Palabra de Dios
para alimentar tu día
Fr. Nelson Medina F., O.P
Tiempo Ordinario, Año Par,
Semana No. 1, Lunes
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Lecturas de la S. Biblia
Temas de las lecturas: Su rival insultaba a Ana, porque el Señor la había hecho
estéril * Te ofreceré, Señor, / un sacrificio de alabanza. * Convertíos y creed en la
Buena Noticia
Textos para este día:
1 Samuel 1, 1-8:
Había un hombre sufita oriundo de Ramá, en la serranía de Efraím, llamado Elcaná,
hijo de Yeroján, hijo de Elihú, hijo de Toju, hijo de Suf, efraimita. Tenía dos
mujeres: una se llamaba Ana y la otra Fenina; Fenina tenía hijos, y Ana no los
tenía. Aquel hombre solía subir todos los años desde su pueblo para adorar y
ofrecer sacrificios al Señor de los ejércitos en Siló, donde estaban de sacerdotes del
Señor los dos hijos de Elí, Jofní y Finés.
Llegado el día de ofrecer el sacrificio, repartía raciones a su mujer Fenina para sus
hijos e hijas, mientras que a Ana le daba sólo una ración; y eso que la quería, pero
el Señor la había hecho estéril. Su rival la insultaba, ensañándose con ella para
mortificarla, porque el Señor la había hecho estéril. Así hacía año tras año; siempre
que subían al templo del Señor, solía insultarla así.
Una vez Ana lloraba y no comía. Y Elcaná, su marido, le dijo: "Ana, ¿por qué lloras
y no comes?, ¿por qué te afliges? ¿No te valgo yo más que diez hijos?"
Salmo 115:
¿Cómo pagaré al Señor todo el bien que ha hecho? Alzaré la copa de la salvación,
invocando su nombre. R.
Cumpliré al Señor mis votos en presencia de todo el pueblo. Te ofreceré un
sacrificio de alabanza, invocando tu nombre, Señor. R.
Cumpliré al Señor mis votos en presencia de todo el pueblo; en el atrio de la casa
del Señor, en medio de ti, Jerusalén. R.
Marcos 1, 14-20:
Cuando arrestaron a Juan, Jesús se marchó a Galilea a proclamar el Evangelio de
Dios. Decía: "Se ha cumplido el plazo, está cerca el reino de Dios; convertíos y
creed la Buena Noticia".
Pasando junto al lago de Galilea, vio a Simón y a su hermano Andrés, que eran
pescadores y estaban echando el copo en el lago. Jesús les dijo: "Venid conmigo y
os haré pescadores de hombres".
Inmediatamente dejaron las redes y lo siguieron. Un poco más adelante vio a
Santiago, hijo del Zebedeo, y a su hermano Juan, que estaban en la barca
repasando las redes. Los llamó, dejaron a su padre Zebedeo en la barca con los
jornaleros y se marcharon con él.
Homilía
Temas de las lecturas: Su rival insultaba a Ana, porque el Señor la había hecho
estéril * Te ofreceré, Señor, / un sacrificio de alabanza. * Convertíos y creed en la
Buena Noticia
1. El Tiempo "Ordinario"
1.1 Empezamos hoy el tiempo llamado "ordinario", o mejor: el tiempo
"durante el año". En el dúo adviento-navidad celebramos la encarnación
del Señor; en el dúo cuaresma-pascua celebramos la muerte y resurrección
del Señor. La Encarnación y la Pascua son los dos misterios mayores de
nuestra fe, pero no agotan el misterio de Cristo. El tiempo "durante el año"
tiene ese propósito: contemplar de la mano del Evangelio el conjunto
admirable del misterio del ministerio de Cristo, que es lo que va desde su
Encarnación hasta su Pascua.
1.2 Nuestra guía en esa contemplación y maravilloso aprendizaje es, desde
luego, el Santo Evangelio. Por eso el tiempo ordinario es el tiempo del
evangelio, el tiempo para oír, de un modo continuo y muy completo, el
evangelio. Ahora bien, como hay una serie de textos evangélicos que se
proclaman en adviento-navidad y otra en cuaresma-pascua, los textos del
tiempo ordinario empiezan con el bautismo del Señor, que fue la fiesta de
ayer, y se prolongan hasta los discursos de fondo escatológico que Jesús
predicó en Jerusalén, ya próximo a su Pasión.
1.3 El tiempo ordinario tiene 33 o 34 semanas, dependiendo del comienzo
del adviento del año litúrgico siguiente. Durante esas semanas se leen los
textos principales del Evangelio según san Marcos, luego las partes de
Mateo que no tienen paralelo en Marcos y luego las partes de Lucas que no
tienen paralelo exacto ni en Marcos ni en Mateo. De este modo, los
evangelios llamados "sinópticos" nos enseñan a lo largo de este ciclo del
tiempo ordinario a mirar el misterio del ministerio de Nuestro Señor
Jesucristo.
1.4 Eso en cuanto a las lecturas del evangelio. Con respecto a la primera
lectura, la Iglesia ha tomado una opción en dos ciclos: uno para los años
impares, como este, y otro para los años pares. Los libros, o mejor dicho,
las partes de los libros que se leen en cada ciclo, par o impar, son
obviamente distintos. El ciclo de los años pares comienza, como vemos,
con la historia de Samuel, en el Primer Libro que lleva su nombre; el ciclo
de los años impares empezará con la Carta a los Hebreos.
2. ¿Sólo un conflicto entre mujeres?
2.1 Es bastante incómoda en todo sentido la situación que describe la primera
lectura de hoy: un hombre con dos mujeres, que además pelean entre sí, con el
agravante de que la una humilla a la otra por algo de lo que no es culpable: su
esterilidad. ¿Se puede aprender algo bueno de semejante cuadro?
2.2 Por lo pronto, notemos que Ana ora; su necesidad y su sentirse incomprendida
la llevan a orar; Peninná no tiene la necesidad y por eso tampoco tiene la oración. Y
como no tiene la oración tampoco tiene la cercanía del Dios que se compadece de
los necesitados, ni menos conoce la sorpresa de ser escuchada y bendecida.
2.3 Desde este punto de vista, lo importante no es tanto el que sean o no mujeres;
ni siquiera el tipo de cuestiones que les llevan a tener problemas. Lo que interesa
es el contraste de dos actitudes: por un lado la prepotencia de quien se siente
fuerte y por consiguiente humilla; por el otro, la indigencia de quien se siente débil
y por eso ora. Así entendemos que el orgullo va hermanado con la crueldad,
mientras que la necesidad suele hacer pareja con la plegaria.