Palabra de Dios
para alimentar tu día
Fr. Nelson Medina F., O.P
Ciclo C, Tiempo Ordinario,
Domingo de la Semana No. 32
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Lecturas de la S. Biblia
Temas de las lecturas: El rey del universo nos resucitará para una vida eterna *
Al despertar me saciaré de tu semblante, Señor. * El Señor os dé fuerza para toda
clase de palabras y de obras buenas * No es Dios de muertos, sino de vivos
Textos para este día:
2 Macabeos 7, 1-2. 9-14:
En aquellos días, arrestaron a siete hermanos con su madre. El rey los hizo azotar
con látigos y nervios para forzarlos a comer carne de cerdo, prohibida por la Ley.
Uno de ellos habló en nombre de los demás: "¿Qué pretendes sacar de nosotros?
Estamos dispuestos a morir antes que quebrantar la ley de nuestros padres."
El segundo, estando para morir, dijo: "Tú, malvado, nos arrancas la vida presente;
pero, cuando hayamos muerto por su ley, el rey del universo nos resucitará para
una vida eterna."
Después se divertían con el tercero. Invitado a sacar la lengua, lo hizo en seguida,
y alargó las manos con gran valor. Y habló dignamente: "De Dios las recibí, y por
sus leyes las desprecio; espero recobrarlas del mismo Dios."
El rey y su corte se asombraron del valor con que el joven despreciaba los
tormentos.
Cuando murió este, torturaron de modo semejante al cuarto. Y, cuando estaba para
morir, dijo: "Vale la pena morir a manos de los hombres, cuando se espera que
Dios mismo nos resucitará. Tú, en cambio, no resucitarás para la vida."
Salmo 16:
Señor, escucha mi apelación, atiende a mis clamores, presta oído a mi suplica, que
en mis labios no hay engaño. R.
Mis pies estuvieron firmes en tus caminos, y no vacilaron mis pasos. Yo te invoco
porque tú me respondes, Dios mío; inclina el oído y escucha mis palabras. R.
Guárdame como a las niñas de tus ojos, a la sombra de tus alas escóndeme. Yo con
mi apelación vengo a tu presencia, y al despertar me saciaré de tu semblante. R.
2 Tesalonicenses 2, 16-3, 5:
Hermanos: Que Jesucristo, nuestro Señor, y Dios, nuestro Padre, que nos ha
amado tanto y nos ha regalado un consuelo permanente y una gran esperanza, os
consuele internamente y os dé fuerza para toda clase de palabras y de obras
buenas.
Por lo demás, hermanos, rezad por nosotros, para que la palabra de Dios siga el
avance glorioso que comenzó entre vosotros, y para que nos libre de los hombres
perversos y malvados, porque la fe no es de todos.
El Señor, que es fiel, os dará fuerzas y os librará del Maligno.
Por el Señor, estamos seguros de que ya cumplís y seguiréis cumpliendo todo lo
que os hemos enseñado.
Que el Señor dirija vuestro corazón, para que améis a Dios y tengáis la constancia
de Cristo.
Lucas 20, 27-38:
En aquel tiempo, se acercaron a Jesús unos saduceos, que niegan la resurrección, y
le preguntaron: "Maestro, Moisés nos dejó escrito: Si a uno se le muere su
hermano, dejando mujer, pero sin hijos, cásese con la viuda y dé descendencia a
su hermano. Pues bien, había siete hermanos: el primero se casó y murió sin hijos.
Y el segundo y el tercero se casaron con ella, y así los siete murieron sin dejar
hijos. Por último murió la mujer. Cuando llegue la resurrección, ¿de cuál de ellos
será la mujer? Porque los siete han estado casados con ella."
Jesús les contestó: "En esta vida, hombres y mujeres se casan; pero los que sean
juzgados dignos de la vida futura y de la resurrección de entre los muertos no se
casarán. Pues ya no pueden morir, son como ángeles; son hijos de Dios, porque
participan en la resurrección.
