Jueves 03 de Abril de 2014
Santoral: Ricardo, Sixto
Éxodo 32,7-14 Arrepiéntete de la amenaza contra tu pueblo
Salmo responsorial: 105 Acuérdate de mí, Señor, por amor a tu pueblo.
Juan 5,31-47 Hay uno que os acusa: Moisés, en quien tenéis vuestra esperanza
En aquel tiempo, dijo Jesús a los judíos: Si yo doy testimonio de mí mismo, mi testimonio
no es válido. Hay otro que da testimonio de mí, y sé que es válido el testimonio que da de
mí. Vosotros enviasteis mensajeros a Juan, y él ha dado testimonio de la verdad. No es que
yo dependa del testimonio de un hombre; si digo esto es para que vosotros os salvéis. Juan
era la lámpara que ardía y brillaba, y vosotros quisisteis gozar un instante de su luz. Pero el
testimonio que yo tengo es mayor que el de Juan: las obras que el Padre me ha concedido
realizar; esas obras que hago dan testimonio de mí: que el Padre me ha enviado. Y el Padre
que me envió, él mismo ha dado testimonio de mí. Nunca habéis escuchado su voz, ni visto
su semblante, y su palabra no habita en vosotros, porque al que él envió no le creéis.
Estudiáis las Escrituras pensando encontrar en ellas vida eterna; pues ellas están dando
testimonio de mí, ¡y no queréis venir a mí para tener vida! No recibo gloria de los hombres;
además, os conozco y sé que el amor de Dios no está en vosotros. Yo he venido en nombre
de mi Padre, y no me recibisteis; si otro viene en nombre propio, a ése sí lo recibiréis.
¿Cómo podréis creer vosotros, que aceptáis gloria unos de otros y no buscáis la gloria que
viene del único Dios? No penséis que yo os voy a acusar ante el Padre, hay uno que os
acusa: Moisés, en quien tenéis vuestra esperanza. Si creyerais a Moisés, me creeríais a mí,
porque de mí escribió él. Pero, si no dais fe a sus escritos, ¿cómo daréis fe a mis palabras?"
Pensemos…
Dios, desde siempre, ha estado metido, involucrado en la historia de la humanidad.
Al crear al hombre. En Génesis 1,26 lo crea a su imagen y semejanza. Por eso escuchó el
clamor de su pueblo y desde Moisés comienza a liberarlo. Allá era Israel ahora todos
nosotros. Pero ayer como hoy la terquedad nos ha acompañado, que no es otra cosa que la
dureza del corazón, Ese bendito corazón de piedra. Aquí hablamos de muchos que no
quieren escuchar a Dios desde su palabra.
Entonces…
Dios buscando a la humanidad. La humanidad escondiéndose de Dios. El juego del
gato y el ratón. Nos encanta andar contra Dios. Siempre en pecado. Siempre rebeldes. Nos
cerramos a la apertura de Dios.
El testimonio de Jesús es verdadero, porque no se promueve a sí mismo, ni se exalta
a sí mismo. Por eso su testimonio es mayor que el de Juan el Bautista. Pues el padre realiza
las obras a través de él.
Todos seremos juzgados en la persona de Jesús. Ya que vino y no le hicieron caso.
Padre Marcelo
@padrerivas