EVANGELIO DEL DIA
¿ Señor, a quién iremos?. Tú tienes palabras de vida eterna. Jn 6, 68
domingo 05 Enero 2014
Domingo segundo después de Navidad A
Libro de Eclesiástico 24,1-2.8-12.
La sabiduría hace el elogio de sí misma y se gloría en medio de su pueblo,
abre la boca en la asamblea del Altísimo y se gloría delante de su Poder:
Entonces, el Creador de todas las cosas me dio una orden, el que me creó me hizo
instalar mi carpa, él me dijo: "Levanta tu carpa en Jacob y fija tu herencia en
Israel".
El me creó antes de los siglos, desde el principio, y por todos los siglos no dejaré de
existir.
Ante él, ejercí el ministerio en la Morada santa, y así me he establecido en Sión;
él me hizo reposar asimismo en la Ciudad predilecta, y en Jerusalén se ejerce mi
autoridad.
Yo eché raíces en un Pueblo glorioso, en la porción del Señor, en su herencia.
Salmo 147,12-15.19-20.
¡Glorifica al Señor, Jerusalén,
a tu Dios alaba, oh Sión!
El refuerza las trancas de tus puertas
y bendice a tus hijos en tu seno;
guarda en paz tus fronteras,
te da del mejor trigo en abundancia.
Si a la tierra envía su mensaje,
su palabra corre rápidamente;
A Jacob le revela su palabra,
sus leyes y sus juicios a Israel.
Con ningún otro pueblo ha actuado así,
ni les dio a conocer sus decisiones.
¡Aleluya!
Carta de San Pablo a los Efesios 1,3-6.15-18.
Bendito sea Dios, el Padre de nuestro Señor Jesucristo, que nos ha bendecido en
Cristo con toda clase de bienes espirituales en el cielo,
y nos ha elegido en él, antes de la creación del mundo, para que fuéramos santos e
irreprochables en su presencia, por el amor.
El nos predestinó a ser sus hijos adoptivos por medio de Jesucristo, conforme al
beneplácito de su voluntad,
para alabanza de la gloria de su gracia, que nos dio en su Hijo muy querido.
Por eso, habiéndome enterado de la fe que ustedes tienen en el Señor Jesús y del
amor que demuestran por todos los hermanos,
doy gracias sin cesar por ustedes recordándolos siempre en mis oraciones
Que el Dios de nuestro Señor Jesucristo, el Padre de la gloria, les conceda un
espíritu de sabiduría y de revelación que les permita conocerlo verdaderamente.
Que él ilumine sus corazones, para que ustedes puedan valorar la esperanza a la
que han sido llamados, los tesoros de gloria que encierra su herencia entre los
santos,
Evangelio según San Juan 1,1-18.
Al principio existía la Palabra, y la Palabra estaba junto a Dios, y la Palabra era
Dios.
Al principio estaba junto a Dios.
Todas las cosas fueron hechas por medio de la Palabra y sin ella no se hizo nada de
todo lo que existe.
En ella estaba la vida, y la vida era la luz de los hombres.
La luz brilla en las tinieblas, y las tinieblas no la percibieron.
Apareció un hombre enviado por Dios, que se llamaba Juan.
Vino como testigo, para dar testimonio de la luz, para que todos creyeran por
medio de él.
El no era la luz, sino el testigo de la luz.
La Palabra era la luz verdadera que, al venir a este mundo, ilumina a todo hombre.
Ella estaba en el mundo, y el mundo fue hecho por medio de ella, y el mundo no la
conoció.
Vino a los suyos, y los suyos no la recibieron.
Pero a todos los que la recibieron, a los que creen en su Nombre, les dio el poder
de llegar a ser hijos de Dios.
Ellos no nacieron de la sangre, ni por obra de la carne, ni de la voluntad del
hombre, sino que fueron engendrados por Dios.
Y la Palabra se hizo carne y habitó entre nosotros. Y nosotros hemos visto su gloria,
la gloria que recibe del Padre como Hijo único, lleno de gracia y de verdad.
Juan da testimonio de él, al declarar: "Este es aquel del que yo dije: El que viene
después de mí me ha precedido, porque existía antes que yo".
De su plenitud, todos nosotros hemos participado y hemos recibido gracia sobre
gracia:
porque la Ley fue dada por medio de Moisés, pero la gracia y la verdad nos han
llegado por Jesucristo.
Nadie ha visto jamás a Dios; el que lo ha revelado es el Hijo único, que está en el
seno del Padre.
Comentario del Evangelio por :
San Román, el Melódico (hacia 560) compositor de himnos
Himno 13, La Natividad del Señor; SC 110, 143ss
“La Palabra era Dios....y la Palabra se hizo carne.” (Jn 1,1ss)
Escuchad, pastores, las trompetas... La Palabra se ha hecho carne, Dios se ha
manifestado al mundo! Y vosotras, hijas de reyes, entrad en el gozo de la Madre de
Dios (cf Sal 44) Pueblos todos, decid: Bendito eres tú, nuestro Dios, nacido hoy,
gloria a ti!
La Virgen que no tenía relación con ningún hombre (Lc 1,34) ha engendrado la
alegría, la tristeza ancestral ya no existe. Hoy ha nacido el Increado, aquel que el
mundo no puede abarcar . Hoy, la alegría se ha manifestado a los homb res; hoy el
error ha sido echado fuera. Pueblos, digamos: “Bendito eres tú, nuestro Dios,
recién nacido, gloria a ti.!”
Pastores..., cantad al Señor que nace en Belén..., aquel que rescata el mundo. La
maldición sobre Eva ha sido revocada, gracias a aquel que ha nacido de la Virgen....
“Batid palmas, aclamad con entusiasmo!” (Sal 46) Hagamos un coro con los
ángeles. El Señor ha nacido de la Virgen María para “sostener a los que caen y
levantar a los que desfallecen.” (Sal 144,14), los que gritan con gozo: “Bendito eres
tú, nuestro Dios, recién nacido, gloria ti!”
El autor de la Ley se ha encarnado bajo la Ley /Gal 4,4) el Hijo eterno ha nacido de
la Virgen, el Creador del universo está recostado en un pesebre. Aquel a quien el
Padre engendra sin principio, sin madre en el cielo, ha nacido de la Virgen, sin
padre en la tierra. Pueblos, digamos: “Bendito eres tú, nuestro Dios, recién nacido,
gloria ti!”
En verdad, la alegría viene del nacimiento en el establo. Hoy los coros angélicos se
alegran; todas las naciones celebran a la Virgen inmaculada; nuestro padre Adán se
regocija porque hoy ha nacido del Salvador. Pueblos, digamos: “Bendito eres tú,
nuestro Dios, recién nacido, gloria ti!”
servicio brindado por el Evangelio del Día, www.evangeliodeldia.org”