EVANGELIO DEL DIA
¿ Señor, a quién iremos?. Tú tienes palabras de vida eterna. Jn 6, 68
domingo 29 Diciembre 2013
Fiesta de la Sagrada Familia: Jesús, María y José
Libro de Eclesiástico 3,2-6.12-14.
Porque el Señor quiere que el padre sea respetado por sus hijos y confirmó el
derecho de la madre sobre ellos.
El que honra a su padre expía sus pecados
y el que respeta a su madre es como quien acumula un tesoro.
El que honra a su padre encontrará alegría en sus hijos y cuando ore, será
escuchado.
El que respeta a su padre tendrá larga vida y el que obedece al Señor da
tranquilidad a su madre.
Hijo mío, socorre a tu padre en su vejez y no le causes tristeza mientras viva.
Aunque pierda su lucidez, sé indulgente con él; no lo desprecies, tú que estás en
pleno vigor.
La ayuda prestada a un padre no caerá en el olvido y te servirá de reparación por
tus pecados.
Salmo 128(127),1-2.3.4-5.
Felices los que temen al Señor
y siguen sus caminos.
Comerás del trabajo de tus manos,
esto será tu fortuna y tu dicha.
Tu esposa será como vid fecunda
en medio de tu casa,
tus hijos serán como olivos nuevos
alrededor de tu mesa.
Así será bendito
el hombre que teme al Señor.
¡Que el Señor te bendiga desde Sión:
puedas ver la dicha de Jerusalén
durante todos los días de tu vida!
¡Que veas a los hijos de tus hijos
y en Israel, la paz!
Carta de San Pablo a los Colosenses 3,12-21.
Como elegidos de Dios, sus santos y amados, revístanse de sentimientos de
profunda compasión. Practiquen la benevolencia, la humildad, la dulzura, la
paciencia.
Sopórtense los unos a los otros, y perdónense mutuamente siempre que alguien
tenga motivo de queja contra otro. El Señor los ha perdonado: hagan ustedes lo
mismo.
Sobre todo, revístanse del amor, que es el vínculo de la perfección.
Que la paz de Cristo reine en sus corazones: esa paz a la que han sido llamados,
porque formamos un solo Cuerpo. Y vivan en la acción de gracias.
Que la Palabra de Cristo resida en ustedes con toda su riqueza. Instrúyanse en la
verdadera sabiduría, corrigiéndose los unos a los otros. Canten a Dios con gratitud
y de todo corazón salmos, himnos y cantos inspirados.
Todo lo que puedan decir o realizar, háganlo siempre en nombre del Señor Jesús,
dando gracias por él a Dios Padre.
Mujeres, respeten a su marido, como corresponde a los discípulos del Señor.
Maridos, amen a su mujer, y no le amarguen la vida.
Hijos, obedezcan siempre a sus padres, porque esto es agradable al Señor.
Padres, no exasperen a sus hijos, para que ellos no se desanimen.
Evangelio según San Mateo 2,13-15.19-23.
Después de la partida de los magos, el Angel del Señor se apareció en sueños a
José y le dijo: "Levántate, toma al niño y a su madre, huye a Egipto y permanece
allí hasta que yo te avise, porque Herodes va a buscar al niño para matarlo".
José se levantó, tomó de noche al niño y a su madre, y se fue a Egipto.
Allí permaneció hasta la muerte de Herodes, para que se cumpliera lo que el Señor
había anunciado por medio del Profeta: Desde Egipto llamé a mi hijo.
Cuando murió Herodes, el Angel del Señor se apareció en sueños a José, que
estaba en Egipto,
y le dijo: "Levántate, toma al niño y a su madre, y regresa a la tierra de Israel,
porque han muerto los que atentaban contra la vida del niño".
José se levantó, tomó al niño y a su madre, y entró en la tierra de Israel.
Pero al saber que Arquelao reinaba en Judea, en lugar de su padre Herodes, tuvo
miedo de ir allí y, advertido en sueños, se retiró a la región de Galilea,
d onde se estableció en una ciudad llamada Nazaret. Así se cumplió lo que había
sido anunciado por los profetas: Será llamado Nazareno.
Comentario del Evangelio por :
Papa Francisco
Encíclica “Lumen fidei”, § 52-53 (trad. © Libreria Editrice Vaticana)
La fe y el camino de la familia
Fe y familia: En el camino de Abrahán hacia la ciudad futura, la Carta a los Hebreos
se refiere a una bendición que se transmite de padres a hijos (cf. Hb 11,20-21). El
primer ámbito que la fe ilumina en la ciudad de los hombres es la familia. Pienso
sobre todo en el matrimonio, como unión estable de un hombre y una mujer: nace
de su amor, signo y presencia del amor de Dios… Fundados en este amor, hombre y
mujer pueden prometerse amor mutuo con un gesto que compromete toda la vida
y que recuerda tantos rasgos de la fe. Prometer un amor para siempre es posible
cuando se descubre un plan que sobrepasa los propios proyectos, que nos sostiene
y nos permite entregar totalmente nuestro futuro a la persona amada. La fe,
además, ayuda a captar en toda su profundidad y riqueza la generación de los
hijos, porque hace reconocer en ella el amor creador que nos da y nos confía el
misterio de una nueva persona. En este sentido, Sara llegó a ser madre por la fe,
contando con la fidelidad de Dios a sus promesas (cf. Hb 11,11).
En la familia, la fe está presente en todas las etapas de la vida, comenzando por la
infancia: los niños aprenden a fiarse del amor de sus padres. Por eso, es importante
que los padres cultiven prácticas comunes de fe en la familia, que acompañen el
crecimiento en la fe de los hijos. Sobre todo los jóvenes, que atraviesan una edad
tan compleja, rica e importante para la fe, deben sentir la cercanía y la atención de
la familia y de la comunidad eclesial en su camino de crecimiento en la fe.
servicio brindado por el Evangelio del Día, www.evangeliodeldia.org”