Palabra de Dios
para alimentar tu día
Fr. Nelson Medina F., O.P
Tiempo Ordinario, Año Impar,
Semana No. 30, Jueves
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Lecturas de la S. Biblia
Temas de las lecturas: Ninguna criatura podrá apartarnos del amor de Dios
manifestado en Cristo * Sálvame, señor, por tu bondad. * No cabe que un profeta
muera fuera de Jerusalén
Textos para este día:
Romanos 8,31b-39:
Hermanos: Si Dios está con nosotros, ¿quién estará contra nosotros? El que no
perdonó a su propio Hijo, sino que lo entregó por todos nosotros, ¿cómo no nos
dará todo con él? ¿Quién acusará a los elegidos de Dios? ¿Dios, el que justifica?
¿Quién condenará? ¿Será acaso Cristo, que murió, más aún, resucitó y está a la
derecha de Dios, y que intercede por nosotros? ¿Quién podrá apartarnos del amor
de Cristo?: ¿la aflicción?, ¿la angustia?, ¿la persecución?, ¿el hambre?, ¿la
desnudez?, ¿el peligro?, ¿la espada?, como dice la Escritura: "Por tu causa nos
degüellan cada día, nos tratan como a ovejas de matanza."
Pero en todo esto vencemos fácilmente por aquel que nos ha amado. Pues estoy
convencido de que ni muerte, ni vida, ni ángeles, ni principados, ni presente, ni
futuro, ni potencias, ni altura, ni profundidad, ni criatura alguna podrá apartarnos
del amor de Dios manifestado en Cristo Jesús, Señor nuestro.
Salmo 108:
Tú, Señor, trátame bien, por tu nombre, / líbrame con la ternura de tu bondad; /
que yo soy un pobre desvalido, / y llevo dentro el corazón traspasado. R.
Socórreme, Señor, Dios mío, / sálvame por tu bondad. / Reconozcan que aquí está
tu mano, / que eres tú, Señor, quien lo ha hecho. R.
Yo daré gracias al Señor con voz potente, / lo alabaré en medio de la multitud: /
porque se puso a la derecha del pobre, / para salvar su vida de los jueces. R.
Lucas 13,31-35:
En aquella ocasión, se acercaron unos fariseos a decirle: "Márchate de aquí, porque
Herodes quiere matarte." Él contestó: "Id a decirle a ese zorro: "Hoy y mañana
seguiré curando y echando demonios; pasado mañana llego a mi término." Pero
hoy y mañana y pasado tengo que caminar, porque no cabe que un profeta muera
fuera de Jerusalén. ¡Jerusalén, Jerusalén, que matas a los profetas y apedreas a los
que se te envían! ¡Cuántas veces he querido reunir a tus hijos, como la clueca
reúne a sus pollitos baja las alas! Pero no habéis querido. Vuestra casa se os
quedará vacía. Os digo que no me volveréis a ver hasta el día que exclaméis:
"Bendito el que viene en nombre del Señor.""
Homilía
Temas de las lecturas: Ninguna criatura podrá apartarnos del amor de Dios
manifestado en Cristo * Sálvame, señor, por tu bondad. * No cabe que un profeta
muera fuera de Jerusalén
1. Elogio del Amor Divino
1.1 Ninguna criatura podrá apartarnos del amor de Dios, manifestado en Cristo. El
final del capitulo 8 de la carta a los Romanos culmina de forma solemne lo que
había anunciado al inicio del capítulo: los que viven en Cristo Jesús son libres, no
están expuestos a ninguna clase de condena.
1.2 En el primer versículo que leemos, Pablo, en forma de pregunta, deja claro que
ninguna de las situaciones conflictivas que pasan tanto él como los creyentes
pueden apartarnos de Cristo, porque su amor es tan grande, que no permitirá que
nada nos pueda vencer. "Aquel que nos ha amado", tanto puede ser Jesucristo
como Dios. El caso es que "aquel" nos hace salir vencedores de todos los peligros.
1.3 Después el apóstol enumera una serie de potencias espirituales y astrológicas
que se consideraba (¡y todavía hoy muchos consideran!) que influían en la vida de
los humanos, para afirmar que nada ni nadie nos puede apartar del amor de Dios.
Así, recordando lo que ha dicho poco antes en este mismo capítulo, Pablo muestra
que el amor que Dios nos ha manifestado en Jesucristo es el origen de la
esperanza, que hace vivir en la libertad: ningún poder, del tipo que sea, no supera
el poder del amor de Dios.
2. Más allá de toda dificultad
2.1 "¿Quién podrá apartarnos del amor de Cristo?". Realmente, ni la muerte, ni la
vida, ni nada del mundo presente o del futuro puede apartarnos de Cristo que tanto
nos ama, ni apartarnos de Dios que, en Jesucristo, ha manifestado su amor. Del
mismo escrito es esta otra exclamación: "Si está con nosotros, ¿quién estará contra
nosotros?" (8, 31b).
2.2 ¡Qué reconfortante es escuchar estos testigos de fe! Cristianos, dejemos que
palabras como éstas esponjen nuestro corazón. Es verdad que debemos cargar con
nuestra cruz y seguir a Jesús (cf. Mt 16, 24; domingo 22). Es verdad que nos
encontramos con dificultades y que la fe es oscura. Es verdad que cuesta creer en
esta nuestra sociedad de hoy... Pero lo importante, lo decisivo, es que en Jesús
hemos encontrado la perla y el tesoro, que en él hemos encontrado la Vida, y que
nada ni nadie es capaz de apartarnos de él. Ni la misma muerte.
2.3 Estos comentarios los han hecho J. M. Grané y J. Totosaus. están publicados en
la página católica de inspiración agustiniana http://www.mercaba.org, que
recomendamos vivamente.