EVANGELIO DEL DIA
¿ Señor, a quién iremos?. Tú tienes palabras de vida eterna. Jn 6, 68
Evangelio según San Juan 2,13-22.
Se acercaba la Pascua de los judíos. Jesús subió a Jerusalén
y encontró en el Templo a los vendedores de bueyes, ovejas y palomas y a los
cambistas sentados delante de sus mesas.
Hizo un látigo de cuerdas y los echó a todos del Templo, junto con sus ovejas y sus
bueyes; desparramó las monedas de los cambistas, derribó sus mesas
y dijo a los vendedores de palomas: "Saquen esto de aquí y no hagan de la casa de
mi Padre una casa de comercio".
Y sus discípulos recordaron las palabras de la Escritura: El celo por tu Casa me
consumirá.
Entonces los judíos le preguntaron: "¿Qué signo nos das para obrar así?".
Jesús les respondió: "Destruyan este templo y en tres días lo volveré a levantar".
Los judíos le dijeron: "Han sido necesarios cuarenta y seis años para construir este
Templo, ¿y tú lo vas a levantar en tres días?".
Pero él se refería al templo de su cuerpo.
Por eso, cuando Jesús resucitó, sus discípulos recordaron que él había dicho esto, y
creyeron en la Escritura y en la palabra que había pronunciado.
Comentario del Evangelio por :
Orígenes (c.185-253), sacerdote, teólogo
Homilías sobre el libro de Josué n° 9, 1-2; PG 12, 871-872
Ser piedras vivas
Todos nosotros, creyentes en Cristo Jesús somos llamados “piedras vivas” según la
palabra de la Escritura: “también vosotros, como piedras vivas, vais construyendo
un templo espiritual dedicado a un sacerdocio santo, para ofrecer, por medio de
Jesucristo, sacrificios espirituales agradables a Dios.” (1P 2,5)
Así cuando se trata de piedras materiales, sabemos que se procura colocar en los
cimientos las piedras más sólidas y más resistentes para poder colocar luego
encima todo el peso del edificio. Las piedras que siguen, de calidad un poco inferior,
se colocan lo más cerca posible de los cimientos. Y así en lo sucesivo, según la
resistencia de las piedras...hasta el tejado. Hay que comprender que esto se aplica
de la misma manera a las piedras vivas, entre las cuales las hay que están en los
cimientos de nuestro edificio espiritual. “Los apóstoles y los profetas” Esta es la
doctrina de Pablo: “Estáis edificados sobre el cimiento de los apóstoles y profetas, y
el mismo Cristo Jesús es la piedra angular.” (Ef 2,20)
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