EVANGELIO DEL DIA
¿ Señor, a quién iremos?. Tú tienes palabras de vida eterna. Jn 6, 68
Evangelio según San Lucas 17,1-6.
Después dijo a sus discípulos: "Es inevitable que haya escándalos, pero ¡ay de
aquel que los ocasiona!
Más le valdría que le ataran al cuello una piedra de moler y lo precipitaran al mar,
antes que escandalizar a uno de estos pequeños.
Por lo tanto, ¡tengan cuidado! Si tu hermano peca, repréndelo, y si se arrepiente,
perdónalo.
Y si peca siete veces al día contra ti, y otras tantas vuelve a ti, diciendo: 'Me
arrepiento', perdónalo".
Los Apóstoles dijeron al Señor: "Auméntanos la fe".
El respondió: "Si ustedes tuvieran fe del tamaño de un grano de mostaza, y dijeran
a esa morera que está ahí: 'Arráncate de raíz y plántate en el mar', ella les
obedecería.
Comentario del Evangelio por :
Papa Francisco
Audiencia general 29/05/2013 (trad. © copyright Librería Editrice
Vaticana)
Aumentar nuestra fe en la Iglesia
Hoy desearía empezar algunas catequesis sobre el misterio de la Iglesia, misterio
que todos nosotros vivimos y del que somos parte. Lo querría hacer con
expresiones bien presentes en los textos del Concilio Ecuménico Vaticano II.
Hoy la primera: la Iglesia como familia de Dios… La palabra misma “Iglesia”, del
griego ekklesia, significa “convocación”: Dios nos convoca, nos impulsa a salir del
individualismo, de la tendencia a encerrarse en uno mismo, y nos llama a formar
parte de su familia…
Todavía hay quien dice hoy: “Cristo sí, la Iglesia no”. Como los que dicen: “yo creo
en Dios, pero no en los sacerdotes”. Pero es precisamente la Iglesia la que nos lleva
a Cristo y nos lleva a Dios; la Iglesia es la gran familia de los hijos de Dios. Cierto,
también tiene aspectos humanos; en quienes la componen, pastores y fieles,
existen defectos, imperfecciones, pecados; también el Papa los tiene, y tiene
muchos, pero es bello que cuando nos damos cuenta de ser pecadores encontramos
la misericordia de Dios, que siempre nos perdona. No lo olvidemos: Dios siempre
perdona y nos recibe en su amor de perdón y de misericordia. Hay quien dice que
el pecado es una ofensa a Dios, pero también una oportunidad de humillación para
percatarse de que existe otra cosa más bella: la misericordia de Dios. Pensemos en
esto.
Preguntémonos hoy: ¿cuánto amo a la Iglesia? ¿Rezo por ella? ¿Me siento parte de
la familia de la Iglesia? ¿Qué hago para que sea una comunidad donde cada uno se
sienta acogido y comprendido, sienta la misericordia y el amor de Dios que renueva
la vida? La fe es un don y un acto que nos incumbe personalmente, pero Dios nos
llama a vivir juntos nuestra fe, como familia, como Iglesia.
servicio brindado por el Evangelio del Día, www.evangeliodeldia.org”