Miércoles 26 de Febrero de 2014
Santoral: Alejandro, Paula Montal
Santiago 4,13-17 ¿Qué es vuestra vida? Debéis decir así: "Si el Señor lo
quiere"
Salmo responsorial: 48 Dichosos los pobres en el espíritu, porque de
ellos es el reino de los cielos.
Marcos 9,38-40 El que no está contra nosotros está a favor nuestro.
En aquel tiempo, dijo Juan a Jesús: Maestro, hemos visto a uno que echaba
demonios en tu nombre, y se lo hemos querido impedir, porque no es de los
nuestros. Jesús respondió: No se lo impidáis, porque uno que hace milagros en mi
nombre no puede luego hablar mal de mí. El que no está contra nosotros está a
favor nuestro.
Pensemos…
Deseosos de ver milagros de contemplar la grandeza de una acción visible
de Dios. Y es tan así, como muchos católicos, por ser mal católicos, se han
marchado a sectas y movimientos religiosos disque para hacer crecer la fe, la cual
es la Iglesia católica no
Dos caminos
1.1 En la primera lectura de hoy el apóstol Santiago toma una frase que fácilmente
sería suscrita por mucha gente. Refiriéndose a la transitoriedad de la existencia
humana escribe: "¿Qué es vuestra vida? Una nube que aparece un momento y en
seguida desaparece..." Mucha gente siente eso. Sienten que sus vidas son
dolorosamente efímeras y contingentes. Algunos o muchos de ellos sacan la
conclusión de que su existencia es de poco o ningún valor.
1.2 Quedan dos caminos: uno puede decir que la vida es breve y frágil, y de ahí
deducir que "es una pasión inútil," como escribieron los existencialistas ateos del
siglo XX; o uno puede decir que la vida es frágil y breve y que por eso la mayor
prueba de amor es que el Dios que es eterno y fuerte se haya ocupado de nosotros.
Una cosa es constatar que uno es pequeño y otra creer que pequeñez quiere decir
insignificancia.
2. Los pequeños descubren la Providencia
2.1 Yo por lo menos no he visto a ningún bebé desesperado por su pequeñez, ya se
hable de su reducido tamaño, cortedad de fuerzas, escasez de conocimientos o
mínima experiencia de la vida. Los bebés no se desesperan porque saben de quién
lo esperan todo.
2.2 En la misma línea va la actitud que un cristiano obediente a la enseñanza del
apóstol Santiago ha de tomar. La clave al decir: "Si Dios quiere" es estar uno
interiormente seguro que coincidir con la voluntad del que más me ama es lo mejor
que me puede pasar.
3. ¿Dos frases que se contradicen?
3.1 El evangelio de hoy nos habla de un caso que debe resultar familiar a los
discípulos de Cristo hoy: unos, que se sienten más cercanos al Señor, están
airados contra otro grupo que usa el Nombre de Cristo pero no está tan cerca del
primer grupo. La respuesta de Cristo ante este hecho es conciliadora: "El que no
está contra nosotros está a favor nuestro" (Marcos 9,40). Hay en cambio otra frase
del Señor que parece ir en la dirección contraria: "El que no está conmigo, está
contra mí, y el que no recoge conmigo, desparrama" (Mateo 12,30). ¿Al fin en qué
quedamos?
3.2 Si esas frases uno las quisiera aplicar como un observador neutral, externo y
aséptico, no podría sino concluir que se contradicen flagrantemente. La primera
parece decir: "Mientras no nos ataquen, llamémoslos amigos." La segunda, en
cambio: "Si no se dicen aliados, hay que considerarlos enemigos." Pero el punto es
precisamente que lo que importa no es lo que ellos digan sino lo que sean. Y en
términos de lo que uno es las frases no se contradicen: o estás con Cristo o estás
contra Cristo.
Entonces…
La vida no es solamente ganancias. Riquezas. Cuánto hay para eso, pues de
ser así entramos en una vida mercantilista donde lo que interesa es el dinero y se
pierde el sentido de la vida la convivencia hasta la familiaridad.
Jesús, en este evangelio, va enseñando a sus discípulos, pero descubre que
ellos van por otro lado. Ellos buscan los ansiados primeros puestos. Los aplausos
del aparecer y ser reconocidos. Y de inmediato, sin dejarlo avanzar, Jesús se los
recrimina: Ellos no contestaron, pues por el camino habían discutido quién era el
más importante. Jesús se sentó, llamó a los Doce y les dijo: Quien quiera ser el
primero, que sea el último de todos y el servidor de todos. Y, acercando a un niño,
lo puso en medio de ellos, lo abrazó y les dijo: El que acoge a un niño como éste en
mi nombre me acoge a mí; y el que me acoge a mí no me acoge a mí, sino al que me
ha enviado.
La figura hermosa de servicio muy unida a la de un niño. SE ama a la vida y
se sirve. Se vive para servir y no para dar al otro. La inocencia de un niño es el
mejor argumento para vivir como hermanos y ayudarse mutuamente. Por tanto no
es grande quien tiene, sino quien sirve y es capaz de hacerse como niño para vivir
en la alegría de una vida regalada por Dios para que seamos felices.
Padre Marcelo
@padrerivas