EVANGELIO DEL DIA
¿ Señor, a quién iremos?. Tú tienes palabras de vida eterna. Jn 6, 68
Evangelio según San Mateo 2,1-12.
Cuando nació Jesús, en Belén de Judea, bajo el reinado de Herodes, unos magos de
Oriente se presentaron en Jerusalén
y preguntaron: "¿Dónde está el rey de los judíos que acaba de nacer? Porque vimos
su estrella en Oriente y hemos venido a adorarlo".
Al enterarse, el rey Herodes quedó desconcertado y con él toda Jerusalén.
Entonces reunió a todos los sumos sacerdotes y a los escribas del pueblo, para
preguntarles en qué lugar debía nacer el Mesías.
"En Belén de Judea, le respondieron, porque así está escrito por el Profeta:
Y tú, Belén, tierra de Judá, ciertamente no eres la menor entre las principales
ciudades de Judá, porque de ti surgirá un jefe que será el Pastor de mi pueblo,
Israel".
Herodes mandó llamar secretamente a los magos y después de averiguar con
precisión la fecha en que había aparecido la estrella,
los envió a Belén, diciéndoles: "Vayan e infórmense cuidadosamente acerca del
niño, y cuando lo hayan encontrado, avísenme para que yo también vaya a rendirle
homenaje".
Después de oír al rey, ellos partieron. La estrella que habían visto en Oriente los
precedía, hasta que se detuvo en el lugar donde estaba el niño.
Cuando vieron la estrella se llenaron de alegría,
y al entrar en la casa, encontraron al niño con María, su madre, y postrándose, le
rindieron homenaje. Luego, abriendo sus cofres, le ofrecieron dones: oro, incienso y
mirra.
Y como recibieron en sueños la advertencia de no regresar al palacio de Herodes,
volvieron a su tierra por otro camino.
Comentario del Evangelio por :
San Rafaél Arnaiz Barón (1911-1938), monje trapense español
Escritos espirituales, 06/01/1937 (Ed. Monte Carmelo; Obras Completas
1988)
“Entrando en la casa, vieron al Niño”
Adoraci￳n de los Reyes…poderosos de la tierra, humillan sus cabezas ante la
humilde cuna de un Ni￱o… Oro, incienso y mirra venido de Oriente… Ansiedad en
los corazones. Polvo de los caminos recorridos de noche, guiados por una estrella.
¿D￳nde está aquél que ha nacido?... Han pasado veinte siglos… Almas que también
recorren los caminos de la tierra como los Magos de Oriente, siguen preguntando al
pasar: ¿Habéis visto al que ama mi alma? (Can.Cant.3,3) También ahora es una
estrella de luz la que iluminando nuestro camino; nos lleva a la humildad de un
Portal, y nos muestra aquello que nos ha hecho salir “fuera de los muros de la
ciudad” (He 13,13; cf Lc 16,27). Nos ense￱a a un Dios, que siendo dueño de todo,
de todo carece. Al creador de la luz y calor del sol, padeciendo frío…Al que viene al
mundo por amor a los hombres, de los hombres olvidado.
También ahora como entonces, hay almas que buscan a Dios… Mas por desgracia,
no todos llegan a encontrarlo; no todos miran a la estrella que es la fe, ni se
atreven a adentrarse en esos caminos que conducen a Él, que son la humildad, el
renunciamiento, el sacrificio y casi siempre la Cruz.
Cuando esta noche en el coro, me acordaba, sin yo quererlo, de mis días infantiles,
de mi casa… de los Reyes…, mis hábitos blancos me decían otra cosa… También yo,
como los Magos, vine a buscar un Portal… Ya no soy ni￱o, a quien hay que dar
juguetes. Las ilusiones ahora son más grandes y no son de esta vida… Las ilusiones
del mundo, como juguetes de ni￱o, hacen feliz cuando se esperan…, después, todo
es cart￳n. Ilusiones del cielo… ilusi￳n que dura la vida y que después no defrauda.
¡Qué contentos volverían los Magos después de haber visto a Dios! Yo también le
veré..., no hay más que esperar un poco. Pronto llegará la mañana y con ella la luz.
¡Qué feliz será el despertar!
servicio brindado por el Evangelio del Día, www.evangeliodeldia.org”