EVANGELIO DEL DIA
¿ Señor, a quién iremos?. Tú tienes palabras de vida eterna. Jn 6, 68
sábado 16 Noviembre 2013
Sábado de la trigésima segunda semana del tiempo ordinario
Libro de la Sabiduría 18,14-16.19,6-9.
Cuando un silencio apacible envolvía todas las cosas, y la noche había llegado a la
mitad de su rápida carrera,
tu Palabra omnipotente se lanzó desde el cielo, desde el trono real, como un
guerrero implacable, en medio del país condenado al exterminio. Empuñando como
una espada afilada tu decreto irrevocable,
se detuvo y sembró la muerte por todas partes: a la vez que tocaba el cielo,
avanzaba sobre la tierra.
Porque la creación entera, obedeciendo a tus órdenes, adquiría nuevas formas en
su propia naturaleza, para que tus hijos fueran preservados incólumes.
Se vio a la nube cubrir el campamento con su sombra y emerger la tierra seca de lo
que antes era agua; apareció en el Mar Rojo un camino despejado y una verde
llanura, entre las olas impetuosas:
por allí paso todo un pueblo, protegido por tu mano, contemplando prodigios
admirables.
Eran como caballos en un pastizal y retozaban como corderos, alabándote a ti,
Señor, su liberador.
Salmo 105(104),2-3.36-37.42-43.
Cántenle y toquen para él,
y mediten todos sus prodigios.
Siéntanse orgullosos de su santo nombre,
y alégrense los que buscan al Señor.
Golpeó a todo primogénito, en su país,
a todas las primicias de su virilidad.
Hizo salir a los suyos con oro y plata,
y en sus tribus ninguno iba cojeando.
Es que se acordó de su santa palabra
que le dio a Abrahán, su servidor;
hizo salir a su pueblo alegremente,
a sus elegidos entre gritos de gozo.
Evangelio según San Lucas 18,1-8.
Después Jesús les enseñó con una parábola que era necesario orar siempre sin
desanimarse:
"En una ciudad había un juez que no temía a Dios ni le importaban los hombres;
y en la misma ciudad vivía una viuda que recurría a él, diciéndole: 'Te ruego que
me hagas justicia contra mi adversario'.
Durante mucho tiempo el juez se negó, pero después dijo: 'Yo no temo a Dios ni
me importan los hombres,
pero como esta viuda me molesta, le haré justicia para que no venga
continuamente a fastidiarme'".
Y el Señor dijo: "Oigan lo que dijo este juez injusto.
Y Dios, ¿no hará justicia a sus elegidos, que claman a él día y noche, aunque los
haga esperar?
Les aseguro que en un abrir y cerrar de ojos les hará justicia. Pero cuando venga el
Hijo del hombre, ¿encontrará fe sobre la tierra?".
Comentario del Evangelio por:
Santa Teresa del Niño Jesús (1873-1897), carmelita descalza, doctora de
la Iglesia
Manuscrito C, 25 rº
Orar siempre sin desanimarse
¡Cuán grande es el poder de la oración! Se diría que es como una reina, que a cada
instante tiene libre acceso a los aposentos del rey pudiendo obtener de él todo lo
que le pide. Para ser escuchada, de ninguna manera, es necesario leer en un libro
una bella fórmula compuesta para la circunstancia; si fuera así, ¡Ay! ¡Cuán digna de
compasión sería yo! Fuera del Oficio Divino, que soy muy indigna de recitar, no
tengo valor para esforzarme en buscar en los libros hermosas oraciones, eso me
produce dolor de cabeza, ¡hay tantas! Y además, son todas, a cuál más bella. Yo no
podría recitarlas todas, y no sabiendo cual escoger, hago como los niños que no
saben leer, digo simplemente al Buen Dios lo que le quiero decir, sin hacer frases
bonitas, y él me comprende siempre.
Para mí, la oración, es un impulso del corazón, una simple mirada dirigida al cielo,
un grito de agradecimiento y de amor, tanto en el interior de la prueba como
cuando me invade el gozo; en fin, es una cosa muy grande, sobrenatural que me
dilata el alma y me une a Jesús.
servicio brindado por el Evangelio del Día, www.evangeliodeldia.org”