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QUINTO DOMINGO DEL TIEMPO ORDINARIO
(Año Par. Ciclo A)
Lecturas bíblicas:
Abrimos nuestra Biblia y buscamos:
a.- Is. 58,7-10: Entonces nacerá tu luz como la aurora.
b.- 1Cor. 2, 1-5: Os he anunciado a Cristo Crucificado.
c.- Mt. 5, 13-16: Vosotros sois luz del mundo.
Esquema
1.- Invocación al Espíritu Santo para que sea ÉL quien ore en nosotros:
Ven Espíritu Santo…
2.- Acto Penitencial: Pedimos perdón al Señor, antes de escuchar su
Palabra, de todo lo que nos ha impedido orar durante esta semana.
Perd￳n Se￱or….
3.-Oración colecta: Vela, con amor continuo sobre tu familia; protégela y
defiéndela siempre, ya que sólo en ti ha puesto su esperanza. Por nuestro
Señor.
4.- Lectio divina:
a.- ¿Qué dice el texto?
- “Vosotros sois la sal de la tierra” (Mt. 5, 13ss).
El evangelio define la misión del apóstol: ser sal (v.13), y luz del mundo
(vv.14-16). Es la imagen del hombre nuevo de las Bienaventuranzas. La sal del
cristiano debe consistir en que ya sumergido en las realidades temporales le
debe ayudar a descubrir el sentido de la vida desde la fe, para que no piense ni
obre con criterios del mundo. Si la sal fue utilizada para evitar la corrupción de
los alimentos en la antigüedad, hoy debe ayudar a preservar al cristiano y a la
sociedad de la corrupción del pecado y la injusticia; hacer de la comunidad
humana un espacio de convivencia pacífica y justa, donde los derechos
humanos sean respetados, donde el matrimonio y la familia sean el lugar
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normal de crecimiento de las nuevas generaciones, porque sin Dios la sociedad
se convierte en un espacio de muerte, y al hombre lo corrompe la maldad de
creerse señor del bien y del mal. La humanidad necesita de la sal de los
cristianos, espera que la vigoricen, sazonar la sociedad, esa es la vocación de
los cristianos. Si llevan el espíritu de las Bienaventuranzas se convierten en
una fuerza para la desalentada humanidad. Esta existencia cristiana que vive
del reino de Dios y confía en él, se convierte en el vigor interno de cada
hombre y del ambiente en que vive. La sal, además, tiene otro significado
importante que se refiere a la sabiduría, el cristiano posee la verdadera
sabiduría que encierra la plenitud de lo humano y divino, que le viene del
Evangelio, la palabra de Dios. Pero Jesús también nos advierte: “Pero si la sal
se hace insípida, ¿con qué se le devolverá el sabor? Ya no sirve para nada, sino
para tirarla afuera y que la pisoteen los hombres” (v.13). Así pues las fuerzas
que sirven a Dios, la vocación, pueden debilitarse, lo mismo la confianza en
Dios. Si se derrumba el discípulo, también la entrega a los demás.
Necesitamos esta sal de la fe, ninguna otra la suple, la necesita la sociedad; en
cambio, la sal insípida se arroja (cfr. Mt. 22, 12; 25,30). Es una vocación
excelsa la del cristiano, ser sal, pero si no se cuida puede malograrse,
escurrirse y caer en la indiferencia, incluso contar con el castigo de ser echado
fuera por insípido. Si Israel, y ahora la Iglesia, son depositarias de la palabra
de Dios, la metáfora de la sal, nos viene a decir, que esta palabra no debe
perder su sabor, su poder de convocar al pueblo a la fe.
- “Vosotros sois la luz del mundo” (Mt.5, 14ss).
