XXXIII Semana del Tiempo Ordinario (Año Impar)
Jueves
Jesús siente la infidelidad de Jerusalén, y le pide conversión: “¡Si
comprendieras lo que conduce a la paz!”
“En aquel tiempo, al acercarse Jesús a Jerusalén y ver la ciudad, le
dijo llorando: -« ¡Si al menos tú comprendieras en este día lo que
conduce a la paz! Pero no: está escondido a tus ojos. Llegará un día
en que tus enemigos te rodearán de trincheras, te sitiarán,
apretarán el cerco, te arrasarán con tus hijos dentro, y no dejarán
piedra sobre piedra. Porque no reconociste el momento de mi
venida»” (Lucas 19,41-44).
1. –“ Jesús se acercaba a Jerusalén, y al verla ”... El viaje hacia
Jerusalén se está acabando, desde Jericó Jesús ha andado veinte kilómetros
de cuesta. Llegado a Betania, desde esas alturas se domina el espléndido
paisaje de Jerusalén. La magnífica ciudad está allí extendida a nuestros
pies... las casas apiñadas unas contra otras sobre el rocoso espolón que
limitan el valle de Cedrón y la Geena... las sólidas murallas que protegen la
ciudad... El Templo del Dios viviente, en el centro de Jerusalén,
resplandeciente con sus columnas de mármol, y el techo de oro fino. Era en
ese lugar de su camino donde los peregrinos llenos de entusiasmo
entonaban el Salmo 121: « Qué alegría cuando me dijeron: Vamos a la
casa del Señor, Ya están pisando nuestros pies, tus umbrales,
Jerusalén: Jerusalén, ciudad bien construida, maravilla de unidad...
Haya «paz» en tus muros y en tus palacios, días espléndidos. Por
amor de mis hermanos y amigos, diré: «¡La paz contigo!». Por amor
de la casa del Señor, nuestro Dios, yo os auguro la felicidad » . Esto
es lo que Jesús oye cantar a su alrededor.
-“ Jesús lloró ”... Tienes sentimientos, Señor, y no quieres ocultarlos.
Esas lágrimas manifiestan tu no poder hacer nada ante la libertad, Jesús.
Trataste de «convertir» Jerusalén, pero esa ciudad, en conjunto, te resistió,
y te rechaza: dentro de unos días serás juzgado, condenado, y ejecutado...
Dios prefiere "llorar de impotencia en Jesús antes que privar al
hombre de su libertad" (Stöger). Este llanto es todavía llamamiento a su
paz mesiánica, y te vemos, Jesús, cómo amas a tu pueblo, y cómo tus
sentimientos de pena prorrumpen en llanto. Aún hoy este pueblo busca su
conversión, quizá sin saberlo, y san Pablo dirá que será un signo del fin de
los tiempos, esa conversión.
La misma conversión que buscamos todos, la que S. Ambrosio
explicaba así a las vírgenes: “La que de esta manera busca a Cristo y lo
encuentra puede decir: Lo abracé, y ya no lo soltaré, hasta meterlo en la
casa de mi madre, en la alcoba de la que me llevó en sus entrañas. ¿Cuál es
la casa de tu madre y su alcoba, sino lo más íntimo y secreto de tu ser?
”Guarda esta casa, limpia sus aposentos más retirados, para que,
estando la casa inmaculada, la casa espiritual fundada sobre la piedra
angula, se vaya edificando el sacerdocio espiritual, y el Espíritu Santo habite
en ella.
”La que así busque a Cristo, la que así ruega a Cristo no se verá
abandonada por Él; más aún, será visitada por Él con frecuencia, pues está
con nosotros hasta el fin del mundo”.
-“ ¡Si también tú, en ese día, comprendieras lo que te traería la
«paz»! ” Era el deseo del Salmo. Era el nombre mismo de Jerusalén:
«Ciudad de la Paz». Jesús sabe que el aporta la expansión, la alegría, la paz
a los hombres. Pero se toma en serio la libertad del hombre y respeta sus
opciones: más que manifestar su poder, llora y se contenta con gemir... «Si
comprendieras...»
-“ Pero, por desgracia, tus ojos no lo ven ”. La incredulidad de
Jerusalén, es símbolo de todas las otras incredulidades... La incredulidad de
aquel tiempo, símbolo de la incredulidad de todos los tiempos... Jerusalén
está ciega: no ha «visto» los signos de Dios, no ha sabido reconocer la hora
excepcional que se le ofrecía en Jesucristo. Jerusalén crucificará, dentro de
unos días, a aquél que le aportaba la paz. “ No reconociste el tiempo de
la visita de Dios”. ¡Admirable fórmula de ternura! Era el tiempo de la
«cita» de amor entre Dios y la humanidad. Esa visita única, memorable, se
desarrollaba en esa ciudad única en toda la superficie de la tierra. «Y
Jerusalén, ¡tú no compareciste a la cita!» Pero ¿estoy yo, a punto hoy para
las «visitas» de Dios? De cuántas de ellas estoy ausente también por
distracción, por culpa, por ceguera espiritual!... por estar muy ocupado en
muchas otras cosas.
