El origen y sostén de todo: Dios.
2013-12-17
Oración preparatoria
Dios mío, en estos días cercanos a la Navidad, te pido me concedas la gracia de
orar con profundidad para poder valorar el misterio de la Encarnación de tu Hijo.
Ayúdame a profundizar en esta verdad de tu Palabra: el Verbo encarnado, segunda
Persona de la Trinidad, vino al mundo para amarnos y para enseñarnos a amar.
Petición (gracia/fruto que se busca)
Señor, dame la gracia de amar como Tú, con totalidad y desinterés.
Texto del Evangelio de hoy, como base para entablar el diálogo con Dios.
Del santo Evangelio según san Mateo 1, 1-17
Genealogía de Jesucristo, hijo de David, hijo de Abraham: Abraham engendró a
Isaac, Isaac a Jacob, Jacob a Judá y a sus hermanos; Judá engendró de Tamar a
Fares y a Zará; Fares a Esrom, Esrom a Aram, Aram a Aminadab, Aminadab a
Naasón, Naasón a Salmón, Salmón engendró de Rajab a Booz, Booz engendró de
Rut a Obed, Obed a Jesé, y Jesé al rey David.
David engendró de la mujer de Urías a Salomón, Salomón a Roboam, Roboam a
Abiá, Abiá a Asaf, Asaf a Josafat, Josafat a Joram, Joram a Ozías, Ozías a Joatam,
Joatam a Acaz, Acaz a Ezequías, Ezequías a Manasés, Manasés a Amón, Amón a
Josías, Josías engendró a Jeconías y a sus hermanos durante el destierro en
Babilonia.
Después del destierro en Babilonia, Jeconías engendró a Salatiel, Salatiel a
Zorobabel, Zorobabel a Abiud, Abiud a Eliaquim, Eliaquim a Azor, Azor a Sadoc,
Sadoc a Aquim, Aquim a Eliud, Eliud a Eleazar, Eleazar a Matán, Matán a Jacob, y
Jacob engendró a José, el esposo de María, de la cual nació Jesús, llamado Cristo.
Palabra del Señor.
Meditación (profundización propuesta, si bien se sugiere sea algo
personal)
El origen y sostén de todo: Dios.
«El Dios que pide a Abrahán que se fíe totalmente de él, se revela como la fuente
de la que proviene toda vida. De esta forma, la fe se pone en relación con la
paternidad de Dios, de la que procede la creación: el Dios que llama a Abrahán es
el Dios creador, que “llama a la existencia lo que no existe”, que “nos eligió antes
de la fundación del mundo… y nos ha destinado a ser sus hijos”.
Para Abrahán, la fe en Dios ilumina las raíces más profundas de su ser, le permite
reconocer la fuente de bondad que hay en el origen de todas las cosas, y confirmar
que su vida no procede de la nada o la casualidad, sino de una llamada y un amor
personal. El Dios misterioso que lo ha llamado no es un Dios extraño, sino aquel
que es origen de todo y que todo lo sostiene. La gran prueba de la fe de Abrahán,
el sacrificio de su hijo Isaac, nos permite ver hasta qué punto este amor originario
es capaz de garantizar la vida incluso después de la muerte. La Palabra que ha sido
capaz de suscitar un hijo con su cuerpo “medio muerto” y “en el seno estéril” de
Sara, será también capaz de garantizar la promesa de un futuro más allá de toda
amenaza o peligro» (S.S. Francisco, encíclica Lumen fidei , n. 11).
Diálogo con Cristo
Dedica unos minutos a tener un diálogo espontáneo con Cristo, de corazón a
Corazón, a partir de lo que haya llegado al propio interior, de lo que te haya dicho
Dios.
Propósito (es mejor que surja del diálogo íntimo que se ha tenido con
Cristo)
Haré una oración especial por el Papa Francisco, por ser hoy el día de su natalicio.
«El amor es el parteaguas de la historia del hombre desde que Jesús, Verbo
encarnado, segunda Persona de la Trinidad santísima, vino al mundo»
(Cristo al centro, n. 68 ).