Palabra de Dios
para alimentar tu día
Fr. Nelson Medina F., O.P
Memoria de Nuestra Señora de Lourdes
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Lecturas de la S. Biblia
Temas de las lecturas: Yo haré correr la paz sobre ella como un río * De pie a tu
derecha está la reina, enjoyada con oro de Ofir. * La madre de Jesús estaba allí
Textos para este día:
Isaías 66, 10-14:
Alégrense con Jerusalén, gocen con ella todos los que la aman, alégrense de su
alegría todos los que por ella llevaron luto, para que se alimenten de sus pechos, se
llenen de sus consuelos y se deleiten con la abundancia de su gloria. Porque dice el
Señor: «Yo haré correr la paz sobre ella como un río y la gloria de las naciones
como un torrente desbordado. Como niños serán llevados en el regazo y acariciados
sobre sus rodillas; como un hijo a quien su madre consuela, así los consolaré yo. En
Jerusalén serán ustedes consolados. Al ver esto se alegrará su corazón y sus
huesos florecerán como un prado. Y los siervos del Señor conocerán su poder».
Salmo 44 :
Hijas de reyes salen a tu encuentro, / de pie a tu derecha está la reina, / enjoyada
con oro de Ofir. R.
Escucha, hija, mira: inclina el oído, / olvida tu pueblo y la casa paterna; / prendado
está el rey de tu belleza: / póstrate ante él, que él es tu Señor. R.
Las traen entre alegría y algazara, / van entrando en el palacio real. R.
Juan 2, 1-11:
En aquel tiempo había una boda en Caná de Galilea y la madre de Jesús estaba allí;
Jesús y sus discípulos estaban también invitados a la boda. Faltó el vino y la madre
de Jesús dijo:
«No les queda vino».
Jesús le contestó:
«Mujer, déjame, todavía no ha llegado mi hora».
Su madre dijo a los sirvientes:
«Hagan lo que él diga».
Había allí colocadas seis tinajas de piedra, para las purificaciones de los judíos, de
unos cien litros cada una. Jesús les dijo:
«Llenen las tinajas de agua».
Y las llenaron hasta arriba. Entonces les mandó:
«Sáquenla ahora y llévensela al mayordomo».
Ellos se lo llevaron. El mayordomo probó el agua convertida en vino sin saber de
dónde venía (los sirvientes sí sabían, pues habían sacado el agua); entonces llamo
al novio y le dijo:
«Todo el mundo pone primero el vino bueno, y cuando ya están bebidos, el peor; tú
en cambio, has guardado el vino bueno hasta ahora».
Así, en Caná de Galilea Jesús comenzó sus signos, manifestó su gloria y creció la fe
de sus discípulos en Él.
Homilía
Temas de las lecturas: Yo haré correr la paz sobre ella como un río * De pie a tu
derecha está la reina, enjoyada con oro de Ofir. * La madre de Jesús estaba allí
1. Ciento Cincuenta años después
1.1 Cuando escribo estas reflexiones se cumplen los 150 años de las apariciones de
la Virgen María en la entonces remota región de Lourdes, en Francia. Aquellos
hechos maravillosos, que dulcemente exhalan perfume del Evangelio,
transformaron no sólo el camino de Bernadette, la vidente, sino que cambiaron la
vida de aquella aldea y de millones y millones de peregrinos.
1.2 Las apariciones no fueron fáciles de aceptar. Una distancia respetuosa o una
indiferencia de hielo fueron la común respuesta a las propuestas de esta
campesinita, que decía pedir, de parte del Cielo, que se edificara una gran iglesia
en honor de la Madre de Dios. No faltaron los agravios y los insultos contra
Bernadette pero ellos fueron ocasión para que se mostrara tanto su sinceridad y
humildad como su deseo total de ser fiel a lo que la Virgen le había pedido, sin
quitar nada ni agregar nada.
2. Más que una anécdota del pasado
2.1 Y sin embargo, el mensaje de Lourdes trasciende el tiempo, como bien lo
demuestran estos más de 150 años. No es que la Virgen haya dado "otro"
Evangelio sino que su presencia bellísima nos deja intuir por un momento el
esplendor de la gracia y la hermosura de una vida según el plan de Dios. A menudo
pasa que reducimos el mensaje de Cristo sólo a una serie de restricciones y
permisos, y se nos escapa que Él ha venido a traer vida y que creer es siempre el
fruto de un encuentro personal con él mismo. Esa vida divina no es una
abstracción: es plenamente visible en las buenas obras de los fieles cristianos y es
espectacularmente visible en una experiencia mística como la que tuvo Bernadette.
2.2 Lourdes trae a nuestras vidas, además, varias invitaciones concretas y siempre
actuales. Ante todo, la oración, por supuesto, que es precisamente el camino
ordinario para aquel encuentro de corazones que es la sustancia de la vida de la
gracia en nosotros. Luego, la necesidad de la penitencia y la conversión, que no son
sino prolongación del ministerio mismo de Cristo, pues este empezó su propia
misión llamando al arrepentimiento. Y luego, los bienes inmensos de una vida
sencilla y de un corazón humilde. La misma escogencia de Bernadette así lo
testifica.
3. La Virgen María, aliada nuestra
3.1 Lourdes es quizás el santuario mariano más popular en el mundo católico.
Muchos se preguntan si ello no pone en peligro la centralidad de Cristo, a quien la
Biblia llama "único Mediador" entre Dios y los hombres (1 Timoteo 2,5). Y sí, es
verdad que la figura de María puede convertirse en una especie de ídolo o el culto
mariano puede desfigurarse, pero ¿no es eso lo mismo que puede suceder con
cualquiera de los bienes que Dios nos ha dado? La Sagrada Escritura es un bien
inmenso pero, ¿no se ha usado para justificar lo injustificable? La culpa no la tiene
la Biblia ni la culpa la tiene María.
3.2 María en realidad nos ayuda a llegar a Cristo. Como bien dice San Luis Ma.
Grignon de Montfort, la Santa Virgen fue el camino que Dios escogió para darnos a
Jesús; es apenas normal que nosotros encontremos a Jesús guiados por Ella.
Además, ¿no es Ella la persona que mejor conoce y ama a Jesucristo? ¿No es su
más perfecta discípula? ¿No es en su Corazón Inmaculado donde se encuentra la
biblioteca de amor más completa de toda la creación?