Palabra de Dios
para alimentar tu día
Fr. Nelson Medina F., O.P
Tiempo Ordinario, Año Par,
Semana No. 6, Lunes
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Lecturas de la S. Biblia
Temas de las lecturas: Al ponerse a prueba vuestra fe, os dará constancia, y
seréis perfectos e íntegros * Cuando me alcance tu compasión, viviré, Señor. *
¿Por qué esta generación reclama un signo?
Textos para este día:
Santiago 1,1-11:
Santiago, siervo de Dios y del Señor Jesucristo, saluda a las doce tribus dispersas.
Hermanos míos, teneos por muy dichosos cuando os veáis asediados por toda clase
de pruebas. Sabed que, al ponerse a prueba vuestra fe, os dará constancia. Y si la
constancia llega hasta el final, seréis perfectos e íntegros, sin falta alguna.
En caso de que alguno de vosotros se vea falto de sabiduría, que se la pida a Dios.
Dios da generosamente y sin echar en cara, y él se la dará. Pero tiene que pedir
con fe, sin titubear lo más mínimo, porque quien titubea se parece al oleaje del mar
sacudido y agitado por el viento. Un individuo así no se piense que va a recibir nada
del Señor; no sabe lo que quiere y no sigue rumbo fijo.
El hermano de condición humilde esté orgulloso de su alta dignidad, y el rico, de su
pobre condición, pues pasará como la flor del campo: sale el sol y con su ardor seca
la hierba, cae la flor, y su bello aspecto perece; así se marchitará también el rico en
sus empresas.
Salmo 118:
Antes de sufrir, yo andaba extraviado, / pero ahora me ajusto a tu promesa. R.
Tú eres bueno y haces el bien; / instrúyeme en tus leyes. R.
Me estuvo bien el sufrir, / así aprendí tus mandamientos. R.
Más estimo yo los preceptos de tu boca / que miles de monedas de oro y plata. R.
Reconozco, Señor, que tus mandamientos son justos, / que con razón me hiciste
sufrir. R.
Que tu bondad me consuele, / según la promesa hecha a tu siervo. R.
Marcos 8,11-13:
En aquel tiempo, se presentaron los fariseos y se pusieron a discutir con Jesús;
para ponerlo a prueba, le pidieron un signo del cielo. Jesús dio un profundo suspiro
y dijo: "¿Por qué esta generación reclama un signo? Os aseguro que no se le dará
un signo a esta generación." Los dejó, se embarcó de nuevo y se fue a la otra orilla.
Homilía
Temas de las lecturas: Al ponerse a prueba vuestra fe, os dará constancia, y
seréis perfectos e íntegros * Cuando me alcance tu compasión, viviré, Señor. *
¿Por qué esta generación reclama un signo?
1. Introducción a la Carta de Santiago
1.1 Tomado de la versión de la Biblia Dios Habla Hoy.
1.2 La Carta de Santiago puede considerarse como una colección de enseñanzas
sobre diversos aspectos prácticos de la vida cristiana.
1.3 Es el escrito del Nuevo Testamento que muestra mayor semejanza con las
enseñanzas de los sabios del Antiguo Testamento, la así llamada literatura
sapiencial. El tema de la sabiduría aparece en varios lugares de la carta. Esta
sabiduría, como se entiende en la Biblia, no se refiere tanto a los conocimientos
científicos sobre el mundo, ni es principalmente una teoría sobre Dios o sobre el
hombre, sino que es saber ordenar toda la vida humana según la voluntad de Dios,
saber vivir rectamente.
1.4 La carta hace referencia a Jesucristo, pero no desarrolla otros temas
característicos de la predicación cristiana primitiva, como el de su muerte y
resurrección. Esta peculiaridad se explica sobre todo por el carácter sapiencial,
mencionado anteriormente.
1.5 Se insiste, en cambio, en la necesidad de poner en práctica el mensaje recibido,
en mostrar la fe con los hechos, en soportar las pruebas, y en dominar la lengua.
2. Se busca una señal
2.1 El evangelio de hoy nos presenta una breve escena: piden una señal del cielo a
Jesús. La cosa no debía sonar descabellada a los proponentes, porque grandes
hombres de Dios habían hecho señales en el cielo: Josué detuvo el sol, dice el libro
que lleva su nombre (Jos 10,13). Elías, el gran profeta, "cerró los cielos" (cf. 1 Re
17,1). Además, Is 7,11 trae la invitación que Isaías hace al rey Ajab: "Pide para ti
una señal del Señor tu Dios que sea tan profunda como el Seol o tan alta como el
cielo". El Apocalipsis menciona numerosas señales celestiales, como la mujer
vestida de sol (Ap 12,1), el dragón que la persigue (Ap 12,3), o los ángeles de las
plagas (Ap 15,1). Es decir: tenía lógica pedir una señal celestial. Pero Jesús rechaza
esta petición. ¿Por qué?
2.2 Hay un suspiro entre la solicitud de los fariseos y la negativa de Jesús. Un
suspiro profundo, expresión quizá de ese descontento que el alma siente cuando
encuentra lo que buscaba pero no como lo buscaba. Imaginemos al caminante que,
exhausto, cree llegar a un oasis y de pronto se da cuenta que sí hay agua, pero
está podrida y ya apesta. Entonces debe reanudar su tarea, empezar desde cero
nuevamente, emprender otra vez el camino. Y suspira con una mezcla de rabia,
tristeza y a la vez conciencia de que debe seguir.
2.3 Jesús dio numerosas señales. No le molestaba dar señales, como podemos
colegir de episodios como el de Isaías en que Dios se ofrece a dar una señal. El
mismo Jesús es la gran señal del amor y del perdón. El problema no está en el
universo de los signos y señales. El problema está en el corazón con que se le hace
una petición que ya no es petición sino exigencia.
2.4 Jesús está sediento de nuestra fe, y nuestra fe nace de las señales. Quiere que
el que tenga oídos oiga (Mt 11,15), y que todos reciban el mensaje. Por eso en la
sed de señales de estos hombres hay algo que Jesús quiere pero no como Él lo
quiere. No tienen el deseo de acoger la Palabra ni de creer en el mensajero, sino de
medirlo, tasarlo, saber a qué atenerse para diseñar una estrategia. Están
inconmovibles en sus certezas y piden, no un puente de comunicación, sino un dato
para su fortín doctrinal. Han sentenciado a Jesús y buscan pruebas para lo que ya
piensan de él. No buscan una señal para creer sino una confirmación para no creer.
2.5 Y Jesús suspira. Le han herido. Han ofrecido oídos para no oír y muestran bien
sus ojos, que no están dispuestos a ver. ¡Oh dolor del corazón de nuestro Redentor!
¡Cuánto nos has amado y cuánto padeciste, ya antes de padecer!