EVANGELIO DEL DIA
¿ Señor, a quién iremos?. Tú tienes palabras de vida eterna. Jn 6, 68
viernes 13 Diciembre 2013
Viernes de la segunda semana de Adviento
Libro de Isaías 48,17-19.
Así habla el Señor, tu redentor, el Santo de Israel: Yo soy el Señor, tu Dios, el que
te instruye para tu provecho, el que te guía por el camino que debes seguir.
¡Si tú hubieras atendido a mis mandamientos, tu prosperidad sería como un río y tu
justicia, como las olas del mar!
Como la arena sería tu descendencia, como los granos de arena, el fruto de tus
entrañas; tu nombre no habría sido extirpado ni borrado de mi presencia. Invitación
a salir de Babilonia
Salmo 1,1-2.3.4.6.
Dichoso el hombre que no va a reuniones de malvados,
ni sigue el camino de los pecadores ni se sienta en la junta de burlones,
mas le agrada la Ley del Señor y medita su Ley de noche y día.
Es como árbol plantado junto al río, que da fruto a su tiempo
y tiene su follaje siempre verde. Todo lo que él hace le resulta.
No sucede así con los impíos: son como paja llevada por el viento.
Porque Dios cuida el camino de los justos y acaba con el sendero de los malos.
Evangelio según San Mateo 11,16-19.
¿Con quién puedo comparar a esta generación? Se parece a esos mu chachos que,
sentados en la plaza, gritan a los otros:
'¡Les tocamos la flauta, y ustedes no bailaron! ¡Entonamos cantos fúnebres, y no
lloraron!'.
Porque llegó Juan, que no come ni bebe, y ustedes dicen: '¡Ha perdido la cabeza!'.
Llegó el Hijo del hombre, que come y bebe, y dicen: 'Es un glotón y un borracho,
amigo de publicanos y pecadores'. Pero la Sabiduría ha quedado justificada por sus
obras".
Comentario del Evangelio por :
Santa Gertrudis de Helfta (1256-1301), monja benedictina
Ejercicios, n° 8 Sexto; SC 127
“A Él se debe que vosotros estéis en Cristo Jesús, el cual se ha hecho para
nosotros sabiduría de parte de Dios, justicia, santificación y redención”
(1Co 1,30)
¡Oh Sabiduría admirable de Dios, cuán poderosa y brillante es tu voz! Tu llamas
sin ninguna excepción a todos los que te desean; haces en los humildes tu morada;
amas a los que te aman (Pr 8,17); juzgas la causa del pobre; con bondad, te
compadeces de todos. "No odias nada de lo que has creado"; "no tienes en cuenta
los pecados de los hombres" y esperas misericordiosamente que se arrepientan (Sb
11,23-24)… Tu que renuevas todas las cosas, por tu bondad, renuévame y
santifícame en ti, con el fin de que puedas morar en mi alma… haz que, desde la
mañana, vele por ti, con el fin de encontrarte de verdad (Is 26,9; Sg 6,12-14); ven
delante mío, para que de verdad te desee con ardor.
¡Qué prudente eres en tus designios! Con qué providencia lo dispones todo,
cuando, con vistas a salvar al hombre, le inspiraste al Rey de gloria (Sal. 23,8; 1Co
2,8)… el pensamiento de la paz, el cumplimiento de la caridad: escondiendo su
majestad, pusiste sobre sus hombros el momento favorable del amor, con el fin de
que él "cargara sobre el leño de la cruz los pecados del pueblo" (1P 2,24).
Oh sí, Sabiduría desbordante de Dios, la malicia del diablo no pudo trabar
ninguna de tus obras magníficas…; la magnitud del mal que hicimos, no pudo
prevaler ante la multitud de tus misericordias, ante la inmensidad de tu amor, ante
la plenitud de tu bondad. Mucho más, tu soberano poder, eliminó todos los
obstáculos, disponiendo todas las cosas con dulzura, y "abarcando con fuerza de un
extremo al otro de la tierra” (Sb. 8,1).
servicio brindado por el Evangelio del Día, www.evangeliodeldia.org”