EVANGELIO DEL DIA
¿ Señor, a quién iremos?. Tú tienes palabras de vida eterna. Jn 6, 68
martes 29 Octubre 2013
Martes de la trigésima semana del tiempo ordinario
Carta de San Pablo a los Romanos 8,18-25.
Yo considero que los sufrimientos del tiempo presente no pueden compararse con la
gloria futura que se revelará en nosotros.
En efecto, toda la creación espera ansiosamente esta revelación de los hijos de
Dios.
Ella quedó sujeta a la vanidad, no voluntariamente, sino por causa de quien la
sometió, pero conservando una esperanza.
Porque también la creación será liberada de la esclavitud de la corrupción para
participar de la gloriosa libertad de los hijos de Dios.
Sabemos que la creación entera, hasta el presente, gime y sufre dolores de parto.
Y no sólo ella: también nosotros, que poseemos las primicias del Espíritu, gemimos
interiormente anhelando que se realice la redención de nuestro cuerpo.
Porque solamente en esperanza estamos salvados. Ahora bien, cuando se ve lo que
se espera, ya no se espera más: ¿acaso se puede esperar lo que se ve?
En cambio, si esperamos lo que no vemos, lo esperamos con constancia.
Salmo 126(125),1-2ab.2cd-3.4-5.6.
Cuando el Señor hizo volver
a los cautivos de Sión,
nos parecía estar soñando;
nuestra boca se llenaba de risa
y nuestra lengua de gritos de alegría.
Entonces entre los paganos se decía:
«¡Qué grandes cosas no ha hecho el Señor por ellos!»
Sí, grandes cosas ha hecho el Señor por nosotros,
rebosábamos de gozo.
Haz que vuelvan, Señor, nuestros cautivos,
como riachuelos en tierras áridas.
Los que siembran entre lágrimas
cosecharán entre gritos de alegría.
Se van, se van llorando
los que siembran la semilla,
pero regresarán cantando
trayendo sus gavillas.
Evangelio según San Lucas 13,18-21.
Jesús dijo entonces: "¿A qué se parece el Reino de Dios? ¿Con qué podré
compararlo?
Se parece a un grano de mostaza que un hombre sembró en su huerta; creció, se
convirtió en un arbusto y los pájaros del cielo se cobijaron en sus ramas".
Dijo también: "¿Con qué podré comparar el Reino de Dios?
Se parece a un poco de levadura que una mujer mezcló con gran cantidad de
harina, hasta que fermentó toda la masa".
Comentario del Evangelio por:
San Juan Crisóstomo (c. 345-407), sacerdote en Antioquía después obispo
de Constantinopla, doctor de la Iglesia
Homilias sobre los Hechos de los Apóstoles, n° 20
Ser levadura en la masa
Nada hay más frío que un cristiano que no se preocupe de la salvación de los
demás.No puedes excusarte con la pobreza, pues aquella viuda que echó dos
monedas de cobre te acusará. Y Pedro decía: No tengo plata ni oro. El mismo Pablo
era tan pobre que frecuentemente pasaba hambre y carecía del alimento necesario.
No puedes aducir tu baja condición, pues aquéllos eran también humildes, nacidos
de baja condición. Tampoco vale el afirmar que no tienes conocimientos, pues
tampoco ellos los tenían. Ni te escudes detrás de tu debilidad física, pues también
Timoteo era débil y sufría frecuentemente de enfermedades.Todos pueden ayudar
al prójimo con tal que cumplan con lo que les corresponde.
¿No veis los árboles infructuosos, cómo son con frecuencia sólidos, hermosos, altos,
grandiosos y esbeltos? Pero, si tuviéramos un huerto, preferiríamos tener granados
y olivos fructíferos antes que esos árboles; esos árboles pueden causar placer, pero
no son útiles, e incluso, si tienen alguna utilidad, es muy pequeña. Semejantes son
aquellos que sólo se preocupan de sí mismos…
¿Cómo, me pregunto, puede ser cristiano el que obra de esta forma? Si el fermento
mezclado con la harina no transforma toda la masa, ¿acaso se trata de un fermento
genuino? Y, también, si acercando un perfume no esparce olor, ¿acaso llamaríamos
a esto perfume?
No digas: “No puedo influir en los demás”, pues si eres cristiano de verdad es
imposible que no lo puedas hacer… No digas que es una cosa imposible; lo contrario
es imposible….No puede ocultarse la luz de los cristianos, no puede ocultarse una
lámpara tan brillante.
servicio brindado por el Evangelio del Día, www.evangeliodeldia.org”