Y que resucitan los muertos, el mismo Moisés lo indica en el episodio de la zarza,
cuando llama al Señor "Dios de Abrahán, Dios de Isaac, Dios de Jacob". No es Dios
de muertos, sino de vivos; porque para él todos están vivos."
Homilía
Temas de las lecturas: El rey del universo nos resucitará para una vida eterna *
Al despertar me saciaré de tu semblante, Señor. * El Señor os dé fuerza para toda
clase de palabras y de obras buenas * No es Dios de muertos, sino de vivos
1. Más Allá de la Muerte
1.1 El hilo que parece unir más claramente las lecturas de hoy, especialmente a la
primera con el evangelio, es la resurrección. En este caso, no la resurrección de
Cristo, que está siempre en el trasfondo de toda predicación porque es el corazón
de la fe, sino nuestra resurrección.
1.2 El contexto en la primera lectura es de persecución: judíos llevados al extremo
de la humillación con tal de hacerlos rechazar sus leyes y su fe. El perseguidor, un
tirano cruel y sanguinario, no logra sin embargo su propósito cuando tiene que
enfrentarse con unos jóvenes audaces y demasiado firmes en sus principios. Es
entonces cuando ellos, como empujados por las circunstancias, reclaman el señorío
para Dios. Y como no parece que Dios reine cuando el torturador logra su propósito
y siega la vida de un inocente, la única respuesta posible es: hay algo después de
esta vida.
1.3 Esto quiere decir que el mensaje de la resurrección de los muertos no proviene
en la Biblia de un razonamiento filosófico. Es posible que un argumento teórico sea
útil para llegar a una afirmación igualmente teórica, pero para apostar la vida por
una causa se necesita un género de convicción distinta, y eso es lo que nos
muestra el testimonio de aquellos jóvenes héroes.
2. Por qué los Saduceos no Podían Creer en la Resurrección
2.1 Entre los grupos judíos que había en tiempos de Jesucristo los más incrédulos,
si cabe ese término, eran los saduceos, es decir, la casta sacerdotal. Se
consideraban descendientes y herederos de Sadoq, que fue sumo sacerdote
fidelísimo a David, en tiempos de este rey de imborrable memoria para los judíos.
De ahí su nombre de "saduceos."
2.2 Lo paradójico es que este grupo, que debía representar la pureza de la fe y la
fidelidad a la alianza con Dios, en realidad había evolucionado hasta alcanzar el
perfil de una auténtica mafia. La adicción al poder de unas cuantas familias,
singularmente la de Anás, hizo que los saduceos se caracterizaran por una destreza
política y un sentido pragmático que no tenían nada de espirituales.
2.3 De hecho, la "espiritualidad" pasó a ser un estorbo para esta gente. Su
bienestar material, que no era poco, y su influencia política, que era mucha,
dependían de un delicado "ajedrez" en el que no había mayor espacio para lo
sobrenatural, llámense ángeles, milagros o la resurrección de los muertos. Vino así
a resultar que los sacerdotes se volvieron enemigos de cualquier manifestación de
Dios que ellos no pudieran controlar.
3. Misterios de la Otra Vida
3.1 Cerremos estas consideraciones con una reflexión más positiva sobre el
misterio de la otra vida. La verdad es que hay muchas cosas que ignoramos y que
quizá es más difícil para nosotros imaginar de la eternidad de lo que sería para un
feto imaginar el mundo que nunca ha visto. Y es bueno saber que no sabemos; es
bueno saber que Dios tiene cosas mucho mayores y mejores para darnos.
3.2 Tal vez la comparación más profunda y también la más difícil de entender es
entre las personas difuntas y los ángeles. No vamos a resolver aquí las preguntas
teológicas que de aquí surgen sino sólo a anotar que el amor en su dimensión
temporal tiene sin embargo una semilla de eternidad: hay amor más allá de la
muerte pero su perfil preciso, su belleza propia son más de lo que podemos
describir o entender… por ahora.