EVANGELIO DEL DIA
¿ Señor, a quién iremos?. Tú tienes palabras de vida eterna. Jn 6, 68
Noviembre 21
Memoria de la Presentación de la Bienaventurada Virgen María
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Lecturas de la S. Biblia
Temas de las lecturas: Establezco hostilidades entre tu estirpe y la de la mujer *
De pie a tu derecha está la reina, enjoyada con oro de Ofir. * Si creció el pecado,
mas desbordante fue la gracia * Se￱alando con la mano a los discípulos, dijo:”Estos
son mi madre y mis hermanos”
Textos para este día:
Génesis 3, 9-15. 20:
Después que Adán comi￳ del árbol, el Se￱or llam￳ al hombre: “D￳nde estás?”
El contest￳: “Oí tu ruido en el jardín, me dio miedo, porque desnudo, y me
escondí.”
El Se￱or le replic￳: “Quién te informó que estabas desnudo? Es que has comido del
árbol del que te prohibí comer?
Adán respondi￳: “La mujer que me distes como compa￱era me ofreci￳ del fruto, y
comí.”
El Se￱or dijo a la mujer: “Qué es lo que has hecho?”
Ella respondi￳: “La serpiente me enga￱￳ y comí.”
El Se￱or dijo a la serpiente: “Por haber hecho eso, serás maldita entre todo el
ganado y todas las fieras del campo; te arrastrarás sobre el vientre y comerás
polvo toda tu vida; establezco hostilidades entre ti y la mujer, entre tu estirpe y la
suya; ella te herirá la cabeza cuando tú la hieras en el tal￳n.”
El hombre llamó a su mujer Eva, por ser la madre de todos los que viven.
Salmo 44 :
Hijas de reyes salen a tu encuentro, / de pie a tu derecha está la reina, / enjoyada
con oro de Ofir. R.
Escucha, hija, mira: inclina el oído, / olvida tu pueblo y la casa paterna; / prendado
está el rey de tu belleza: / póstrate ante él, que él es tu Señor. R.
Las traen entre alegría y algazara, / van entrando en el palacio real. R.
Romanos 5, 12. 17-19:
Lo mismo que por un hombre entró el pecado en el mundo, y por el pecado la
muerte, y así la muerte pasó a todos los hombres, porque todos pecaron.
Por el delito de un solo hombre comenzó el reinado de la muerte, por culpa de uno
solo. Cuanto más ahora, por un solo hombre, Jesucristo, vivirán y reinarán todos
los que han recibido un derroche de gracia y el don de la justificación.
En resumen: si el delito de uno trajo la condena de todos, también la justicia de
uno traerá la justificación y la vida. Si por la desobediencia de uno todos se
convirtieron en pecadores, así por la obediencia de uno todos se convertirán en
justos.
Mateo 12, 46-50:
En aquel tiempo, estaba Jesús hablando a la gente, cuando su madre y sus
hermanos se presentaron fuera, tratando de hablar con él.
Uno se lo avis￳: “Oye tu madre y tus hermanos están fuera y quieren hablar
contigo.”
Pero él contestó al que avisaba:
“Quién es mi madre y quienes son mis hermanos?” Y, se￱alando con la mano a los
discípulos, dijo: “Estos son mi madre y mis hermanos.” El que cumple la voluntad
de mi Padre del cielo, ése es mi hermano, y mi hermana, y mi madre.
Homilía
Temas de las lecturas: Establezco hostilidades entre tu estirpe y la de la mujer *
De pie a tu derecha está la reina, enjoyada con oro de Ofir. * Si creció el pecado,
mas desbordante fue la gracia * Se￱alando con la mano a los discípulos, dijo:”Estos
son mi madre y mis hermanos”
1. Un homenaje a la libertad
1.1 Podemos decir que esta fiesta es una celebración de la libertad humana en su
maravillosa capacidad de resolverse por Dios. Casi todas las fiestas de la Virgen
encomian las obras de Dios en ella; esta, por el contrario, nos recuerda que la
gracia encontró en Ella un corazón generoso y resuelto. Un corazón que se
"presentó"; se ofreció a Dios.
1.2 Este es un día para dar gracias a Dios, y también para meditar en nuestras
opciones fundamentales. Otro modo de nombrar esta fiesta es decir que estamos
bendiciendo al Señor al contemplar la opción radical, total y continua de María.
Porque en Ella los actos no son puntos aislados, momentos incomunicados, sino
actitudes, hábitos, modos de su naturaleza en camino hacia su Autor y Redentor.
1.3 Puede sonar extraño para unos y otros, pero hay que decirlo en voz alta: la
libertad humana puede volverse hacia Dios. Extraño para unos, por demasiado
obvio; extraño para otros porque nuestro tiempo toma como un dogma que libertad
es insubordinación, radical independencia, decisión en el vacío; pero ahí está María
para mostrar que no. Libertad no es hacer cualquier cosa, ni desear cualquier cosa,
ni predicar cualquier cosa.
2. Dueña de sí, Esclava de Dios
2.1 En una hermosa oración dice el P. Ignacio Larrañaga: "eres señora del universo
porque primero eres señora de ti misma". Muchos de nuestros contemporáneos
quieren dominar el mundo pero no pueden dominarse a sí mismos. Se convierten
así en instrumentos útiles a los intereses de moda o los imperios de turno. María,
especialmente en este misterio, aparece como dueña de sí, y por lo mismo, capaz
de darse. ¿Cómo dar, en efecto, lo que no es de uno?
2.2 Ahora bien, ser dueño de sí no es todo aún. Si la creatura pretende ser un
absoluto y un fin para sí mismo, escoge el camino de Lucifer o el del Anticristo. Ser
dueños de nosotros es el paso irrenunciable pero no último para poder trascender,
para entregarnos, para donarnos. María, en el misterio que hoy celebramos es al
mismo tiempo la dueña de sí y la esclava del Señor. No hay contradicción en los
términos: sólo quien se posee puede darse, y no hay opción más sabia, bella o
justa que ofrecer en gratitud y obediencia nuestro ser a quien mejor nos conoce y
ama.
3. La Eucaristía, ofrenda de cada uno y de todos
3.1 En las plegarias eucarísticas se relaciona siempre la ofrenda de Jesús y la
nuestra, que no es otra sino nuestra unión con él. Es lo que nos enseñó san Pablo:
"gracias a Dios, que aunque erais esclavos del pecado, os hicisteis obedientes de
corazón a aquella forma de doctrina a la que fuisteis entregados; y habiendo sido
libertados del pecado, os habéis hecho siervos de la justicia. Hablo en términos
humanos, por causa de la debilidad de vuestra carne. Porque de la manera que
presentasteis vuestros miembros como esclavos a la impureza y a la iniquidad, para
iniquidad, así ahora presentad vuestros miembros como esclavos a la justicia, para
santificación" (Rom 6,17-19). Notemos cómo aquí presentarse y ofrecerse son
sinónimos, lo mismo que ser obedientes y ser siervos.
3.2 En la ofrenda eucarística hace cada uno su propia "presentación" como la hizo
María en su temprana infancia, movida por la gracia de Dios. Es aquí, junto al altar,
donde hacemos realidad la enseñanza del apóstol: "Por consiguiente, hermanos, os
ruego por las misericordias de Dios que presentéis vuestros cuerpos como sacrificio
vivo y santo, aceptable a Dios, que es vuestro culto racional" (Rom 12,1).
servicio brindado por el Evangelio del Día, www.evangeliodeldia.org”