Palabra de Dios
para alimentar tu día
Fr. Nelson Medina F., O.P
Ciclo A, Tiempo Ordinario,
Domingo de la Semana No. 7
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Lecturas de la S. Biblia
Temas de las lecturas: Amarás a tu prójimo como a ti mismo * El Señor es
compasivo y misericordioso. * Todo es vuestro, vosotros de Cristo, y Cristo de Dios
* Amad a vuestros enemigos
Textos para este día:
Levítico 19,1-2.17-18:
El Señor habló a Moisés: "Habla a la asamblea de los hijos de Israel y diles: "Seréis
santos, porque yo, el Señor, vuestro Dios, soy santo. No odiarás de corazón a tú
hermano. Reprenderás a tu pariente, para que no cargues tú con su pecado. No te
vengarás ni guardarás rencor a tus parientes, sino que amarás a tu prójimo como a
ti mismo. Yo soy el Señor.""
Salmo 102:
Bendice, alma mía, al Señor, / y todo mi ser a su santo nombre. / Bendice, alma
mía, al Señor, / y no olvides sus beneficios. R.
Él perdona todas tus culpas / y cura todas tus enfermedades; / él rescata tu vida de
la fosa / y te colma de gracia y de ternura. R.
El Señor es compasivo y misericordioso, / lento a la ira y rico en clemencia; / no
nos trata como merecen nuestros pecados / ni nos paga según nuestras culpas. R.
Como dista el oriente del ocaso, / así aleja de nosotros nuestros delitos. / Como un
padre siente ternura por sus hijos, / siente el Señor ternura por sus fieles. R.
1 Corintios 3,16-23:
Hermanos: ¿No sabéis que sois templo de Dios y que el Espíritu de Dios habita en
vosotros? Si alguno destruye el templo de Dios, Dios lo destruirá a él; porque el
templo de Dios es santo: ese templo sois vosotros. Que nadie se engañe. Si alguno
de vosotros se cree sabio en este mundo, que se haga necio para llegar a ser sabio.
Porque la sabiduría de este mundo es necedad ante Dios, como está escrito: "Él
caza a los sabios en su astucia." Y también: "El señor penetra los pensamientos de
los sabios y conoce que son vanos." Así, pues, que nadie se gloríe en los hombres,
pues todo es vuestro: Pablo, Apolo, Cefas, el mundo, la vida, la muerte, lo
presente, lo futuro. Todo es vuestro, vosotros de Cristo, y Cristo de Dios.
Mateo 5,38-48:
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: "Habéis oído que se dijo: "Ojo por ojo,
diente por diente." Yo, en cambio, os digo: No hagáis frente al que os agravia. Al
contrario, si uno te abofetea en la mejilla derecha, preséntale la otra; al que quiera
ponerte pleito para quitarte la túnica; dale también la capa; a quien te requiera
para caminar una milla, acompáñale dos; a quien te pide, dale, y al que te pide
prestado, no lo rehúyas.
Habéis oído que se dijo: "Amarás a tu prójimo" y aborrecerás a tu enemigo. Yo, en
cambio, os digo: Amad a vuestros enemigos, y rezad por los que os persiguen. Así
seréis hijos de vuestro Padre que está en el cielo, que hace salir su sol sobre malos
y buenos, y manda la lluvia a justos e injustos. Porque, si amáis a los que os aman,
¿qué premio tendréis? ¿No hacen lo mismo también los publicanos? Y, si saludáis
sólo a vuestros hermanos, ¿qué hacéis de extraordinario? ¿No hacen lo mismo
también los gentiles? Por tanto, sed perfectos, como vuestro Padre celestial es
perfecto."
Homilía
Temas de las lecturas: Amarás a tu prójimo como a ti mismo * El Señor es
compasivo y misericordioso. * Todo es vuestro, vosotros de Cristo, y Cristo de Dios
* Amad a vuestros enemigos
1. Amar y ser perfecto
1.1 En su origen, la palabra "perfecto" indica aquello que está "completo," es decir,
completamente hecho. Ser imperfecto quiere decir: "a mí no me han acabado de
hacer."
1.2 ¿Y qué es lo que "hace" humano al humano? Podría pensarse: la capacidad
racional. O tal vez: la tecnología. O la capacidad de coordinación y liderazgo. La
respuesta bíblica es distinta: sólo el amor completa nuestra ser y lo lleva a
plenitud.
1.3 Así pues, el mandato fundamental, tanto en el Antiguo como en el Nuevo
testamento es: amar.
2. El amor hace caminar y hace camino
2.1 Una palabra tan importante en la vida humana ha sido tratada y maltratada al
extremo. Redimir la vida requiere redimir el amor, esto es, llegar a comprenderlo y
vivirlo en su plena altura y nivel.
2.2 La referencia es la misma en toda la Biblia: Dios. Él es la fuente y por
consiguiente el criterio de lo que significa amar. Su amar es santo y por eso el
amor no puede llegar a plenitud si no busca ser santo.
2.3 En el Antiguo Testamento la santidad se comprende ante todo como ponerle un
límite al mal, y por ello el amor se comprende como lenguaje y cohesivo dentro de
la comunidad elegida, es decir, Israel.
2.4 El Nuevo testamento dará el paso decisivo: ser santo no es sólo limitar el mal
sino hacer avanzar al bien, y por eso Cristo lanza el amor a la última potencia, sin
excluir ni siquiera a los enemigos y a los que nos persiguen.