EVANGELIO DEL DIA
¿ Señor, a quién iremos?. Tú tienes palabras de vida eterna. Jn 6, 68
Evangelio según San Lucas 1,39-45.
En aquellos días, María partió y fue sin demora a un pueblo de la montaña de Judá.
Entró en la casa de Zacarías y saludó a Isabel.
Apenas esta oyó el saludo de María, el niño saltó de alegría en su seno, e Isabel,
llena del Espíritu Santo,
exclamó: "¡Tú eres bendita entre todas las mujeres y bendito es el fruto de tu
vientre!
¿Quién soy yo, para que la madre de mi Señor venga a visitarme?
Apenas oí tu saludo, el niño saltó de alegría en mi seno.
Feliz de ti por haber creído que se cumplirá lo que te fue anunciado de parte del
Señor".
Comentario del Evangelio por :
Papa Francisco
Encíclica “Lumen fidei”, § 39 (trad. © Libreria Editrice Vaticana)
“María se puso rápidamente en camino”: la fe se tiende a invitar a los otros
a la alegría
Es imposible creer cada uno por su cuenta. La fe no es únicamente una opción
individual que se hace en la intimidad del creyente, no es una relación exclusiva
entre el «yo» del fiel y el «Tú» divino, entre un sujeto autónomo y Dios. Por su
misma naturaleza, se abre al «nosotros», se da siempre dentro de la comunión de
la Iglesia. Nos lo recuerda la forma dialogada del Credo, usada en la liturgia
bautismal.
El creer se expresa como respuesta a una invitación, a una palabra que ha de ser
escuchada y que no procede de mí, y por eso forma parte de un diálogo… Es posible
responder en primera persona, «creo», sólo porque se forma parte de una gran
comunión, porque también se dice «creemos». Esta apertura al «nosotros» eclesial
refleja la apertura propia del amor de Dios, que no es sólo relación entre el Padre y
el Hijo, entre el «yo» y el «tú», sino que en el Espíritu, es también un «nosotros»,
una comunión de personas. Por eso, quien cree nunca está solo, porque la fe tiende
a difundirse, a compartir su alegría con otros… Tertuliano (c. 155-c. 220)… dijo que
el catecúmeno, «tras el nacimiento nuevo por el bautismo», es recibido en la casa
de la Madre para alzar las manos y rezar, junto a los hermanos, el Padrenuestro,
como signo de su pertenencia a una nueva familia.
servicio brindado por el Evangelio del Día, www.evangeliodeldia.org”