Comentario al evangelio del Viernes 21 de Febrero del 2014
Queridos amigos, paz y bien.
Una de las frases del Evangelio que impactaron radicalemente en la vida de San Antonio María Claret
fué la siguiente: ¿ de qué le sirve al hombre ganar el mundo entero si arruina su vida ? Esta sencilla
frase le hizo cambiar de vida, dejar su vocación mercantil y dedicarse por completo a llevar el
Evangelio a todas partes.
Se me puede objetar que nosotros no somos tan santos, y por eso nos resulta muy difícil dejarlo todo,
tomar nuestra cruz y seguir a Cristo. Más bien, nos gusta dejar la cruz a un lado, o, lo que es peor,
muchas veces somos cruces para los demás, para los que están cerca de nosotros, y tienen que cargar
con nosotros.
Desde el momento en que hacemos la opción de seguir a Jesús, de dedicarle cada día un rato (y si estás
leyendo estas letras, tú eres de esos) estamos invitados a asumir nuestras cruces de cada día, sean del
tipo que sean, grandes o pequeñas, enfermedades o cansancios, fracasos o desilusiones, miedos o
perezas. Y tenemos que tomar la cruz no porque nos tenga que gustar el dolor (Jesús no quiere
masoquistas) sino porque sin la cruz no llegamos a la luz, sin aceptar la voluntad de Dios no somos
como Cristo, que supo aceptar lo que le vino, para bien de todos. En vez de protestar tanto porque no
todo va como quieres, prueba a poner esa cruz en manos de Dios, a pedirle fuerzas para seguir hacia
delante. Con mucha probabilidad, los problemas seguirán ahí. Pero tu forma de verlos será distinta.
Porque habrás tomado esa cruz, se la habrás presentado a Dios, y dejarás que Él te dé su luz, su
Espíritu para salir del pozo.
Y cuando tengas que cargar con la cruz de otros, familiares, amigos, hermanos de comunidad,
compañeros de trabajo, acuérdate de dos cosas:
1. Tú también eres cruz para otros. No lo olvides.
2. En las matemáticas cristianas, una cruz más una cruz no es igual a dos cruces. Lo curioso del
cristiano es que compartiendo las cruces, se hacen más ligeras. Tu cruz y la de tu hermano pesan
menos, si la compartes.
Vuestro hermano en la fe,
Alejandro J. Carbajo Olea, C.M.F
Alejandro J. Carbajo Olea, C.M.F