Encuentros con la
Palabra
La Epifanía del Señor – Ciclo A (Mateo 2, 1-12)
“
(...) regresaron a su tierra por otro camino”
Hermann Rodríguez Osorio, S.J.*
Había un ciego sentado en el camino, con una lata vacía a sus pies y un pedazo
de cartón que decía: "
Por favor ay
ú
deme, soy ciego
". Un poeta que pasaba
frente a él, se detuvo y vio unas pocas monedas dentro de la lata.
Sin pedirle
permiso tomó el cartel, le dio
v
uelta y escribió otro anuncio. Volvió a poner el
pedazo de cartón sobre los pies del ciego y siguió su camino. Por la tarde el poeta
volvió a pasar frente al ciego que pedía limosna, y vio
q
ue su lata estaba llena de
billetes y monedas. El ciego reconoció sus pasos y le preguntó si había sido él
quien reescribió su cartel y sobre todo, qué había puesto. El poeta le contestó:
“Nada que
no sea tan cierto como tu anuncio, pero con otras palabras". Sonrió y
siguió su camino. El ciego nunca lo supo,
pero su nuevo
c
artel decía:
"
Hoy es
primavera y no puedo verla
".
Esta historia nos invita a reemprender el año nuevo por otro camino, como
hicieron los sabios del Oriente de los que nos habla hoy la liturgia de la Palabra:
“Jesús naci en Belén, un pueblo de la regin de Judea, en el tiempo en que
Herodes era rey del país. Llegaron por entonces unos sabios del Oriente que se
dedicaban al estudio de las estrellas, y preguntaron: ‘–¿Dónde está el rey de los
judíos que ha nacido? Pues vimos salir su estrella y hemos venido a adorarlo. El
rey Herodes se inquietó mucho al oír esto, y lo mismo les pasó a todos los
habitantes de Jerusalén. Mandó el rey llamar a todos los jefes de los sacerdotes y
a los maestros de la ley, y les preguntó dónde había de nacer el Mesías. Ellos le
dijeron: –En Belén de Judea (...)”.
Luego el rey Herodes informó de esto a los sabios del Oriente y los mandó a Belén
para que averiguaran todo lo que pudieran acerca del niño, y les pidió que al
regresar, le avisaran para ir él también a rendirle homenaje. Con las indicaciones
del rey, los sabios llegaron al lugar donde estaba el niño. Entraron en la casa,
vieron al niño con María, su madre, y arrodillándose le rindieron homenaje. Le
hicieron regalos y después, “advertidos en sueos de que no debían volver a
donde estaba Herodes, regresaron a su tierra por otro camino”.
Después del encuentro con el Niño Jesús, nacido en un pesebre para nuestra
salvación, no deberíamos regresar a nuestra tierra por el mismo camino por el que
vinimos. Reemprender un camino nuevo es lo que debería caracterizar el
comienzo del año. Y este cambio de estrategia, debería ser creativo, buscando
alternativas desconocidas y nuevas para afrontar los retos que nos presenta la
realidad en la que vivimos. La creatividad no está en decir o hacer cosas raras o
extraordinarias, sino en saber decir y hacer lo mismo, con otras palabras, de
manera que el resultado sea mejor. Por eso, digamos: "
Hoy es primavera y no
puedo verla
".
* Sacerdote jesuita, Decano académico de la Facultad de Teología de la Pontificia Universidad Javeriana – Bogotá
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