un niño
pequeño. A menudo el niño se queja y hasta dice palabras agrias al que trata de
llamarlo.
2.3 Pues bien, el mundo duerme, y ama su sueño. El mundo duerme y odiará al
que quiera despertarlo, aunque eventualmente algunos de los que despierten
rezongando luego agradecerán con lágrimas de gozo lo que antes denigraron.