“Tengan cuidado, no se dejen engañar”
Lc 21, 5-19
Autor: Pedro Sergio Antonio Donoso Brant
Lectio Divina
1. EL COMPROMISO QUE TENEMOS ES EL DE CONSTRUIR EL REINO
DE DIOS EN EL HOY
La Palabra de Dios presenta la posibilidad de hacer, de construir, de trabajar en
torno a un proyecto como algo real en cada momento de la historia, incluso
en los más tenebrosos. Ante el hundimiento de cierto modelo de vida y la
disgregación de los valores tradicionales, sería un acto de desconfianza
decir: «No puedo hacer nada». Sería, además, vivir fuera del tiempo
intentar volver a poner en pie viejas instituciones, echando de menos con
nostalgia la vida de un tiempo pasado, mostrándonos incapaces de dialogar
con el mundo actual.
El compromiso que tenemos es el de construir el Reino de Dios en el hoy,
reconociéndolo como tiempo de salvación en el que Dios nos pide que
trabajemos en su nombre.
Pablo, en un pasaje de la primera Carta a los Corintios, habla de la obra de
edificación de la comunidad, de trabajar con el mejor material, que será
cribado y valorado al final (1 Cor 3,12-17). Del mismo modo que las
construcciones son sometidas a prueba en los cataclismos, así los
desbarajustes de la historia ponen a prueba la resistencia de una
comunidad cristiana, el aguante de nuestra fe. En determinados momentos
se ve cómo hemos construido, qué material hemos empleado, en qué
proyectos está basado. ¿Se apoya nuestra casa en la roca que es Cristo (cf
Mt 7,24-27)?
La certeza de que habrá un final no puede llevarnos a dejar de remar, sino a
garantizar un futuro a nuestros hermanos, a obrar de modo que todos se
sientan inflamados y alegrados por la aparición del «sol de justicia». De ahí
la imposibilidad de huir de este tiempo. El trabajo cotidiano, sea del tipo
que sea, es el lugar de la fiel espera de la intervención definitiva de Dios por
parte del hombre, es el lugar donde, como cristianos, estamos llamados a
dar un buen testimonio de Cristo. La vida cotidiana, el silencio, la sencillez,
son los caminos que hemos de escoger, en este tiempo, para hablar de la
sabiduría ante los poderosos del mundo. (Lectio Divina para cada día del
año, de Giorgio Zevini y Pier Giordano Cabra (Eds.)
ORACION
Señor Jesús, concédeme hoy tu espíritu de perseverancia, para llevar adelante
los compromisos que me han sido confiados.
Concédeme poder amar a los que me persiguen y haz que, a tu vuelta, me
puedas encontrar dispuesto.
Que yo pu eda resplandecer por tu justicia delante de los hombres gracias a tu
luz en el momento de tu venida.
Te ruego también por mis compañeros de trabajo y por aquellos que, a causa
de su profesión, están lejos de sus seres queridos. Llena de valor su
corazón y recompénsales por sus fatigas.