SAGRADA FAMILIA. CICLO A.
Mt. 2, 13-15. 19-23
Cuando se marcharon los magos, el ángel del Señor se apareció en sueños
a José y le dijo: -«Levántate, coge al niño y a su madre y huye a Egipto;
quédate allí hasta que yo te avise, porque Herodes va a buscar al niño para
matarlo. »
José se levantó, cogió al niño y a su madre, de noche, se fue a Egipto y se
quedó hasta la muerte de Herodes. Así se cumplió lo que dijo el Señor por
el profeta: «Llamé a mi hijo, para que saliera de Egipto.»
Cuando murió Herodes, el ángel del Señor se apareció de nuevo en sueños
a José en Egipto y le dijo:
-«Levántate, coge al niño y a su madre y vuélvete a Israel; ya han muerto
los que atentaban contra la vida del niño.»
Se levantó, cogió al niño y a su madre y volvió a Israel.
Pero, al enterarse de que Arquelao reinaba en Judea como sucesor de su
padre Herodes, tuvo miedo de ir allá. Y, avisado en sueños, se retiró a
Galilea y se estableció en un pueblo llamado Nazaret. Así se cumplió lo que
dijeron los profetas, que se llamaría Nazareno.
CUENTO : PARA SER MEJORES PAPÁS
Mi hijo hace poco llegó a este mundo, de manera normal. Pero yo tenía que
trabajar, tenía tantos compromisos.
Mi hijo aprendió a comer cuando menos lo esperaba. Comenzó a hablar
cuando yo no estaba.
Mi hijo, a medida que crecía, me decía: "Papi, algún día seré como tú
¿Cuándo regresas a casa, papi?" -"No lo sé, pero cuando regrese jugaremos
juntos... ya lo verás".
Cuando mi hijo cumplió los diez años me dijo: "Gracias por la pelota papá,
¿quieres jugar conmigo? -"Hoy no, hijo; tengo mucho que hacer" -"Esta
bien papá, otro día será". Se fue sonriendo y siempre en sus labios las
palabras: "Yo quiero ser como tú. ¿Cuándo regresas a casa, papá? -"No lo
sé, pero cuando regrese jugaremos juntos... ya lo verás"
Mi hijo regresó de la universidad el otro día, hecho todo un hombre. "Hijito,
estoy muy orgulloso de ti. Siéntate y hablemos un poco de tu vida". -"Hoy
no, papá, tengo compromisos... por favor préstame el auto para ir a visitar
a unos amigos".
Ya me jubilé y mi hijo vive en otro lugar. Hoy lo llamé: "Hola hijo, quiero
verte" -"Me encantaría papá, pero es que no tengo tiempo... tú sabes, el
trabajo, los niños... pero gracias por llamar, fue increíble escuchar tu voz."
Al colgar el teléfono me di cuenta que mi hijo había cumplido su deseo: era
exactamente como yo. Y ahora lamento profundamente no haberle
entregado mi tiempo cuando él lo necesitaba. Pero ya es demasiado tarde.
ENSEÑANZA PARA LA VIDA:
Siempre coincide cercana la fiesta de la Sagrada Familia con la de Santa
María Madre de Dios. ¡Qué hermosa coincidencia y qué tema más actual!.
Porque hay qué ver cómo está la familia en España y en general en Europa
y en el mundo, al menos la que llaman familia “tradicional”. Cada vez
menos gente se casa, cada vez más gente se divorcia, cada vez menos
compromisos estable. Y para colmo se amplía el concepto de familia y se
trastoca el término matrimonio. En fin, que si no hay crisis familiar, al
menos hay crisis del concepto mismo de familia. Y, sin embargo, la familia
“tradicional” como se la llama ahora a lo que siempre hemos considerado
familia, sigue siendo la institución más valorada por la gente. Y basta ver el
mundo de la educación para comprobar la importancia y la influencia de la
familia en la educación y desarrollo de los alumnos. Nuestra propia
experiencia nos dice lo importante y decisiva que ha sido el testimonio y el
ejemplo de nuestra propia familia.
Pero es claro que no está muy de moda hablar hoy de la familia. Y
curiosamente es la Iglesia la institución que más está haciendo por seguir
defendiendo el concepto de familia como unión estable de hombre y mujer
para educar a los hijos. Claro que por esto es tachada de retrógrada y
anticuada. Pero a la vez, en la propia sociedad se reconoce que en muchas
conductas agresivas actuales de niños, adolescentes y jóvenes está la
ausencia de claras normas de conducta que se viven en la familia.