En un segundo momento, tenemos la metáfora de la luz (vv.14-16), si bien
antes se había relacionado con Israel (cfr. Is. 49,6), ahora son los discípulos de
Jesús, los llamados a ser luz del mundo (cfr. Flp. 2,5; Ef. 5, 8. 13). El cristiano
será luz del mundo, en la medida en que esté unido a Jesucristo, que es la
verdadera luz del mundo (cfr. Jn. 8,12; 9,5; 12,46). Esta metáfora de la luz
también hace referencia a la palabra de Dios, porque esta palabra es una
manifestación de su presencia en medio de los hombres; no olvidemos que
Jesús, luz del mundo, es portador del evangelio de la gracia. Su palabra es luz
y verdad. La referencia a la ciudad edificada sobre el monte, alude a Jerusalén,
lugar de peregrinación de todos los pueblos de la tierra (v.15; cfr. Is.2, 3;
Sal.121,3). Jesús lo aplica a los discípulos, porque ahora son el nuevo Israel,
luz que no se apaga y se ve desde lejos, es decir, su brillo ilumina a todos. Ser
la sal y la luz del mundo, se reduce a dar testimonio del amor infinito que Dios
ha depositado en el corazón del cristiano, le que le da sentido auténtico a su
vida. Las obras de la fe son la luz que traspasa la vida del cristiano, son la
verdad de fe hecha realidad, vivida. Son luz que fluye de la fe sin mérito
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propio, las obras no son motivo de alabanza personal, sino para que Dios sea
ensalzado. La luz del cristiano, remite al Padre de las luces (cfr. Samt.1, 17).
Esta vocación del cristiano hace cercano y manifiesto a Dios con toda la vida,
iluminada por el amor y las obras nacidas de la verdad.
b.- ¿Qué me dice? - ¿Qué le digo? - ¿A qué me comprometo?
- Si Jesús es la Luz del mundo y la Sabiduría del Padre, como cristiano, no
puedo buscar sentido a mi vida fuera de Jesús y su proyecto salvífico.
- Si Jesús me advierte que puedo perder la vocación cristiana, será por
descuido, por caer en el sin sentido, no contar con su sabiduría.
- Tener sal del evangelio es ser sabio en la vida, optar por la verdad y la
sencillez, que cada cosa que se presenta leerla con esa ciencia del amor.
- Ser luz será siempre vivir de la presencia de Jesús, como la luna, sin el sol no
refleja nada. Sólo unido a Jesús puedo reverberar su luz.
- Otros testimonios…
5.- Momento de Agradecimiento y Contemplación:
a.- Salmo 111, 4-9: El justo brilla en las tinieblas.
- En las tinieblas brilla como una luz/ el que es justo, clemente y compasivo. /
Dichoso el que se apiada y presta,/ y administra rectamente sus asuntos.
- El justo jamás vacilará,/ su recuerdo será perpetuo. / No temerá las malas
noticias, / su corazón está firme en el Señor.
- Su corazón está seguro, sin temor,/ reparte limosna a los pobres,/ su caridad
es constante, sin falta,/ y alzará la frente con dignidad.
b.- Relectura bíblica que hace S. Teresa de Jesús de este pasaje
evangélico: Teresa de Jesús, muchas veces sintió la presencia amorosa de
Jesús en su vida. Bastó una vez para decirle su Sí definitivo; las otras veces
fue para realizar obras que demostraran su amor, por tan gran Señor. “No nos
deja de llamar para que nos acerquemos a él” (2M 1,2).
6.- Adoración y Alabanza: Te alabamos Señor.
- Te alabamos Padre por dar sentido nuestra vida cristiana en tu Hijo. Te
alabamos Señor.
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- Te alabamos por darnos la luz de Cristo con su palabra, te alabamos Señor.
- Te alabamos Padre, desde todos los grupos de oración que quieren comunicar
vida resucitada a todos los cristianos y no cristianos, te alabamos Señor.
- Te alabamos Padre, desde los que sufren en el cuerpo y en el alma o están
confundidos, desde ellos y con ellos te alabamos Señor.
- Otras alabanzas…
7.- Preces: Te lo pedimos Señor.
- Te pedimos Padre por la Iglesia y el Papa para que la luz de su palabra llegue
a todos los hombres de buena voluntad, te lo pedimos Señor.
- Te pedimos Padre por la paz en toda la tierra, para que la sabiduría de Dios
acompañe a los gobernantes, te lo pedimos Señor.
- Te pedimos Padre nuestro país para que el nuevo gobierno sepa buscar el
bien común desde los principios evangélicos, te lo pedimos Señor.
- Te pedimos Padre por los enfermos, ancianos, niños y jóvenes de nuestras
familias, para que sean sabios, te lo pedimos Señor.
- Otras preces…
8.- Padre Nuestro
9.- Abrazo de la paz
10.- Bendición final.
“Buscad leyendo y hallaréis meditando; llamad orando y abriros
contemplando” (S. Juan de la Cruz)
Padre Julio Gonzalez Carretti OCD