INMACULADA CONCEPCIÓN
Bernardita: ¿Quién eres? “Yo soy la Inmaculada Concepción” (Lourdes, 25/03/1858)
- El Día 8 de Diciembre, la Iglesia nos invita a los cristianos a celebrar esta
prerrogativa de María: su Inmaculada Concepción.
"Cantad todos los pueblos al Señor, porque ha hecho maravillas"
- Es una buena ocasión para explicar en qué consiste esta prerrogativa, no
siempre bien entendida. Es una prerrogativa, un privilegio por el que María, al
igual que Jesús al nacer, fue eximida del pecado de origen que todos
contraemos. Al ser un privilegio, y no una virtud, no es algo en lo que nosotros
podemos tratar de imitar a la Santísima Virgen. ¿Cuál es la diferencia?
- Virtud cristiana, es un hábito bueno, adquirido con la ayuda de la Gracia de
Dios, y el concurso de nuestra voluntad.
- Privilegio es, un don gratuito que Dios concede, sin mérito del agraciado y sin
ninguna intervención o esfuerzo por su parte.
- Esta distinción, entre virtud y privilegio, nos conviene tenerla en cuenta, al
celebrar este privilegio de nuestra Madre, porque siempre hemos oído que una
de las razones por las que se nos propone la devoción de los Santos, (y que la
iglesia fomenta), es: estimularnos con sus virtudes y animarnos a que los
imitemos.
Nosotros no podemos imitar a Maria en su Inmaculada Concepción porque, los
privilegios de Dios, no están al alcance de nuestras posibilidades humanas.
- Sin embargo, alguna lección práctica sí que podemos sacar de ellos: El hecho
de que el Señor haya querido adornar a su Madre con este privilegio, debe ser
para nosotros una buena “pista”, una buena referencia de, la valoración y
detestación que Dios hace del pecado, al eximir a su Madre, (de la que había de
tomar su naturaleza humana Jesús), ¡incluso de la secuela del pecado original!
- Y es que el pecado es el único mal absoluto , porque supone, dar a los poderes
del mal, la soberanía sobre nuestra vida que sólo pertenece a Dios.
" Dios te salve, María , llena eres de Gracia" (Así la saluda el Arcángel) Y,
"Bendita tú entre todas las mujeres", será el elogio inspirado por Dios a su
parienta Isabel.