IV Domingo de Cuaresma, Ciclo A
Poner a Dios en la sociedad argentina
La injusticia social es uno de los pecados que más abomina el Dios de
Jesucristo. Tal es así que la justicia social es un hilo conductor del mensaje bíblico.
En la tradición judeo-cristiana, Dios aparece escuchando el clamor del pobre y
reclamando el pan para el hambriento . Jesús, Palabra viva de Dios, desde su
primer mensaje al comenzar su trabajo evangelizador, anuncia que ha sido
enviado “ para dar buenas noticias a los pobres” (Lc.4, 18) Y no se queda con
simple y resonante anuncio. El autor de los Hechos pudo sintetizar sus tres años de
“vida pastoral,” con un epígrafe insuperable que a ningún otro ser humano se le
podría dar: Pasó haciendo el bien 1 . Con hechos y palabras, motiva a sus
discípulos y discípulas para que en sus preocupaciones, en forma prioritaria, estén
atentos por los carenciados de vida humana digna y ante gente necesitada tomen la
iniciativa para socorrerlas. Con la parábola del rico Epulón y el pobre Lázaro
condena no solo la acumulación de bienes y el consumismo egoísta, sino también la
desaprensión por una posible existencia de necesitados. De hecho, el acento en la
enseñanza de Jesús, no solo es ofensa a Dios el no dar al que pide, sino el no
adelantarse en dar al que necesita. La actitud auténticamente cristiana es hacer
próximo a quien algo necesita para vivir en dignidad. Actitud maravillosamente
escenificada en la parábola del samaritano y el judío mal-herido tirado en una
cuneta.
Recomiendo que lean en forma orante estas citas evangélicas para
impregnarse de la mentalidad del pensamiento de Jesús y su Evangelio sobre el
tema de los pobres 2 .
En la Argentina de hoy con una masa de bautizados y millones de
carenciados de lo básico para vivir en dignidad, el Dios de Jesús está clamando por
mujeres y varones que construyan una Iglesia samaritana y comunional. Es decir,
una Iglesia discípula de Jesús y su Evangelio que mediante comunidades fraternas y
orantes, animadas por el Espíritu de Jesús muerto y resucitado, se pongan a servir
a la Argentina corrupta, postrada y decadente. Es hora que la Iglesia que transita
en la Argentina a través de diversas y múltiples comunidades… reaccione no con
lamentos o condenas o exigencias, sino con la misión de ser la servidora de la
Patria.
Que los no cristianos no tengan que preguntarse dónde están los cristianos,
dónde esta la Iglesia de Jesucristo. Sino que como en los orígenes cristianos sea
1 Hechos 10, 38
2 Lc. 16, 19-31; Mt. 14, 13-21; Lc. 10, 29-37
realidad histórica el anhelo de Jesús para sus discípulas/os cuando les dio
orientaciones para la vida ciudadana: “ la conducta de ustedes debe ser como la luz
que ilumine y muestre como se obedece a Dios. Hagan buenas acciones. Así los
demás las verán y alabarán a Dios, el Padre de ustedes que está en el cielo” (Mateo
5,16).
Las primeras comunidades cristianas surgieron en una sociedad tan corrupta
y lejana del Dios verdadero, como nuestro mundo postmoderno actual. Les
aconsejo leer el capítulo 1 de la Carta de S.Pablo a los Romanos. Hasta la conducta
licenciosa y aberraciones sexuales que son noticia hoy, era moneda corriente en
esa sociedad imperial decadente. El Apóstol los anima a ser coherentes con la Fe en
Jesús y su Evangelio para mostrar al mundo la novedad cristiana ; la construcción
de la ciudad terrena con los valores del Reino de los cielos; el mundo nuevo
recreado en los valores del Evangelio de Verdad-Justicia-Libertad-Amor. Y los
contemporáneos de esas comunidades de la Iglesia naciente no necesitaron “foros”
con slogan de que “un mundo nuevo es posible”. Sino que, asombrados, como lo
narra el historiador pagano Suetonio, comprobaban un nuevo modo de vivir , con
nuevas costumbres , nuevas relaciones humanas que recrearon nueva convivencia
en la Roma pagana y disoluta.
Para liberar a la Argentina del pecado social, se necesitan comunidades testigos de
la Fe en Jesús y su Evangelio . Urge que los bautizados se conviertan en discípulos
de Jesús .
Para capacitar ciudadanos argentinos liberadores de la corrupción y violencia de la
injusticia social y en la Argentina se logre la tan largamente esperada PAZ Social.