EVANGELIO DEL DIA
¿ Señor, a quién iremos?. Tú tienes palabras de vida eterna. Jn 6, 68
Evangelio según San Marcos 8,1-10.
En esos días, volvió a reunirse una gran multitud, y como no tenían qué comer,
Jesús llamó a sus discípulos y les dijo:
"Me da pena esta multitud, porque hace tres días que están conmigo y no tienen
qué comer.
Si los mando en ayunas a sus casas, van a desfallecer en el camino, y algunos han
venido de lejos".
Los discípulos le preguntaron: "¿Cómo se podría conseguir pan en este lugar
desierto para darles de comer?".
El les dijo: "¿Cuántos panes tienen ustedes?". Ellos respondieron: "Siete".
Entonces él ordenó a la multitud que se sentara en el suelo, después tomó los siete
panes, dio gracias, los partió y los fue entregando a sus discípulos para que los
distribuyeran. Ellos los repartieron entre la multitud.
Tenían, además, unos cuantos pescados pequeños, y después de pronunciar la
bendición sobre ellos, mandó que también los repartieran.
Comieron hasta saciarse y todavía se recogieron siete canastas con lo que había
sobrado.
Eran unas cuatro mil personas. Luego Jesús los despidió.
En seguida subió a la barca con sus discípulos y fue a la región de Dalmanuta.
Comentario del Evangelio por :
San Juan Crisóstomo (c.345-407), presbítero en Antioquía, después obispo
de Constantinopla, doctor de la Iglesia
Homilías sobre el Evangelio de Mateo, 82; PG 87,737
Nuestro pastor se nos da como alimento
“¿Quién proclamará las proezas del Señor, quién cantará sus alabanzas?” (Sal
106,2) ¿Qué pastor ha alimentado jamás a su rebaño con su propio cuerpo? A
menudo, las madres confían a sus hijos a una nodriza. Pero Jesucristo no puede
aceptar esto para sus ovejas. Él mismo nos alimenta con su propia sangre y así nos
convierte en un solo cuerpo con Él.
Considerad, hermanos míos, que Cristo nació de nuestra sustancia humana. Pero,
me diréis ¿qué importa? Esto no tiene que ver con todos los hombres. ¡Perdón,
hermano! Es para todos una gran ventaja. El hecho que haya venido y haya tomado
la condición humana concierne a toda la humanidad. Y si ha venido por todos,
también ha venido por cada uno en particular. Talvez me diréis: -¿Porqué,
entonces, no todos los hombres han recibido el fruto que les debía llegar con esta
venida?- ¡No acuséis a Jesús que ha escogido este medio para la salvación de
todos! El fallo está en los que rechazan este beneficio. Porque en la eucaristía,
Jesús se une a cada uno de sus fieles, los hace renacer, los alimenta de si mismo,
no los abandona a otro y así los convence una vez más de que realmente tomó
nuestra carne.
servicio brindado por el Evangelio del Día, www.evangeliodeldia.org”