-“ Días vendrán sobre ti en que tus enemigos te rodearán de
trincheras, te estrellarán contra el suelo a ti y a tus hijos, y no
dejarán en ti piedra sobre piedra ”. Cuando Lucas escribía eso, ya había
sucedido la predicción del Señor: en el 70, los ejércitos de Tito habían
arrasado prácticamente la ciudad... esa hermosa ciudad que Jesús
contemplaba aquel día con los ojos llenos de lágrimas... (Noel Quesson).
2. Los dos libros de los Macabeos hablan de los mismos hechos. El
celo religioso del fiel Matatías y sus hijos hace estallar la revolución. Harto
ya de las artimañas del poder real que se esfuerza en apartar a los judíos
de la Fe, Matatías, jefe de una importante familia sacerdotal convoca a los
fieles a la "resistencia" y predica la «guerra santa». Hoy queremos dejar es
creencia antigua de que las guerras arreglan algo, y escoger la verdad del
diálogo. Ayúdanos, Señor, a entendernos los unos con los otros. Ayúdanos,
Señor, a descubrir el sentido de tu bienaventuranza: «felices los artífices de
la paz».
-“ Si cumples el decreto del rey, recibirás plata, oro y muchos
regalos ”. El chantajes es moneda de cambio en sistemas corruptos: la
codicia va unida a esa perversión.
-“ Aunque todas las naciones que forman el imperio del rey le
obedezcan hasta apartarse cada uno del culto de sus padres... Yo,
mis hijos y mis hermanos nos mantendremos en la alianza de
nuestros padres. El cielo nos guarde de abandonar la Ley y los
preceptos ”. Se trata de una fidelidad interior a Dios... «mantenerse en la
Alianza». Permanecer aliado de Dios. Hacer su voluntad. Y esto a pesar de
la presión general dominante: « Aunque todos abandonen a Dios ...» Hoy
vemos de modo sibilino, sin aparente violencia, esas dificultades
ambientales. ¿Cuál es mi actuación?
-“ Y dejando en la ciudad cuanto poseían, huyeron él y sus
hijos a las montañas ”. Al grupo de Matatías se suman, entre otros, los
asideos que parecen formar ya en esta época un partido religioso más o
menos estructurado. Son los "piadosos", los que han permanecido fieles a
las tradiciones patrias, mientras muchos judíos se han relajado en lo que
respecta a la observancia de la ley. Se cree que son los antepasados de los
fariseos y los esenios. En el Qumram, en el desierto, se han hallado muchos
indicios de la cultura y modo de vida de los que se instalaron en el desierto.
El anciano Matatías designa a su segundo hijo, Simón, como consejero y
encomienda al tercero, Judas, la dirección militar.
Olivier Clerc cuenta de una rana que se mete en una cacerola llena de
agua fría en la que nada tranquilamente. Encienden fuego bajo la cacerola,
y el agua se calienta lentamente. Se va poniendo tibia, y la ranita encuentra
esto más bien agradable, y continúa nadando. Ahora el agua está caliente,
se siente un poco cansada pero no se da cuenta que va adormeciéndose.
Cuando el agua está demasiado caliente ya la ranita está tan debilitada, que
no puede hacer nada. La ranita termina muriendo por no notar el cambio.
En agua de 50 grados, según como entra saldría de la cacerola con un
golpe de sus patas. Con eso se quiere hacer ver que cuando un cambio
viene de un modo suficientemente lento escapa a la conciencia, y no
provoca en la mayor parte de los casos ninguna reacción, ninguna
oposición, ninguna revuelta…
Cosas que nos habrían hecho horrorizar 20, 30 o 40 años atrás han
sido poco a poco banalizadas, y hoy preocupan apenas, o dejan directa y
completamente indiferente a la mayor parte de las personas. En nombre
del progreso, de la ciencia, y del aprovechamiento, se efectúan continuos
ataques a las libertades individuales, a la dignidad, a la integridad de la
naturaleza, a la belleza y a la felicidad de vivir. Lentamente, pero
inexorablemente, con la constante complicidad de las víctimas,
inconscientes, o quizás incapaces de defenderse. ¡Conciencia o cocción,
debemos elegir!
3. " Al que sigue buen camino, le haré ver la salvación de
Dios... ofrece al Dios un sacrificio de alabanza, cumple tus votos al
Altísimo, e invócame el día del peligro: yo te libraré y tú me darás
gloria ". Dios es aquí Soberano que da leyes y convoca a juicio. Anuncia a
Jesús, que nos salvará, y me mostrará el único camino que da gloria a Dios
y nos conduce a su Gloria. Ese camino es el abandono del niñito que se
duerme sin miedo en brazos de su padre... «El que sea pequeñito, que
venga a mí», dijo el Espíritu Santo por boca de Salomón. Y ese mismo
Espíritu de amor dijo también que «a los pequeños se les compadece y
perdona». Y, en su nombre, el profeta Isaías nos revela que en el último día
«el Señor apacentará como un pastor a su rebaño, reunirá a los corderitos y
los estrechará contra su pecho». Y como si todas esas promesas no
bastaran, el mismo profeta, cuya mirada inspirada se hundía ya en las
profundidades de la eternidad, exclama en nombre del Señor: «Como una
madre acaricia a su hijo, así os consolaré yo, os llevaré en brazos y sobre
las rodillas os acariciaré».
Llucià Pou Sabaté