Y en esta situación la Iglesia nos presenta hoy el modelo de la Sagrada
Familia de Nazareth. Modelo de familia cristiana, donde Dios ocupa el centro
y donde se vive la auténtica armonía del amor. Familia modelo, que no
exenta de problemas. Y problemas gordos de persecución como vemos en el
Evangelio de hoy. Persecución que en cierto modo vemos hoy, no de forma
directa, pero sí indirecta a la familia tradicional, cuando se fomentan en
plan de igualdad otros modelos de familia o cuando no se incentiva
económica ni socialmente el tener hijos, al menos en España. También me
parece un atentado a la familia y a la vida el pensamiento supuestamente
“progre” de quienes defiende los derechos de la mujer a costa de los
derechos de nos no nacidos, promoviendo una permisividad con el aborto
que no se tiene con otros supuestos atentados a la vida. Atentado es la
imposición de ciertas pautas educativas y de transmisión de valores que
corresponden principalmente a los padres. Atentado es la promoción del
divorcio exprés, rápido, sin problemas que hace que en estos momentos en
España haya ya tantos divorcios como matrimonios empiezan su andadura,
con las consecuencias nefastas que sabemos tiene en los hijos y las heridas
que dejan en las parejas. Ya sé que son temas complejos, pero en absoluto
se pueden tramitar por la vía más fácil o más rápida, porque están en juego
valores, sentimientos, derechos, estabilidad, educación, niños, jóvenes,
ancianos. Pero, a pesar de todo, la familia sigue siendo el marco natural y
primero donde nacemos, vivimos las primeras y fundamentales experiencias
que configurarán nuestra personalidad y nuestra felicidad. Y por eso
debemos dedicarle todo la atención y todo nuestro mejor tiempo, no nos
vaya a pasar como al padre del cuento que, tarde, se dio cuenta de que no
había puesto a su familia y a su hijo en los primeros puestos de su jerarquía
de prioridades. Y es que la familia es la primera comunidad donde se viven
y se aprenden los principales valores de la vida, pero una familia que debe
ser no sólo grupo, sino hogar, vivencia concreta del amor dado y recibido,
preparación para vivir en sociedad en clave de respeto, tolerancia,
solidaridad y responsabilidad. Y si Dios está en medio, como lo estuvo entre
José, María y Jesús, y como debería estarlo en toda familia que se declare
cristiana, sin duda que esos valores se acentuarán y serán beneficiosos para
la Iglesia y la sociedad en general.
Revisemos hoy nuestra propia familia. ¿Es comunidad de amor? ¿Se cultiva
el respeto, la generosidad, la solidaridad, el sacrificio por los demás, la
alegría del tiempo compartido gratuitamente?. ¿Se vive y se educa en ella
la fe? ¿Hay una autoridad que es ante todo signo de unidad y de feliz
convivencia y no de imposición despótica? ¿Hay verdadero diálogo y
consenso y participación de todos?. No nos dediquemos sólo a criticar lo
mal que está la familia en la sociedad o los ataques que sufre, hagamos
como hizo el Papa Francisco y propongamos positivamente el modelo de
familia cristiana, dando ejemplo y respetando a aquellos que no piensan
como nosotros, y eso sí, exigiendo donde haya que exigir que se apoye y se
impulse una vida de familia armoniosa, que permita compaginar trabajo con
atención a los hijos, que facilite el tiempo de comunicación y de cultivo de
los buenos valores humanos y cristianos. Y QUE LA SAGRADA FAMILIA DE
NAZARETH NOS AYUDE A SEGUIR CONSTRUYENDO UNA FAMILIA Y UNA
SOCIEDAD MÁS HUMANAS, MÁS FELICES, MÁS RESPONSABLES Y
COMPORMETIDAS EN LA IGLESIA Y LA SOCIEDAD. Y QUE MARÍA, CUYA
FIESTA CELEBRAREMOS EL 1 DE ENERO, DÍA MUNDIAL DE LA PAZ, SEA
NUESTRA INTERCESORA ANTE DIOS, PARA QUE NOS AYUDE A SER
CONSTRUCTORES DE PAZ DESDE LA FAMILIA, PAZ QUE IRRADIARÁ ASÍ AL
MUNDO ENTERO. ¡FELIZ AÑO NUEVO A TODOS!