Viernes 10 de Enero de 2014
Santoral: Ald, Gonzalo
1Juan 5,5-13 El Espíritu, el agua y la sangre
Salmo responsorial: 147 Glorifica al Señor, Jerusalén.
Lucas 5,12-16 En seguida le dejó la lepra
Una vez, estando Jesús en un pueblo, se presentó un hombre lleno de lepra; al ver
a Jesús cayó rostro a tierra y le suplicó: Señor, si quieres puedes limpiarme. Y
Jesús extendió la mano y lo tocó diciendo: Quiero, queda limpio. Y en seguida le
dejó la lepra. Jesús le recomendó que no lo dijera a nadie, y añadió: Ve a
presentarte al sacerdote y ofrece por tu purificación lo que mandó Moisés para que
les conste. Se hablaba de él cada vez más, y acudía mucha gente a oírle y a que los
curara de sus enfermedades. Pero él solía retirarse a despoblado para orar.
Pensemos…
Entonces…
Padre Marcelo
@padrerivas